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El Poder Del Conocimieto

htezzil8 de Diciembre de 2014

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EL PODER DEL CONOCIMIENTO

Jueves, 16 de Agosto de 2012

A propósito del pensamiento del sociólogo Hugo Zemelman

Por Breni Cuenca (*)

Ponencia en los Diálogos de invierno. Cultura y transformación social, organizado por la Secretaría Nacional de Cultura del FMLN.

SAN SALVADOR - El propósito inicial de estas palabras era presentar un breve recuento de la obra y aportes del profesor Hugo Zemelman al desarrollo del pensamiento social Latinoamericano. Luego, me convencí que tal cosa supone necesariamente el estudio y sistematización de su prolífica obra que es lo único que puede permitir la recuperación rigorosa y honesta de los rasgos esenciales de su pensamiento. Las propuestas teóricas y metodológicas de Zemelman se han desarrollado y profundizado a lo largo del tiempo, y se encuentran entretejidas en sus escritos, conferencias, entrevistas y debates; muchas de sus ideas, inéditas y profundas, se han quedando discretamente en el contorno o trasluz de sus argumentaciones más poderosas. Desafortunadamente, todavía no contamos con una obra crítica que sistematice sus grandes aportes a la construcción de nuevas formas de construir conocimiento para la transformación social y para impulsar el potencial de creatividad que tenemos los seres humanos como sujetos.

Como todos sabemos el profesor Zemelman nació en Chile y tuvo que exiliarse en México a raíz del golpe de Estado que derrocó al gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende. Durante muchos años el profesor Zemelman ha ejercido la docencia en distinta universidades y centros de altos estudios: la Universidad de Chile, el Colegio de México, la Universidad Nacional Autónoma de México; la Universidad de la Ciudad de México, la Universidad de Comagua en Argentina, entre otras. Todos los latinoamericanos que hemos tenido el privilegio de ser sus alumnos, hemos recibido la donación incomparable de su amor por el conocimiento, de su pasión por interrogarse (y enseñarnos a interrogarnos) sobre: ¿Cómo se piensa? ¿Cómo se construye el pensamiento sobre la realidad? ¿Desde dónde se piensa? y ¿para qué se piensa?

La tremenda energía creativa y la capacidad de reflexión sobre las necesidades de pensar a partir de la historia y desde la realidades latinoamericanas, ha llevado a Zemelman no sólo a perseverar en su enseñanza de profesor emérito, sino también, a la necesidad de contribuir a la fundación de una institucionalidad propicia para la formación y la multiplicación de sujetos intelectuales que sepan pensar desde Latinoamérica e interrogarse sobre el sentido que tiene su acción reflexiva, es decir: por qué y para qué se piensa. De aquí que Zemelman haya emprendido la tarea de fundación de varios espacios institucionales, entre ellos seminarios, posgrados en ciencias sociales, y, a partir de 2004, los Institutos de Pensamiento y Cultura en América Latina, los cuales han sido creados en distintos países de la región. Aquí mismo, en El Salvador, en nuestro fugaz paso por la Secretaría de Cultura, decidimos crear un instituto de investigaciones sobre la cultura y el arte, que nombramos “Instituto Pensamiento y Cultura”. El Instituto fue fundado el 16 de noviembre de 1989, en homenaje a los intelectuales jesuitas asesinados, en esa fecha, 20 años atrás. El director nombrado, fue el historiador Sahid Herrera, elección que, por si misma, indicó que privilegiábamos la historia, como dimensión fundamental de estudio de las realidades culturales y estéticas de nuestro país y de la resignificación de las premisas teóricas y metodológicas implicadas en la investigación. Pocos meses después, las nuevas autoridades de la secretaría de Cultura disolvieron el instituto como tal y lo sustituyeron por una Dirección Nacional de Investigación, similar a las demás instancias de dirección administrativo-burocráticas de la institución. En su cuna falleció, entonces, el instituto Pensamiento y Cultura salvadoreño concebido para funcionar bajo la lógica del descubrimiento, como diría Zemelman, y hacer de él un espacio de pertenencia, de estudio y discusiones entre los profesores e investigadores que pertenecieran a esa comunidad naciente de pensamiento.

Cuando la producción de conocimientos goza de la autonomía y el respeto que merece el trabajo de investigativo, científico y sapiencial, y cuando los marcos burocráticos están contenidos e impedidos para apabullar los procesos cuya impronta es la imaginación y la invención, entonces, el pensamiento, el arte y la cultura florecen. Zemelman entiende los institutos de investigación como verdaderos espacios de sentido, y por ello, los institutos de Pensamiento y Cultura se esfuerzan por potenciar el encuentro e intercambio entre las praxis de vida, de investigación y de estudios a nivel de posgrado, en dirección a la formación de pensadores críticos.

