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Ensayo, TEMA: Vínculo Temprano, el primer año de vida.

nati1996Ensayo1 de Noviembre de 2015

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TEMA: Vínculo Temprano, el primer año de vida.

La relación materno- filial es un tema que ha preocupado al hombre desde la antigüedad. Dentro del psicoanálisis Winnicot  afirma  que existe una unión muy grande entre el bebé y su madre, tanto que “si uno se propone definir un bebé se encontrará siempre que debe describir a un bebé y a alguien más,”... su madre. La supervivencia , el desarrollo y la humanización del bebé solo se puede lograr con un vínculo muy estrecho con su mamá.

Vínculo deriva del latín vincere, que significa atar. Unión ,atadura de una persona o cosa a otra.

Las relaciones de una madre con su pequeño hijo constituyen una forma de comunicación plena  donde la madre tiene un lenguaje afectuoso y el bebé responde globalmente poniendo de manifiesto todas sus capacidades innatas. Son dos polos de una misma relación. Esta primera relación marcará las relaciones posteriores que el niño pueda llegar a establecer.

La etapa pre-natal, la experiencia de parto, las primeras horas e incluso el primer año de vida es sumamente importante para el desarrollo emocional de la persona. Este desarrollo no terminará aquí, sino que continuará hasta la muerte.

El desarrollo del hombre es producto de la herencia, de un proceso de maduración y acumulación de experiencia de vida. Es un proceso lento pero continuo, tanto en los aspectos biopsicosocial. La salud  implica madures adecuada a cada edad. Es imposible

el desarrollo normal si la relación mamá-bebé se entorpece de alguna manera. Es este caso el niño desarrollará un self (un YO) falso.

En todas las etapas el niño necesitará satisfacer ciertas necesidades como por ejemplo, desde lo biológico, con una buena alimentación. Desde lo psico-social, necesitará un contacto afectuoso con sus progenitores así se sentarán las bases de una personalidad sana.

Desde el primer minuto necesita a alguien que lo conozca a la perfección, esta es su mamá.

Hay que reflexionar cómo una mamá alza a su bebé, como lo baña, cómo lo muda de ropa. Si observamos detenidamente nos damos cuenta que la mamá hace todas estas simples actividades con el mayor de los cuidados. Trata de no asustar la bebé, de no hacerle doler, de tomarlo con cuidado, de que no pase frío etc. ¿Porqué lo hace así? La respuesta es por que lo ama. “El cuidado del propio bebé es enteramente personal, una tarea que nadie puede asumir y realizar con igual eficacia”.

La mamá ha desarrollado sentimientos que le permiten:

  1. advertir lo que necesita el bebé
  2. obtener con cuidado su cooperación
  3. trasmitir seguridad

La madre cuida a su hijo, no lo involucra en sus problemas, no se desquita sus broncas con él. Parecería que abandona todo lo que siente para poder contactarse con el pequeño. La mujer reserva para sí sus estados de ánimo, sus preocupaciones, miedos, excitaciones y dolores, para reservar para el bebé lo que le pertenece a él. Así el niño comienza a conocer su olor, su sabor, su calor, su voz, etc. Esto constituye la base de las futuras relaciones.

Se puede afirmar que la madre realiza una adaptación activa a las necesidades de su bebé, lo que es totalmente necesario para su desarrollo emocional. La madre es necesaria para el bebé:

  • como persona viva y entera. Ella es un ser humano maduro y total que tiene el amor y la fuerza necesaria para satisfacer todas sus necesidades. El bebé debe poder acceder al cuerpo de su mamá para poder sentir su calor, sus olores, sus colores. Solo así satisface  sus necesidades psico-físicas

La madre se embarca en una gran tarea, el bebé al comienzo solo percibe la técnica , pero luego irá teniendo una imagen completa de ella.

En la madre hay “algo” que la hace apta para protegerlo, lo que le permite contribuir positivamente a las necesidades del pequeño. El un primer momento el rol de la madre es fundamental, puede contribuir positivamente a las necesidades del bebé. Esta capacidad no se funda en el conocimiento, sino en una actitud afectiva que adquiere naturalmente en el embarazo, y pierde gradualmente luego del nacimiento.  La madre puede cumplir esta tarea si se siente querida, contenida y apoyada por el medio que la rodea.

