El Niño del Terror Ecuatoriano
Enviado por Lizeth Ruiz • 1 de Septiembre de 2021 • Ensayos • 1.084 Palabras (5 Páginas) • 122 Visitas
Universidad Central del Ecuador [pic 1][pic 2]
Facultad de Ciencias Psicológicas
Psicología Infantil y Psicorrehabilitación
Peritaje Psicológico
Octavo semestre
Lizeth Melisa Ruiz Mejía
El Niño del Terror Ecuatoriano
En Quito, Ecuador una serie de asesinatos llenaron de terror a taxistas, homosexuales y hasta choferes de camiones durante la década de los 90’s, la sorpresa de la ciudadanía fue saber que esta serie de crímenes fueron llevados a cabo por un menor de edad que también era líder de una pandilla denominada “La pandilla del terror” (Soasti & Soasti, 2011). Lejos de la conmoción por la edad del asesino más temido por los quiteños queda centrarnos en el proceso que se llevó a cabo para su captura y su posterior evaluación psicológica en la que se pretendió esclarecer sus motivaciones y además preguntarnos ¿Cómo actuó la Psicología forense y el Derecho en este caso?
Luego de varias denuncias de asesinatos se especulaba sobre delincuencia común o incluso rivalidad entre cooperativas, sin embargo, el número de víctimas solo se incrementaba ante nulos intentos de atrapar y aplicar la justicia al responsable de estos actos; Finol (2006) menciona que el sistema de justicia se ajusta contantemente a las expectativas sociales y este debe ser interdisciplinario garantizando la igualdad y seguridad de los ciudadanos.
En Quito era creciente la demanda de acción policial y seguridad que los reclamos llegaron incluso a oídos del presidente Rodrigo Borja y su ministro de defensa, es entonces que se conforma una comisión de investigación a cargo del Mayor de policía Fausto Terán, funda el Centro de Operaciones de Inteligencia (COI) sin embargo, esa misma noche sucede otro asesinato (Soasti & Soasti, 2011).
Para entender cómo funcionaría la psicología forense en este caso es pertinente comprender que esta rama de la psicología es un instrumento de la psicología jurídica, el aporte que realiza es desde la evaluación psicológica, además de la respectiva interpretación que facilitará la valoración judicial de los involucrados en una querella (Ching, 2005 citado en Barrios, 2016). El peritaje psicológico que se realizó en particular a J.F. Hermosa determinó un diagnóstico, personalidad psicopática amorfa, y las características de su trastorno explicada por los psicólogos evaluadores hicieron pero en su condena dentro de la correccional de menores Virgilio Guerrero.
La rama del Derecho que actuó en este caso es Derecho penal, el derecho penal como tal tiene la finalidad de determinar la responsabilidad criminal y en confluencia con la psicología forense determinarán la imputabilidad o inimputabilidad del procesado en el caso de existir un trastorno mental (Harbottle, 2019). Luego del diagnóstico y tomando en cuenta las características particulares de Hermosa se descubre un historial extenso de violencia y maltrato físico y psicológico desde temprana edad, su padre O. Hermosa menciona que el evento desencadenante de su conducta disruptiva fue el enterarse que era adoptado (Soasti & Soasti, 2011), sin embargo, el asenso de esas conductas hasta la personalidad psicopática fue totalmente inesperada.
Acotando a lo anterior el peritaje psicológico fue fundamental en el proceso judicial, el trabajo evaluativo de los psicólogos del caso como menciona Escobar y Granada (2017) se centró en “ilustrar al juez en cuanto a las circunstancias del evento desde conocimiento específico de la profesión”, no obstante, queda la duda de si en ese momento de evaluación se indagó en hechos previos y el contexto en el que creció el acusado de la decena de asesitanos en Quito.
Para entender la forma en que se aplicó el derecho penal en el caso se ha de comprender la capacidad de culpabilidad Harbottle (2019) menciona que la culpabilidad se compone por la capacidad de culpa, el conocimiento de lo que está fuera de la ley o antijuricidad y la exigencia de actuar conforme al derecho; las características de Hermosa hacían evidente de que era totalmente consciente de las acciones que realizaba, incluso en sus declaraciones se mostraba totalmente abierto a dar detalles que para otras personas resultaban atroces, él los mencionaba con toda la naturalidad, según describe el Mayor Terán (Soasti y Soasti, 2011).
...