ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Hospital: Visión desde la cama del paciente


Enviado por   •  18 de Marzo de 2019  •  Exámen  •  28.277 Palabras (114 Páginas)  •  1.176 Visitas

Página 1 de 114

El Hospital: Visión desde la cama del paciente. Testa, Mario

La intención de este relato es dar a conocer una visión del hospital desde un mirador no convencional al que los trabajadores de salud no estamos acostumbrados. La sala del hospital F, donde me encontraba no podía ver a los otros pacientes, pero si al personal. Los médicos solo miran resultados, nadie pregunta por cómo se siente.

Desde el lunes 7 por la tarde estoy en la unidad de terapia intensiva del Hospital P, me colocan una tercera guía para la medicación intravenosa porque las dos anteriores han terminado en sendas flebitis. Lo mismo va a ocurrir con esta y con la cuarta el día siguiente; pregunto porque tienen que realizar ese procedimiento y me responden que sería largo de explicar; afirmo que puedo tomar cualquier medicamento por boca y que mi absorción es excelente por lo que pido al médico de guardia que haga suspender la implacable colocación de guías; lo consigo y dejo de sufrir por ese motivo.  El panorama ha cambiado algo, puedo ver a través de una ventana, la comida es excelente, me higienizan y eso me devuelve características más humanas por más que sea un baño simbólico.

En otro piso del mismo hospital, el día 14 una enfermera me dio un comprimido que ingenuamente tome, al día siguiente estuve somnoliento y enojado sin saber por qué. Cuando por la noche nuevamente me dieron la pastilla pregunte de que se trataba y lea enfermera me contesto: lo ignoro, a lo que respondí que pensaba que se trataba de propóleos y que me negaba a tomarlo, por temor a la intoxicación.

Con una médica que conocía mi profesión y mi especialidad de sanitarista había comentado conmigo durante la instalación del marcapaso definitivo la necesidad de reformar los servicios hospitalarios y la dificultad para hacerlo dadas las características ideológicas de muchos personajes involucrados. Me dieron el alta y me fui a mi casa.

Teoría del Hospital.

La objetivación del paciente es una necesidad de la eficacia del procedimiento terapéutico. La transformación del paciente en objeto no es un hecho circunstancial y aislado, sino que es el reconocimiento de que un paciente es al mismo tiempo un sujeto y un objeto.

El desconocimiento de la subjetividad y también de la socialidad del paciente disminuye la eficacia de la intervención. Pero aun cuando no fuera así, las consecuencias de una objetualizacion incontrolada son indudablemente negativas, pero no solo negativas para el paciente sino también para los trabajadores de salud. La tendencia a transformar al paciente en objeto lleva a los trabajadores del hospital a cometer errores en su trabajo profesional debido a la confianza que generan los datos  objetivos obtenidos mediante los diversos aparatos que registran diversas funciones del paciente.  En mi caso no hubo un interrogatorio clínico que podía haber aportado datos significativos para un mejor diagnostico.

Insisto: considerar al paciente en su condición de objeto es una necesidad parcial pero cuando esta necesidad genera problemas de diversa índole; en particular saben que en ciertas circunstancias su actividad es iatrogénica. También son conscientes de la existencia de cuestiones ideológicas que traban la resolución de problemas hospitalarios. Se encuentran impotentes para modificar los comportamientos frente a las circunstancias que impone la práctica hospitalaria.

El resultado sobre el enfermo de las normas impuestas junto a los comportamientos de los trabajadores del hospital es la anulación simultánea de su individualidad y de su socialidad. En esta relación institucional que no vacilo en calificar de perversa, todos salimos perdiendo.

La ideología de los profesionales de salud se refleja en el lenguaje con que se menciona a las personas que solicitan su ayuda: son “pacientes” en el mejor de los casos, “enfermos” cuando el entorno va de la consulta privada al hospital, “demandantes” para la visión global economicista de la salud, “clientes” para el sesgo comercialista, nunca se trata de personas reales y concretas. Lo concreto de esa práctica es el tratamiento de las personas como objetos de trabajo, pero como objetos aislados y fragmentados. El objeto de trabajo de la medicina es el cuerpo enfermo, pero el cuerpo como objeto histórico concreto, contextualizado. Si  se lo viera así, el paciente se transformaría en persona y pasaría a desempeñar el papel de un actor social, de un verdadero protagonista de la situación  que enfrentaría, junto con el profesional y asesorado por este, para conjurar el peligro.

Lo que se requiere es de un proceso de desinstitucionalización hospitalaria. Las propiedades que regulan las normas de comportamiento hospitalario se encuentran centradas en las necesidades de la institución, no del enfermo. También se debería tomar en cuenta la salud de los trabajadores y más allá de ello su subjetividad y socialidad.5

Santiago y la Institución Psiquiátrica. Galende, Emiliano

Santiago está internado por orden judicial, había agredido con un martillo de albañilería a su compañero de trabajo. Consta un diagnostico de Esquizofrenia Paranoide, toma medicación y no rechaza al médico que lo visita.

El paciente colabora con la institución, tenia salidas breves y poco frecuentes. Parecía que no quería marcharse del hospital. Guardaba silencio cuando se le preguntaba por el futuro o por las razones de su internación.

Deje de ver a Santiago en 1972, estaba en condiciones de dejar el hospital. Pero la externacion se presentaba difícil; no tenía nada, se encontraba preocupadamente adaptado al hospital. 15 años después, en una colonia del interior, allí está internado Santiago, tenía 24 años cuando ingreso, ahora tiene 40. Su enfermedad es la hospitalización misma.

El aparente o real sometimiento a las condiciones del hospicio, que parecen expresar una adaptación francamente patológica, la desconfianza a todo ofrecimiento de interlocución o vínculo que reabra sus problemas de desamparo, muestra un abandono de toda lucha por habitar otro mundo que no sea ese y parecen explicar su prolongado internamiento.

La psicosis de Santiago, tampoco es separable de las condiciones de vida previas a su emergencia. Sin embargo, la solución psiquiátrica consiste en separarlas siempre. Esto permite a la sociedad ocultar la cualidad patógena de ciertos aspectos de la vida social y negar en un mismo plano que no hay lugar en ella para los que fracasan o se marginan.

El dispositivo de salud mental significa un cambio respecto de la psiquiatría, pero en transición se trata de devolver a cada uno de los protagonistas su propia responsabilidad: Al estado en su función de preservar las formas más humanas de solidaridad social, a la sociedad a través de los grupos comunitarios, a la familia como elemento esencial productor de seguridad psíquica o enfermedad; al individuo para la asunción responsable de su destino.

El concepto de Salud: Concepciones y Paradigmas. Lores Arnaiz, María del Rosario

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (178.7 Kb)   pdf (600 Kb)   docx (80.1 Kb)  
Leer 113 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com