El amor las mujeres y la muerte

ENSAYO LIBRO AMOR MUJERES Y LA MUERTE

Arthur Schopenhauer

ERIKA CORTÈS RUIZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

NEGOCIOS NTERNACIONALES

EPISTEMOLOGIA

TUNJA – BOYACA

2018

          ¿Qué relación tiene el amor, las mujeres y la muerte?

     Objetivo general:

•      Determinar la relación entre el amor las mujeres y la muerte lo que se vive actualmente  

           Objetivos específicos

•       Confirmar la relación entre lo que nos quiere decir el autor relacionando el amor las mujeres y la muerte
•      Comparar los grados de satisfacción antes y después de leer el libro
•      Definir la relación real la perspectiva del autor y mi punto de vista

EL AMOR LAS MUJERES Y LA MUERTE

“EL INSTINTO BUSCA POR MEDIO DEL PLACER EN LOS SENTIDO, HACER EL BIEN A LA HORA DE PERPETUAR LA ESPECIE” - Arthur Schopenhauer

     En primer lugar en esta obra empieza hablando sobre el amor. Pero, ¿Qué es el amor? Para la mayoría de nosotros es una emoción, un sentimiento de atracción entre dos seres, más allá de un deseo vulgar, mas que solo la miel, lo cursi y lo romántico de esta sensación; en mis estudios de secundaria (en una escuela religiosa) nos enseñaron que el amor no era un sentimiento, ya que estos son pasajeros, efímeros. Tenían una definición propia y esta era que el amor, es una actitud, una actitud que consiste en hacer y buscar la felicidad de otra persona, al ser una actitud “carecía

     La verdad se disfraza de ilusión para influir en la voluntad, la intención del instinto es hacernos obrar en vista de una finalidad que no se conoce.

     El nuevo ser próximo a existir necesita de la unión de otros dos para realizarse y así poder llegar a la existencia.

      Cuando hablamos de la “consumación del amor” nos referíamos precisamente a eso, a que el instinto había logrado su objetivo, la creación de un nuevo ser, pero no de cualquier ser, si no de aquel causalmente destinado a nacer.

     Y, ¿Qué ocurre cuando esta pasión queda satisfecha?

Aterricemos de lo metafísico a lo cotidiano; nos sentimos atraídos hacia un ser individualizado, nuestra pasión es inmensa a nuestros ojos, nos planteamos objetivos controlados por nuestra moral y ordenados por el instinto, cuando logramos este objetivo, el ser amado pierde su sentido relativamente, hemos terminado con nuestra tarea en relación con la especie, es cuando nos aborda un profundo desengaño, nuestro objeto de deseo, deja de serlo y después de haber sido un efímero placer nos deja más vacios que antes.

      Asegurando que ultimadamente la única razón por la cual nos enamoramos es para poder procrear y poder continuar con la especie. Menciona que nosotros como seres humanos debemos de buscar a una persona que se asemeje a nosotros en carácter y en físico para que podamos crear a un hijo perfecto, el mismo Schopenhauer habla de este ser como de una idea platónica que se busca alcanzar. Así pues, el enamoramiento, según el filósofo, engendra a un ser con equilibrio que remonte las mejores cualidades del padre y la madre. Asegura que, si este ser no es concebido con amor, si la relación es destructiva y poco aceptable, entonces el hijo que nazca de esta relación será uno “mal constituido, sin armonía y desgraciado" según Schopenhauer. 

      Nos dice que nosotros naturalmente nos fijaremos en alguien que tenga cosas que concuerden con nosotros. A su vez señala que esta voluntad de nosotros de elegir a nuestra pareja es más bien una ilusión, ya que, según Schopenhauer, es más bien la voluntad de la naturaleza la que elige a quien escogemos. Schopenhauer lo explica diciendo que nosotros elegimos a nuestras parejas de maneras instintivas, así como al nacer buscamos por instinto la teta de nuestra madre para poder amamantar. Ese instinto que tenemos es por la voluntad de la naturaleza de hacer que nuestra especie siga viva. Por lo tanto, de acuerdo con Schopenhauer, nosotros realmente nunca escogemos a nuestra pareja, es la naturaleza misma la que mediante el instinto nos acerca a una persona del sexo opuesto para que podamos procrear un ser armonioso. Schopenhauer afirma así que no existe realmente voluntad nuestra al elegir a nuestra pareja, sino más bien estamos condenados a hacer la voluntad de la naturaleza. Sin embargo, elegiríamos nosotros también ciertas características no muy importantes de acuerdo con la naturaleza como color de cabello, ojos, estatura, etc. Schopenhauer dice que a las personas les atraerá las que tengan un carácter opuesto al de ellos. Pone por ejemplo que a las mujeres les gusten los hombres de unos treinta años, varoniles y fornidos. “[...] De aquí procede que a menudo amen las mujeres a hombres feísimos, pero nunca a hombres afeminados, porque no pueden ellas neutralizar semejante defecto.

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