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Estrategias Grupales


Enviado por   •  23 de Marzo de 2014  •  3.448 Palabras (14 Páginas)  •  681 Visitas

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INTRODUCCION

Desde estas perspectivas el sistema educativo debe adaptarse a los nuevos Paradigmas de aprendizaje, motivo por el cual la presente investigación aborda un tema que reviste interés para una comunidad docente que constantemente exige metodologías que ayuden a superar las dificultades cotidianas del aula, relacionadas con los contenidos abstractos de la asignatura, en momentos en que se da la construcción del conocimiento y se imprime una gran importancia al cómo aprende el individuo y cómo debe enseñársele a aprender.

Podemos definir Aprendizaje como un proceso donde los seres vivos adquieren una nueva conducta o se extingue alguna conducta, como resultado de experiencias o prácticas. Vale la pena insistir en la importancia que tiene enseñarles a los alumnos estrategias que le permitan mejorar su comprensión, organizar y controlar su propio aprendizaje, dado que es imperativo que el alumno desarrolle destrezas en el manejo de instrumentos, aprenda a tabular datos, procese información y la transfiera procesada a su quehacer diario, motivo por el cual el presente informe nos enfocaremos sobre la biografía de LEV VIGOSKY y CARL ROGERS, sus estudios con respecto a las corrientes de la psicología, sus trabajos, obras y aportes a la educación.

FASES DEL PROCESO GRUPAL SEGÚN CARL ROGER

Carl Rogers (1997) plantea como elemento común de la experiencia grupal quince fases por las que atraviesa ungrupo, algunas suelen aparecer pronto, otra mas tarde, a criterio de este autor, no existe una secuencia definida que permita establecer, donde termina una y donde comienza otra. el considera que esta interacción es un variado tapiz que es diferente de grupo en grupo, pero que, en la mayoría se observan con claridad determinados esquemas predominantes, estas fases se describen en detalle a continuación:

1) Etapa de rodeos: en estos grupos donde se trabajaba con personas que se desconocían, lo primero que sucedía es una cierta confusión inicial, mucho más cuando el facilitador enfatiza la idea de que el grupo tiene libertad para autodirigirse, es decir, que no tienen ninguna consigna, ni objetivo por para del facilitador (no directividad).

Desde luego que esta confusión producto de la falta de confianza y desconocimiento de los otros genera angustia; para elaborarla se puede hacer una presentación de cada uno, y que el facilitador pregunte ‘¿por qué estamos aquí?’.

2) Resistencia a la expresión o exploración personal: recuerden, imaginen tener dos yo es, un yo privado que es el más íntimo, y el público, el que presentamos ante los otros. En estos momentos del grupo nos relacionamos mucho más con el público, desde roles sociales, estereotipias etc.; el acceso al yo íntimo requiere de una matriz relacional de confianza entre los miembros del grupo para expresarse. Expresarse y poder generar las condiciones para explorarse, de esto depende el crecimiento personal con los otros.

3) Descripción de sentimiento del pasado: los primeros sentimientos que se expresan son del pasado, no del aquí y ahora, es una cuestión que podríamos llamar lógica, es el modo defensivo de conectar de a poco con lo que sentimos en este momento, de a poco se acortan las distancias para expresar los sentimientos actuales.

4) Expresión de sentimientos negativos: los primeros sentimientos del aquí y ahora (personal y actual), se presentan en actitudes negativas. Esto se produce a modo de prueba del grupo y del facilitador, se prueba la libertad y la confianza del grupo para ver si uno puedo expresarse del sí mismo.

Como verán estas primeras etapas van forjando el clima psicológico necesario para la autenticidad.

5) Expresión y exploración de material personalmente significativo: comienza a generarse el clima de confianza y se produce, aun con rechazo, la autoexploración. Para esto, a su vez, el grupo se va volviendo más receptivo (comprensión empática y aceptación positiva incondicional).

