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El yo del mexicano.


Enviado por   •  27 de Mayo de 2016  •  Ensayos  •  1.089 Palabras (5 Páginas)  •  861 Visitas

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El yo del mexicano.

Freud en  “El malestar en la cultura” hace mención del deseo sexual reprimido por normas de nuestra cultura, es decir la restricción de nuestras pulsiones sexuales y agresivas con el fin de mantener el orden social; es verdad que para la creación de una sociedad se den restringir varias acciones del humano sin embargo todo esto siempre crea un estado de tensión, no sabemos a dónde dirigir toda la energía contenida y en situaciones extremas esta tensión puede detonar en una crisis psicótica, esquizoide etc. De cierta manera estamos en constante tensión por las pulsiones Eros y Tanatos (vida y muerte, respectivamente) estas dos pulsiones aunque parecieran opuestas son complementarias, son necesarias para vivir; la creación y la destrucción, la vida y la muerte, esto viene a colación de la constante tensión en la que se vive hoy en día gracias a todas estas restricciones que se han impuesto, buscamos destruir, satisfacernos a costa de los demás y salir bien librados, México es uno de los países donde hay mayor tasa de homicidios, es uno de los países que más ha tenido presidentes corruptos, han estafado a México, lo han saqueado y en este momento me pregunto ¿Qué ha sucedido con el yo del  mexicano luchón y bravío?

        Sabemos que la historia de México inicia mucho antes de la colonización, cuando los aztecas y las culturas prehispánicas eran bravías, justas, buscando la expansión, el crecimiento, poder, cuando se adoraban a varios dioses, cuando se respetaban las creencias, pero esto se volvió difuso con la llegada de los españoles, impusieron nuevos dioses, implantaron la iglesia, la religión y con ello se prohibió que los prehispánicos adoraran a sus dioses y su energía enfocada a ello se bifurcará, ya no buscaban la adoración de sus dioses sino la destrucción del nuevo dios, en este punto yace lo importante de la personalidad mexicana, cambiaron la armonía por la lucha, hasta que decidieron abandonar la lucha y regirse por la iglesia católica, porque fue más conveniente, más fácil, más mediocre. Entonces el yo del mexicano es producto de su cultura, de su educación y por su entorno característico desde sus antepasados habitantes de Mesoamérica, sólo que influenciado por diversas maneras de ver el mundo y vivir en él ya sea desde el malinchismo actual o desde los aztecas buscadores de poder. Estas diversas maneras de ver el mundo se han implantado por un yo mal estructurado, que confunde la libertad con el libertinaje, que bifurca la restricción y el deseo, un superyó  implantado en normas guadalupanas que nadie está dispuesto a cumplir, México sin duda alguna es religioso hasta los huesos y con la implantación de estas normas la energía contenida se desborda, la pulsión Tanatos se hace presente y la agresión hacía los otros se presenta. Cabe incluir en este punto el matriarcado disfrazo de machismo que hemos vivido, las mujeres llevan las riendas de México, las madres mexicanas fomentan la discriminación hacía las mujeres y ¿Por qué lo hacen?  Desde el punto de vista psicoanalítico se habla de la envidia del pene, este tema se observa más cuando somos unos niños, pero cuando crecemos y no nos hemos aceptado sin el falo buscamos el poder, no lo tenemos las mujeres, entonces pervertimos las mentes de los hombres, buscamos suplantarlos pero desde lejos, es decir; mediante chantajes y engaños hacemos que el hombre poseedor de eso que no tenemos nos obedezca, este matriarcado disfrazado de machismo siempre se ha visto en nuestro México, desde la implantación de la virgen morena (madre de dios) a la que le tenemos devoción, respeto e idolatría; ella tan pura y casta se ve reflejada en la personalidad del mexicano y se ve en el decir de las madres mexicanas “Si pierdes tu virginidad, pierdes tu valía” y entonces los hombres oyendo esto de las mujeres, retoman la idea del machismo y dicen “no vales nada para mí, si ya no eres pura” observamos muy claramente el yo del mexicano, porque este se crea en su entorno y como hemos visto, su entorno es un matriarcado absoluto. Se puede hablar desde el punto de vista Adleriano que los mexicanos sufren un complejo de inferioridad, pero desde el punto de vista Freudiano podemos inferir que esto no es más que falta de hombría, una falta de amor; y con falta de amor hago referencia a todos los ámbitos de nuestra vida desde las relaciones con los demás, hasta la falta de amor a nuestro país. Somos perfectos malinchistas porque no creemos en nosotros, no creemos en los demás mexicanos, nos hace falta amor hacía el país donde nacimos, el yo mexicano se caracteriza por este malinchismo, por preferir que nos vendan productos extranjeros antes de que sea mexicano, porque la mano de obra mexicana es barata y como es barata, seguramente se hace mal; este es el pensamiento mexicano más recurrente. En esta falta de amor, se ve la modernidad de hoy en día que es una característica de la personalidad mexicana, ya no hay compromisos, no hay amor y por esa razón se ven muchas jóvenes embarazadas solteras; se ha confundido el concepto de libertad por el de libertinaje, la moral ya no es parte de esta época y esto por falta del amor, desde que no se educa por la vía del amor, hasta cuando se forman relaciones de pareja, es difícil hoy en día, encontrar una persona que en realidad ame, que ame a otra persona o que ame su patria.

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