No se si el pensamiento de Zemelman y el de otros pensadores críticos latinoamericanos que comparten similares premisas, conducirá con el tiempo a la formación de una escuela de pensamiento, como se nombra al conjunto de autores que adhieren a una misma teoría, o a variantes de la misma y cuyas obras aportan a la discusión de determinados problemas de conocimiento y preocupaciones.[1] No obstante, no tengo dudas de que las propuestas y premisas epistémicas y metodológicas de Zemelman constituyen ya, un influyente corpus en la configuración del pensamiento de los sujetos sociales, intelectuales y políticos, de América Latina. Probablemente, al profesor Zemelman no le gustaría escuchar que existe una escuela zemelmaniana de pensamiento, si ello significa, de alguna forma, que sus participantes experimentan una reducción de las oportunidades para imaginar e interrogarse, o se dedican a elaborar discursos recitativos de sus categorías haciendo una escolástica de las mismas. Porque, como dice la Dra. Estela Quintar, Zemelman piensa “que lo mejor de un pensamiento teórico es su naturaleza abierta… porque en verdad lo que le interesa es que su obra sea dispositivo de creación”.

A continuación, quiero enumerar algunas ideas del profesor Zemelman que, a mi juicio, tienen esa virtud de serdispositivo de creación de conocimientos para la acción transformadora de la sociedad. La recapitulación de estas ideas se hace en referencia específica al libro de Zemelman: Configuraciones críticas. Pensar epistémico sobre la realidad, publicado por Siglo XXI en el 2011. Las propuestas que enumero son las siguientes:

1.Organizar el razonamiento para dar cuenta del movimiento histórico

¿Cómo es posible construir conocimiento para recuperar la realidad en su movimiento histórico, si su esencia es, precisamente, el incesante cambio que erosiona y destruye la pertinencia de los parámetros de análisis, que tuvieron validez? El problema es, entonces: ¿cómo organizar el razonamiento para construir un conocimiento pertinente a la realidad en movimiento? Se trata de un problema epistemológico fundamental para el conocimiento social, que es parte de las preocupaciones centrales de Hugo Zemelman.

Para Zemelman se trata, en verdad, de la necesidad de una nueva comprensión del concepto de ciencia y del concepto de método, lo que significa un cambio de paradigma, en tanto supone un cambio de las formas de organización del pensamiento. Muchas veces las premisas teóricas y metodológicas del conocimiento social han sido clonadas, acríticamente, de las grandes teorías o parámetros construidos y heredados de los XIX y XX, lo que limita la capacidad de de los sujetos cognoscentes para captar el movimiento la realidad contemporánea. En ese marco, Zemelman plantea la necesidad de reformular el lenguaje científico social y de repensar términos tales como utopía, potencialidad, futuro, emergencia.

Zemelman advierte, también, de la existencia de una crisis del llamado sistema clasificatorio de las ciencias sociales, ya que tal sistema compartimenta la realidad en disciplinas científicas como la economía, la sociología, la antropología, etc., lo que, si bien puede tener validez en términos pedagógicos, tiene el efecto de fragmentar la realidad. De esta forma, se parcializa y pone en cuestión el concepto mismo de realidad, planteándose, entonces, una crisis del objeto disciplinario.

Zemelman, destaca la idea de Edgar Morín que plantea que existe, muchas veces, más realidad en el terreno entre dos disciplinas que la realidad captada por cada una de ellas. Es decir, que la parcela de realidad que delimitamos como objeto debe considerarse en sí misma como problema de discusión, “toda vez que hay realidades sociales que no se agotan en la lógica del objeto”. También, es necesario subrayar, dice Zemelman, la propuesta de Castoriadis acerca de lo que puede llamarse: “realidades emergentes”, realidades que incluso no cristalizan como objeto, y si lo hacen, en ocasiones, no tienen una estabilización o no se prolongan en el tiempo, sino que aparecen comoemergencias coyunturales, que representan un desafío para el pensamiento social y político.

Esas realidades emergentes de carácter inestable y, en cierto sentido, caótico, dan cuenta de tendencias y especificidades históricas de gran importancia que plantean la necesidad de pensar no sólo las estructuras sino la forma de organizar el pensamiento para pensar los procesos.

2. Una lectura categorial o epistémica.

Es indudable que sin lectura y sin estudio amplio y profundo de la materia de nuestro interés es imposible que nos propongamos la producción de nuevos conocimientos. Pero, como dice Zemelman, en el campo del conocimiento nunca se parte de cero, lo que no significa una condena a la repetición y a la exégesis de un autor. Desde otro ángulo, la lectura es

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