6) Expresión de sentimientos interpersonales inmediatos dentro del grupo: comienzan a expresarse los sentimientos inmediatos, no mediatizados por el intelecto, tanto positivo como negativo.

Se busca explorar cada uno de ellos en relación con el aquí y ahora.

7)Desarrollo en el grupo de la capacidad de aliviar el dolor: el clima grupal que se genera, enmarcado en la libertad de expresión, está generado para las actitudes facilitadoras que, en un comienzo, poseía sólo el facilitador y ahora se han transmitido e interiorizado, a los demás integrantes.

Entonces el grupo asume actitudes que posibilita el encarar de forma útil, facilitadora y terapéutica el dolor y sufrimiento de otros.

8) Aceptación de sí mismo y comienzo del cambio: esta aceptación de sí es la condición necesaria para el cambio, piensen que, por ejemplo, si uno no puede aceptar determinadas facetas de su personalidad es imposible cambiarlas, entonces si no acepto que siento envidia por el modo en que alguien se maneja con los otros, difícil será que pueda hacer otra cosa más que seguir envidiando con todo lo que esto supone. Por empezar, inmoviliza todo crecimiento, la envidia es una fuerza reaccionaria.

9)Resquebrajamiento de las fachadas: Entonces, comenzamos a expresarnos con autenticidad con respecto a nosotros y a lo que sentimos que nos pasa con los otros del grupo, y dadas estas condiciones y la confianza entre las personas, hacen que caigan las máscaras del yo público, ahí donde nos ocultamos para no querer saber nada de nosotros mismos. Caen los convencionalismos y comienza a gestarse el Encuentro Básico, un modo de relacionarnos que no es del orden del trato social rígido, sino un encuentro que nos encuentra como personas.

10) El individuo recibe realimentación: entonces, se produce una interacción libremente expresiva y cada uno recibe de los otros, como en espejo, una mirada sobre sí mismo. De esta manera, nos enriquecemos, dado que en muchos casos la mirada de los otros nos habla de aquellas facetas de la personalidad que escapan a nuestro registro consciente. No se trata de pensar que siempre los otros me conocen más que yo a mí mismo, sino de sostener la posibilidad de que los otros pueden ayudarnos a visibilizar cuestiones que se nos escapan de nosotros mismos.

11) Enfrentamiento: se produce una realimentación negativa que puede llegar a un enfrentamiento, se intenta moderar consensualmente este tipo de expresiones negativas. No evitarlas, sino moderarlas.

12) La relación asistencial fuera de las sesiones: se va generando entre los miembros del grupo cierta disposición de comprensión, apoyo, contención y afecto en la continuación de las relaciones por fuera del encuentro grupal. Estas disposiciones relacionales sostienen en el tiempo los efectos terapéuticos fuera del grupo.

13) El encuentro básico: hemos llegado al objetivo que como facilitadores nos proponemos, la realización entre los integrantes del grupo de un contacto íntimo y directo, más profundo que el de la vida corriente que se rige por los convencionalismos sociales. Expresión libre y espontánea, despojada de interpretaciones y juicios, saber escuchar empáticamente a los otros, es decir, primero reconocer en el otro a una persona diferente a uno, aceptar esa diferencia y comprenderla desde su lugar. Se trata de no imponer nuestra percepción del mundo sino de aceptar y entender la de los otros. Esta escucha sensible, activa y empática de los otros, esta comprensión, ya es de por sí un lugar de sostén y contención, que posibilita trabajar la flexibilización de las posiciones subjetivas rígidas que adoptamos ante muchas situaciones y nos impiden crear una salida. Estamos atorados en determinadas situaciones existenciales que obstaculizan el crecimiento personal, nos paralizan, cuando creemos que las cosas son de una única manera o forma es imposible encontrar alternativas para resolver determinados conflictos. Buscamos enriquecernos y crecer, desde las múltiples perspectivas de la realidad que nos ofrecen los otros.

