Estereotipos, prejuicios y discriminación

 Universidad Católica de Santa María

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Facultad de Ciencias y Tecnologías Sociales y Humanidades

Escuela Profesional de Psicología

Estereotipos, prejuicios y discriminación

Arotaype Gutierrez,Nicole

Calcina Aguilar,Sheyla

Delgado Cisneros,Diana

Gómez Mamani,Shirley

Pacho Pérez,Jhoselyn

Vega Matos,Milagros

Arequipa-Perú

2020

ESTEREOTIPOS, PREJUICIOS Y DISCRIMINACIÓN

Los estereotipos y prejuicios siguen siendo parte de nuestro día a día, a pesar de que muchos de estos se están intentando erradicar, las conductas discriminatorias siguen presentes. El objetivo de este trabajo es definir los términos antes mencionados, así como analizar los procesos sociales detrás de ellos, para poder comprenderlos y concientizar a las personas sobre una convivencia sin discriminación.

Para empezar, es necesario hacer una distinción de los términos racismo, sexismo, estereotipos, prejuicios y discriminación. Según Riedemann (2015) se considera racismo cuando se hace cualquier expresión verbal que haga referencia la clasificación de los seres humanos en razas, también se entiende por racismo el prejuicio o discriminación basándose en su origen racial.         

Por otro lado, el sexismo se define cuando el hombre toma el control sobre las mujeres,  ubicándolas en un grupo inferior el cual limita el rol femenino (Glick & Fiske, 2001). A pesar de que no es aceptado desde ya tiempo atrás, aún se sigue presentando con más frecuencia en nuestra sociedad causando daños emocionales a muchas personas. Una teoría que explica el sexismo fue planteada por Glick y Fiske (2001) donde sostienen que el sexismo se caracteriza por la ambivalencia y no únicamente por una actitud antipática , así mismo Brillo, Falces y Becerra (2007) afirman que estas actitudes ambivalentes se presentan cuando una persona sostiene a la misma vez dos actitudes simultáneas de signo positivo como es la benevolencia y otra negativa como la hostilidad hacia una misma dirección u objeto. Dentro del sexismo, ocurre también un fenómeno llamado cosificación, este se describe como la frecuencia en que las mujeres son tratadas de una manera deshumanizada , siendo tratadas como objetos y no como los seres humanos que son, un ejemplo de esto es la publicidad que toma a las mujeres como objetos sexuales o solo partes de un cuerpo. Así mismo, se habla de dobles estándares, según Málaga (2018) se refiere a un síntoma de desigualdad de género siendo influidas por nuestra conducta y percepción desde un marco de esquemas de género, esto se puede observar en la devaluación hacia las mujeres cuando realizan tareas que comúnmente son realizadas por hombres.

En cuanto a los estereotipos, Xie (2006) asume que estos describen características y roles que tienen influencia en la conducta de hombres y mujeres , podemos añadir que cuando se habla de estereotipos se entiende que son la asociación con la que se vincula a un grupo.

         Una de las consecuencias más influyentemente negativas del estereotipo en la vida actual sería los impactos en cuanto al performance corporativo y de particularidad que tenga la persona. Se presenta un tipo de vivencia de inquietud, desasosiego por ser estimado con fundamentos en pautas de estereotipos perniciosos con relación del colectivo al que se integra (Kassin, Fein & Markus, 2015). Según Steele (1997) el amedrentamiento e intimidación del estereotipo es ejecutado de forma crítica para el intelectual desempeño e identidad de personas de un conjunto estereotipado, esto puede entorpecer la consecución y éxito normativo de la persona de dos maneras: uno por respuestas frente a la coacción, por ejemplo con la subida de ansiedad y la desatención por pensamientos distractores; dos por si ya la amenaza se vuelve crónica en cuanto al ámbito de estudio o trabajo lo que produciría el no reconocimiento con su contexto, y se separara viéndolo como no relevante para su identidad y autoestima.

Mientras que los prejuicios, son una actitud con sentimientos de desprecio o disgusto hacia un grupo (Martínez, 2018). Generalmente el sitio para los prejuicios y estereotipos están centrados en el cómo una persona puede verse, o su manera de lenguaje, o hasta su lugar de origen y más. Esto permite que se dé la estigmatización, que es el sentirse una persona estereotipada de forma insistente, observada de acuerdo como atípica o rara, rebajada ante la comunidad, por poseer rasgos característicos de un conjunto de cultura o por la pertenencia de un grupo singular (Kassin, Fein & Markus, 2015).

Por otro lado, la discriminación es una conducta sistemática de desprecio hacia una persona que tiene como base a un prejuicio negativo y como resultado ya sea intencional o no dañar sus derechos (Rodrígues, 2005). un punto notable en esta conducta es la modificación de las posiciones y comportamientos en las sociedades. Todavía en el tiempo contemporáneo en el que nos encontramos es menos admisible el poner a la vista la discriminación y el prejuicio evidente de diversas clases, sin embargo, algunos cursos y formas aparentemente son mirados como permisibles, por ejemplo, los fundados en la sexualidad y el peso, estos continúan estando inconcebiblemente perceptibles y notorias, generalmente se encuentra en medio de las cuestiones comunitarias más debatidos y polémicos (Kassin, Fein & Markus, 2015).

En exploraciones e investigaciones se afirmaría que la discriminación pronosticaría consecuencias dañinas para la salud psicológica y fisiológica, esto llevaría a por ejemplo depresión, presión sanguínea elevada, etc., de la persona estigmatizada (Pascoe & Smart Richman, 2009).

Una de las posibles causas de estas conductas puede ser la categorización social. El mundo social se divide en grupos y estos pueden ser las raíces del estereotipo, el prejuicio y la discriminación. La categorización social, se refiere al proceso de dividirnos y agruparnos en base a atributos como género, edad, raza, etc. (Kassin, Fein & Markus, 2015). A pesar de que este proceso puede ser natural y adaptable, a la vez que permite ahorrar tiempo al formar impresiones basadas en la experiencia, tiene un costo. Categorizar personas lleva a sobreestimar las diferencias entre los grupos y a subestimar las que existen dentro de ellos (Krueger & DiDonato, 2008; Wyer et al., 2002) e incluso puede afectar la percepción básica de la persona. Así mismo, la raza, el género y la edad son las que dominan mayormente nuestras percepciones (Ito & Urland, 2003; Yzerbyt & Demoulin, 2010) aunque esta también se ve afectada por la condición social y económica de la gente (Sánchez & García, 2012).

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