Para poder estudiar el vínculo entre mamá –bebé es necesario diferenciar lo que es de la madre (adulto desarrollado) y lo que pertenece al niño (en desarrollo).

La madre se identifica con su hijo, y este con ella. La mujer embarazada se identifica con el feto; lo considera como un objeto interno que vive dentro suyo. Piensa en él, lo imagina, lo espera  y le asigna un significado según su fantasía inconsciente.

Durante los primeros meses de vida el niño necesita una madre “Devota”, no significa que sea instruida, inteligente o educada. Lo importante es la devoción que surge naturalmente hacia el pequeño y le permite adaptarse activamente a sus múltiples necesidades. En la relación mamá bebé , toda madre es una experta con su niño, es la única que puede saber como obrar con ese bebé en particular. La única explicación a esto es su devoción.

Es muy importante que la mamá pueda tener en sus brazos a su bebé inmediatamente después del parto y es necesario que permanezca con él por lo menos durante 30 minutos después del parto para dar inicio a un cúmulo de interacciones que asegurarán un óptimo desarrollo. La madre comenzará a hablarle, a acariciarlo, a mirarlo, a conocerlo, ofreciéndole su propio calor, olor y sabor. Solo así pueden comenzar diferentes procesos y mecanismos hormonales, sensoriales, fisiológicos, inmunológicos y fundamentalmente psicológicos en el menor. Luego de iniciado este proceso de comunicación, recién pueden ingresar el padre y más tarde los hermanos.

Hasta hace poco tiempo se utilizaban en los hospitales, las nursery. Se consideraban buenas para alojar al pequeño que estaba al cuidado de enfermeras ampliamente especializadas. Al tenerlo allí  la madre se recuperaba tranquilamente del parto y al niño se lo protegía del frío, de las infecciones, de los estímulos dañinos. Pero estas nursery evitaban el normal establecimiento del denominado “Vínculo temprano”, o sea que beneficiaban el estado del cuerpo perjudicando psicológicamente al niño.    

La madre debe iniciar inmediatamente el amamantamiento y repetirlo cada vez que lo considere necesario (self demand), pero poco a poco la madre establecerá el ritmo de cada mamada ( se aconseja cada tres horas)

La mujer que lo engendró tiene a cargo todas las actividades relacionadas con el pequeño: debe hacerlo dormir, cambiarle los pañales, mudarlo de ropa etc. Cada vez hará esta tarea con mayor confianza y esto le permitirá conocer a su bebé, su temperamento, el significado de cada una de sus manifestaciones y sabrá así cómo calmar sus angustias.    

Winnicott afirma que existe en toda madre una “preocupación materna primaria” que le permite conocer a su bebé mejor que nadie, además le permite despojarse de todos sus intereses y preocupaciones a favor del menor.

Normalmente alrededor de esta pareja tan especial (mamá formada- bebé en formación) se forma un vínculo protector que los cuida, ya que ambos en este momento son extremadamente vulnerables.

A medida que pasa el tiempo la madre comienza a recuperar el interés por ella misma, y es el momento de comenzar el destete.

Cuando el vínculo temprano no se establece, muchas veces es a causa de la patología que presenta la madre. No puede conectarse y conocer a su bebé, y otras veces no puede separarse de él. Los pequeños que no tienen la atención adecuada tienden a no desarrollarse en forma normal, tienen altibajos o tienden a parecerse a los otros en su conducta (son inquietos, apáticos, sometidos, inhibidos).

La madre siente a su hijo como un ser humano completo, cuando todavía él mismo es incapaz de saberlo.

El psiquismo del pequeño ha comenzado a desarrollarse en torno a su propio funcionamiento corporal. Todavía no existe su YO, no conoce a su madre (como objeto diferente a él) ni tampoco conoce a el mundo externo. El YO solo existe en potencia.

Se necesita una madre “Bastante buena” para que el niño comience a desarrollar su YO. Éste comienza apuntalado por el de su madre, y le permite organizar sus defensas frente a las demandas del ELLO. Paulatinamente se afirman como personas siendo y sintiéndose  individuos diferentes a los demás.

