El Mito De Los Tres Primeros Años: Entrevista A John Bruer
AngelaNino23 de Octubre de 2012
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El Mito de los Tres Primeros Años: entrevista a John Bruer
Roberto Araya
Programa de Investigación en Educación
Universidad de Chile
¿Qué nos dicen los recientes avances científicos sobre qué, cómo y cuándo enseñar? ¿Qué
tan importante es la estimulación en los primeros años de vida? ¿Qué tipo de estrategias
didácticas y software pueden producir diferencias importantes en el aprendizaje? Estas son
los temas centrales que John Bruer ha abordado en dos libros ya clásicos. Schools for
Thought (Escuelas para el Pensamiento) ganó en 1993 el Premio Calidad de Estándares
Educacionales de la Federación de Profesores Norteamericanos y en 1994 el Premio
Charles S. Grawemeyer en Educación. En 1999 publicó The Myth Of The First Three Years
(El Mito de los Tres Primeros Años), un libro muy aclamado que según Howard Gardner
“baja del pedestal el alarde actual sobre investigación del cerebro y aprendizaje”. John
Bruer es filósofo, es presidente de la prestigiosa Fundación James S. McDonnell que
financia investigaciones científicas en ciencias biomédicas y educación, y es miembro del
Consejo Nacional de Prioridades y Políticas de Investigación en Educación de los Estados
Unidos.
John Bruer visitará Chile a participar en el Symposium Educación Temprana y
Desarrollo del Cerebro Humano, organizado por el Programa de Investigación en
Educación de la Universidad de Chile, a realizarse entre el 4 y el 10 de Marzo.
John Bruer aclara que sus respuestas a las preguntas de esta entrevista están basadas en sus
interpretaciones, visiones y opiniones personales. Ellas no representan las visiones de la
Fundación James S. McDonnell ni las de ninguna otra organización a la que él está
afiliado.
Educación temprana
El gobierno Chileno está muy interesado en educación temprana. El principal cambio
educacional propuesto por la actual administración es que la población de los cuatro
deciles de menos ingresos tengan acceso a educación temprana (recién nacidos a
preKinder). Ha habido una enorme campaña de difusión sobre el impacto de tal estrategia
en el futuro desempeño educacional de los recién nacidos y prekínderes. Usted ha escrito
el aclamado libro: The Myth Of The First Three Years (El Mito de los Tres Primeros Años:
Un Nuevo Entendimiento del Desarrollo Cerebral Temprano y el Aprendizaje de por
Vida). ¿Cuál es el Mito?
El Mito de los Tres Primeros Años es la pretensión de que “nueva evidencia
neurocientífica” ha establecido que los tres primeros años de vida es un periodo
biológicamente privilegiado (algunos dirían que es un periodo crítico) durante el cual el
aprendizaje es más fácil, más rápido y permanente. Mi libro es un extenso argumento en
contra de esa pretensión. La evidencia neurocientífica citada para respaldar el Mito
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( sinaptogénesis post-natal rápida, existencia de periodos críticos, los efectos de ambientes
enriquecidos en roedores) no es “nueva” neurociencia. Tampoco establece la existencia de
“periodos críticos” para el aprendizaje. Los detalles del argumento usted lo puede encontrar
en mi libro.
Usted está en lo correcto al afirmar que esta pretensión se ha beneficiado de una enorme
campaña de difusión. Uno debiera también estar atento a que esta campaña no tiene sus
bases en la comunidad científica, sino en la comunidad política y de defensa de esta
postura. Fue primero desarrollada en Estados Unidos como una campaña publicitaria para
alentar acción del Congreso para financiar el programa Early Head Start (Ventaja
Temprana), de niños recién nacidos hasta 3 años de familias de bajos ingresos. Desde
entonces, la campaña ha tenido sus días también en Canadá, el Reino Unido, Australia y
Nueva Zelandia, y en cierta medida, en Japón.
En su libro Usted da ejemplos de casos extremos como los de padres de ciertas villas de
Guatemala que mantienen los niños en chozas oscuras durante su primer año de vida con
ningún impacto en sus capacidades intelectuales ni sociales cuando adolescentes, o los
casos de los niños llamados guevodoces de República Dominicana que son criados como
niñas hasta la pubertad, pero que a la edad de 12 años descubren ser niños y luego se
vuelven en hombre normales sin ningún problema. Estos son casos muy impresionantes,
pero ¿pueden estos casos extremos enseñarnos algo sobre el impacto de la educación
temprana en los desempeños futuros en matemática y lectura? ¿Qué otra evidencia más
directa sobre desempeño académico ha sido obtenida a través de todos estos años?