14) Expresión de sentimientos positivos y acercamiento mutuo: esto configura actitudes positivas y curativas, se establecen relaciones de confianza que generan acercamiento entre las personas.

Ya no distancias tajantes que hacen al individualismo, sino acercamientos humanos desde lo afectivo-sentimental, desde el sentir nos humanizamos y nos reconocemos en los otros.

15)Cambios de conducta en el grupo: se producen las transformaciones entre las personas, cambian las conductas que devienen ya no individuales sino relacionales, es decir, que consideran a los otros, y también se mutan las pequeñas expresiones como tonos de voz, gestos, etc., todas en relación al sentir-se entre otras personas. La posibilidad de los cambios, como verán, se produce en el momento en que nos inscribimos en el proceso de convertirnos en personas, es decir, en el momento en que rompemos con los egoísmos individualistas y nuestras pequeñas miserias narcisísticas.

Para finalizar cabe aclarar, que el proceso grupal, su dinámica, es lógica y no cronológico, es decir, que Carl Rogersdescribe lo que él vivencia en los grupos y le pone un nombre que es el que aparece en las fases. Esta secuencia lógica de las fases se despliega de forma lógica, no cronológica, esto quiere decir que algunas fases se pueden dar en un mismo tiempo, pero que algunas condiciones tiene que haber para que se den algunas cosas, por ejemplo, si no se establecen relaciones de confianza difícilmente las personas puedan generar una apertura de sí para vivenciarse en esa red interrelacional afectiva que son los espacios grupales

El rol del docente en las fases del modelo de carl rogers

1. El facilitador tiene mucho que ver con establecer la disposición de ánimo general o ambiente de la experiencia del grupo o de la clase.

2. El facilitador ayuda a producir y clarificar los propósitos de los individuos de la clase y los propósitos más generales del grupo.

3. Él/ella confía en el deseo de cada estudiante para implementar aquellos propósitos que tengan significado para él como la fuerza motivacional detrás del aprendizaje significativo.

4. Se esfuerza por organizar y hacer disponibles la más amplia gama de recursos para el aprendizaje.

5. Se considere a sí mismo/a como una fuente flexible a ser utilizada por el grupo.

6. En respuesta a las expresiones del grupo-curso, acepta tanto el contenido intelectual como las actitudes emocionales, esforzándose por darle a cada aspecto el grado aproximado de énfasis que tiene para el individuo o grupo.

7. Cuando se ha establecido un ambiente de aceptación en la sala de clases, el facilitador es capaz, en forma creciente, de transformarse en un estudiante participante, un miembro del grupo, que expresa sus puntos de vista sólo como aquellos de un individuo.

8. Toma la iniciativa en compartir con el grupo -tanto sus sentimientos como sus pensamientos- de tal manera que no exija ni imponga sino que represente una manera personal de participación que los estudiantes pueden aceptar o no.

9. A través de la experiencia de la sala de clases, permanece alerta a las expresiones que indican sentimientos profundos o muy fuertes.

10. En su función como facilitador/a del aprendizaje, el facilitador se esfuerza por reconocer y aceptar sus propias limitaciones.

En estos grupos se aprende la tolerancia hacia los demás, el permitirles que piensen o sientan de modo diferente al nuestro. No tiene sentido intentar transformar a la gente y empujarla a ser como nosotros suponemos que debieran ser.

APLICACION DE ESTUDIO

Rogers se interesó en el estudio del individuo en sí mismo. Para esto desarrolló una teoría de la personalidad centrada en el yo, en la que se ve al hombre como un ser racional, con el mejor conocimiento posible de sí mismo y de sus reacciones, proponiendo además el autoconocimiento como base de la personalidad y a cada individuo como ser individual y único. Según Hall (1975), Rogers en su teoría de la personalidad le otorga una importancia fundamental a dos constructos, que serán la base de ésta, tales constructos son el organismo y el si mismo.