La madre debe estar cerca de su hijo para responder a todos sus reclamos y necesidades. Las necesidades se dividen en básicas (vitales y emocionales) y en derivadas( surgen de la inserción de las necesidades básicas en la cultura).

El buen cuidado primario  es necesario para poder convertirse en un adulto sano. Si bien existe una tendencia innata al desarrollo psicológico, éste dependerá de la buena función que cumpla la madre. Ella debe sentirse contenida por su medio para cumplir con las funciones de:

  • SOSTENIMIENTO: La forma en que la madre sostiene y acuna a su bebé en brazos, está relacionada con su capacidad para poder identificarse  con él. Si él se siente bien sostenido va a tener sensaciones de seguridad. Si no lo sostiene correctamente  el bebé sentirá una intensa angustia provocada por la sensación de caer indefinidamente al vacío, de desintegrarse y fundamentalmente se afianza la creencia de que el mundo externo es amenazante e inseguro.  La postura de la madre implica comunicación, expresa la actitud mental y afectiva de la madre, su tensión o distensión. Siempre la postura de la madre va a provocar una reacción en el niño quien adopta una postura determinada de rigidez o relajación. Un movimiento de uno, provoca un movimiento en el otro. Este diálogo corporal permite que ambos se conozcan y se establezca entre ellos una interacción afectiva. Los brazos de la madre establecen límites para el bebé, quien al no ser sostenido puede tener la fantasía de desparramarse como si estuviera en estado líquido. Los brazos de la madre contienen al niño.
  • MANIPULACIÓN: A través de la forma en que la madre lo maneja, lo mueve, lo cambia, lo lava, el niño realiza una asociación psicosomática que le permite percibir lo real como contrario a lo irreal estimulando el tono muscular y la coordinación. Todo cuidado físico por parte de la madre , se traducen para el niño en cuestiones psicológicas. El buen manejo físico se interpreta como amor . Las satisfacciones de las necesidades básicas y adquiridas contribuyen a que el psiquismo infantil comience a existir en el cuerpo del bebé.
  • MOSTRACIÓN DE OBJETOS: La madre comienza a mostrarle el mundo externo al bebé de la única manera que no provoca caos en él, o sea satisfaciendo cada una de las necesidades que presenta en el momento oportuno, ni antes ni después que lo necesita. La madre es la que trasmite todos los mensajes del exterior promoviendo la interacción con él. La mostración de objetos promueve en el bebé la capacidad de relacionarse con ellos para presentar el mundo al bebé. Cuando la madre satisface el hambre de su hijo, él ilusiona que él mismo puede crear aquello que necesita.  Lo que necesitaba “él mismo lo creó”. Aquí comienza la relación mundo interno-externo.
  • DESILUSIÓN:  Porque primero le permitió que él se ilusionara creador del mundo a partir de una necesidad. Ahora debe desilusionarse, debe aprender que el medio es el que satisface, además que no siempre lo hace automáticamente ni cuando uno quiere. Por lo tanto debe aprender a esperar y es aquí cuando comienza a aceptar y tolerar la realidad externa. La desilusión va de la mano del destete. La desilusión le permitirá al niño renunciar al sentimiento ilusorio de omnipotencia y plenitud propio de los primeros días de vida. Solo así el niño irá madurando paulatinamente. Durante el primer año es necesario que el niño tenga experiencias placenteras y displacenteras, porque ambas tienen la misma importancia en el armado del aparato psíquico y de la personalidad. Todo este proceso es necesario para empezar a tolerar la frustración que es el principio del sentido de la realidad. Es importante que la madre durante los primeros días de vida del hijo se muestre frente al niño como un ser todo poderoso y buen. Pero poco a poco debe mostrarse  como buena por momentos y como la  “mala” en otros, debe también frustrarlo. Solo esto le permitirá aceptar estos dos aspectos de su madre permitiéndolo aceptarla como alguien diferente a él y empezarse a auto percibirse como individuo.

 

Bibliografía: Winnicott “La familia y el desarrollo del individuo” Parte I Capítulos 1 y2.

                      Editorial Lumen Hormé

                      Escobar, María Josefina “Funciones maternas del vínculo temprano del bebé ciego” (tesis 2004)

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