Estos son casos extremos e impresionantes y esa fue la intención. Proveen contraejemplos a
la pretensión general que desde el nacimiento hasta los tres años es un periodo crítico para
el aprendizaje y desarrollo, durante el cual los efectos de la experiencia en el cerebro son
permanentes y después del cual el aprendizaje es más difícil e irreversible. Una debilidad
del argumento del Mito es que construye una “teoría” sobre el aprendizaje temprano basado
en el desarrollo neurobiológico, pero sus proponentes nunca se molestaron en chequear su
teoría contra datos conductuales. Cuando uno lo hace encuentra tantos contraejemplos que
el Mito se hace insostenible. De acuerdo a mi conocimiento cualquier dato de los efectos de
la educación temprana en el futuro desempeño en matemática y lectura, es dato de
comportamiento y no datos neuronales. Tal como usted hace notar, en una de sus preguntas
más abajo, las evaluaciones de los programas Head Start (Ventaja) y Early Hard Start
(Ventaja Temprana) han sido desalentadores. Cuando la intervención se detiene, las
mejorías en desempeño académico tienden a desaparecer. La Academia de Ciencias de los
Estados Unidos ha publicado un serie de reportes sobre investigación educacional y su
aplicación al aprendizaje y evaluación. Aunque los autores de estos reportes incluyen a
neurocientíficos, en estos libros hay muy poca mención a la ciencia del cerebro y hay
escepticismo de que la ciencia del cerebro será de uso inmediato para los educadores en la
sala de clase. Estos reportes enfatizan la importancia de la investigación psicológica para
mejorar la enseñanza y el aprendizaje.
En su libro usted describe que existen periodos críticos para rasgos específicos (tal como
habilidades sensoriales y el lenguaje), pero aparentemente no los hay para aprender a leer
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o para la matemática académica. ¿Significaría esto que usted puede de adulto empezar a
aprender a leer y lograr el mismo el mismo nivel de dominio que el resto de la población?
No existe evidencia de que hayan periodos críticos para la lectura y la matemática
académica. En realidad los adultos analfabetos aprenden a leer más rápidamente que los
niños. El desafío de los programas de analfabetismo adulto es mantener los estudiantes
adultos motivados y evitar ponerlos en aprietos. En mi libro sobre el Mito, discuto el
ejemplo de los Oksapmin, una tribu de las colinas de Nueva Guinea quienes no necesitan
aritmética mental, porque no tuvieron dinero hasta la Segunda Guerra Mundial. Con la
introducción del dinero y de tiendas en su cultura, llegó la necesidad de calcular el total del
costo de compras en las tiendas y de calcular el vuelto. Los Oksapmin adultos aprendieron
esas habilidades y recapitularon las estrategias que niños en países en desarrollo usan para
hacer aritmética mental. Los Oksapmin que tuvieron más experiencia con el dinero llegaron
a ser más hábiles en aritmética mental que aquellos que tuvieron menos experiencia. La
pericia en lectura y matemática académica es una función de la práctica, no de la edad de la
exposición (con la excepción de individuos que son verdaderamente disléxicos o con
acalculia).
Usted también menciona que los logros académicos futuros del niño se explican mucho
mejor por el coeficiente intelectual materno y por el ambiente del hogar que por los
programas de intervención tempranos. Otros estudios como el de Stevenson & Stiegler
The Teaching Gap (La Brecha del Aprendizaje) han encontrado que las madres del Este
Asiático gastan mucho más tiempo que las madres norteamericanas ayudando a sus hijos a
aprender y a hacer las tareas. ¿Significaría esto que para mejorar el futuro desempeño
académico de los estudiantes es mejor entrenar a las madres y hacer que los recién
nacidos y niños pequeños sean enseñados por sus madres en lugar de enviarlos a jardines
preescolares?
Como recuerdo, mi discusión de este tópico en mi libro está basado en el trabajo de Jeanne
Brooke-Gunn sobre la evaluación de proyectos pilotos de educación temprana de infantes
prematuros. Los niños de madres de estatus socioeconómico alto y educado se desempeñan
mejor que niños de madres de estatus socioeconómico bajo y sin educación. El programa
de intervención no tuvo efectos significativos en elevar los resultados de niños con madres
de estatus socioeconómico
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