El organismo, sería el centro de cualquier experiencia que incluya todo aquello que ocurre internamente en el organismo. Esta totalidad experiencias constituye el campo fenoménico que es el marco de referencia individual conocido solo por la persona. De hecho el modo como el individuo se comporta depende del campo fenoménico, es decir, la realidad subjetiva y no de las condiciones estimulantes (realidad externa), este campo fenoménico sería entonces para Rogers la simbolización de parte de las experiencias de cada persona. Es posible, sin embargo, que la experiencia no se represente de un modo correcto, en dicho caso la persona se desempeñará inadecuadamente. Según la teoría de Rogers todas las personas tienden a confrontar sus experiencias simbólicas con el mundo objetivo, esta verificación de la realidad le proporciona al sujeto un conocimiento confiable del mundo el cual le permite conducirse adecuadamente en la sociedad, sin embargo en algunas ocasiones estas verificaciones pueden ser incorrectas, lo cual conlleva al individuo a tener un comportamiento carente de realismo.

El si mismo por otra parte sería una parte del campo fenoménico que poco a poco se va diferenciando y que en definitiva representa lo que la persona es. Además del si mismo como tal, existe un si mismo ideal que representa lo que la persona desearía ser.

Podríamos decir entonces, en términos más simples, que el yo o si mismo estaría constituido por un conjunto cambiante de percepciones que se refieren al propio individuo. Como ejemplo de estas percepciones tendríamos: las características, atributos, capacidad, valores, etc, que el sujeto reconoce como descriptivos de su persona y que percibe como partes de su identidad. Mientras que el organismo sería la unidad psicofísica total de la cual el yo formaría parte.

El organismo posee la tendencia innata a la actualización, la cual preside el ejercicio de todas las funciones, tanto físicas como de la experiencia. Tiende constantemente a desarrollar las potencialidades de los individuos para asegurar su conservación y enriquecimiento, teniendo en cuenta las posibilidades y los límites del ambiente. Por lo tanto, ya que el yo o "si mismo" es parte del organismo podemos concluir que también está sujeto a lo que es la tendencia actualizadora. La tendencia a la actualización del yo actúa constantemente y tiende, también constantemente a la conservación y al enriquecimiento del yo, es decir, se opone a todo lo que lo comprometa. Sin embargo, el éxito o la eficacia de esta acción, no depende de la situación real u objetiva, sino de la situación tal como el sujeto la percibe, y el sujeto percibe la situación en función de la noción que tiene de su yo. Podríamos decir entonces que, de acuerdo a Rogers, el mundo es percibido a través del prisma del yo, o sea, lo que se refiere al yo tiene tendencia a ser percibido en relieve y es susceptible de ser modificado en función de los deseos del sujeto, mientras que lo que no tiene relación con el yo, tiene tendencia a ser percibido de forma mas vaga o a ser totalmente pasado por alto. De tal modo que en última instancia, es la noción que se tiene del yo la que determina la eficacia o ineficacia de la tendencia actualizante (Rogers y Kinget, 1967).

Un ejemplo de lo anterior sería el caso de un sujeto invitado a participar de un festival de canto. Si él se percibe a si mismo como una persona "desafinada" evitará presentarse a la competición, por muy talentoso que este, de hecho, sea y por muy ventajosa que sea la oportunidad. Esto se debe a que para el sujeto la participación en el concurso en lugar de representar una ocasión de enriquecimiento, se presenta como un riesgo para la conservación de su yo, tal como el lo percibe. Supongamos luego que el mismo sujeto se percibe a si mismo como poco resistente a los fracasos o al ridículo. En presencia de tal concepción del yo, la tendencia actualizadora en lugar de incitar al sujeto a participar del festival le lleva, más bien, a abstenerse, defendiendo la imagen que tiene de si mismo.

