El Suicidio

Manuel tiene 22 años pero se siente envejecido, a Manuel le duele todo pero no tiene ninguna herida, siempre está rodeado de gente que lo quiere pero Manuel se siente solo… Shakespeare escribió una vez: “Es tonto vivir cuando la vida es un tormento”.

Muy buenas tardes compañeros de la palabra, público presente, distinguidos maestros y directivo, honorable jurado. Mi nombre es Claudia Vanessa Colli Chi, curso el segundo semestre de la carrera de Ingeniería Civil y Administración y vengo a compartir con ustedes un tema particularmente importante para todos nosotros, “el suicidio”, para hacer conciencia y reflexionar acerca de que esto no es una moda, sino un problema real al que debemos hacer frente.

El suicidio se ubica entre las 10 primeras causas de muerte en los países desarrollados. Cada día se suicidan por lo menos 1110 personas y lo intentan entre 10 a 15 personas. Se considera que anualmente mueren al menos un millón de personas por esta causa.

Vivimos en una era donde nos hemos convertido en islas, “islas humanas”, donde priman los intereses individuales, una individualización excesiva, donde nuestro contacto más estrecho es con las pantallas de diversos artículos tecnológicos. Ya casi no estrechamos nuestras manos, ni obsequiamos abrazos, ya no decimos “Te quiero” o “estoy contigo”… lo escribimos… con caritas graciosas para dar énfasis.

En lo que va del año ya son más de 30 personas que se han quitado la vida entre niños, jóvenes y adultos en nuestro estado, el estado más pacífico de la República, aquí no nos arrebatan la vida… nos la quitamos.

Se escucha irónicamente por todas partes, si bien es cierto, que la economía actual, la desigualdad, las adicciones, el bullying, y la depresión son el común denominador de las personas suicidas, que con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar, los problemas permiten el crecimiento personal ya que lo contrario significa que nunca se resolvió nada ni se sorteó ningún obstáculo lo cual no es vivir sino vegetar. Quien tiene proyectos necesariamente deberá enfrentar problemas y quien no cuenta con proyectos se estanca o retrocede. El ensanchamiento del alma a través del conocimiento acarrea faenas difíciles e intrincadas que deben estudiarse y resolverse a cada paso. La buena vida consiste en una buena actitud frente a los problemas que se presentan, lo cual naturalmente requiere del espíritu adecuado para enfrentarlos. Pero hay algo que va más allá de cualquier razón y condición social, y ese algo es el monstruo invisible del desamor propio. Estos individuos son víctimas de su propio desamor, lo que los hace ver la vida como un tormento más que como una oportunidad para desarrollarse.

Es un hecho que la autoestima es la clave para desarrollarnos en cada ámbito personal, profesional y social de nuestra vida, así como

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