A partir de lo anterior podemos observar que la eficacia de la tendencia a la actualización del yo depende del carácter realista de la noción del yo. La noción del yo es realista cuando hay correspondencia o congruencia entre los atributos que el sujeto cree poseer y los que posee en realidad. Para comprobar el carácter realista de cualquier percepción que atañe a la noción del yo, el individuo dispone de dos clases de criterios. El primero se refiere a la experiencia vivida del sujeto (a propósito del objeto en cuestión), mientras que el segundo consiste en el testimonio que da la conducta del sujeto y la de los demás respecto a él. En el caso de que la noción del yo sea real, la actualización estará guiada de un modo adecuado y el individuo tendrá bastantes probabilidades de alcanzar los fines que se propone; en el caso contrario, es decir, cuando la noción del yo lleva consigo lagunas y errores (como sería el caso de los individuos que se apegan al yo ideal que plantea Horney) la tendencia actualizante no aparecerá clara, se propondrá fines difíciles de alcanzar, sino irrealizables que terminaran en frustraciones y fracasos, los cuales obstaculizan el buen rendimiento (Rogers y Kinget, 1967).

Sin embargo según Frick (1973) pocas personas se aproximan al ideal de congruencia de Rogers, por el contrario más a menudo prevalece un estado de incongruencia (es decir la noción del yo de la persona no es correcta). Dicho estado de incongruencia sobrevendría cuando de imponen al individuo condiciones de valía. Bajo la influencia de una consideración positiva condicional por parte de las personas significativas en su vida se alienta al individuo a negar aspectos importantes de su propia experiencia para satisfacer la necesidad de consideración positiva y los requisitos de amor condicional. Creo necesario en este punto resaltar como, al igual que en la propuesta de Horney sobre la "formación" del yo ideal, una actitud negativa del ambiente del individuo es lo que origina también una noción del yo irreal, que trae como una de sus primeras consecuencias la incongruencia. Prosiguiendo con lo anterior, está disposición del individuo de buscar la consideración positiva y los requisitos de amor condicional de sus personas significativas produce una enajenación de la persona con respecto a las fuentes de su propio ser. Como resultado de esto, podemos decir que persiste la tendencia a la auto actualización, la cual para Rogers se encuentra "ligada a la tendencia de actualización innata que implica el crecimiento orgánico e inherente al yo, que promueve su expresión y evolución" (DiCaprio, 1985, p.355), pero en forma disociada, al margen de la tendencia actualizadora inherente es trastornada y su energías prestan apoyo a conductas, sentimientos y valores aprendidos que no actualizan al individuo. A medida que el individuo realiza un número mayor de las condiciones de valía que se exigen de él, se aleja cada vez más de su propia experiencia. De esta forma la noción del yo y el yo real se han vuelto incongruentes, y esta incongruencia es considerada por Rogers como el comienzo de la desintegración de la persona y la base de toda patología psicológica. La solución para este problema pasaría por lograr que la persona se reconozca y acepte tal como es.

SECUENCIA DE LAS FASES DEL GRUPO DE APRENDIZAJE

FASE 1: definir la situación de ayuda. El profesor anima a la libre expresión de sentimientos

FASE 2: explorar el problema. Anima al alumno a definir su problema, el profesor acepta y clarifica los sentimientos.

FASE3: desarrollar el INSIGHT. el alumno discute el problema el profesor apoya al alumno

FASE 4: planear y tomar decisiones iniciales, el profesor clarifica las posibles decisiones

FASE 5: INTEGRACION: el alumno obtiene ganancias de un mejor insigth y piensa en mas posibilidades de acción.

FASE 6: Acciones fuera de la entrevista, el alumno inicia pruebas y acciones positivas

CONCLUSION

Al referirnos al enfoque en diversos y ricos en análisis y propuestas que han tenido un sitial pedagógico en el tiempo y que en muchos países latinoamericano han aportado a la pedagogía y a su curricular se puede destacar lo siguiente:

Carl Roger concluye:

Que el maestro actúa como experto, orientador y facilitador sin autoridad directa. Y que existe Libertad plena y democratización de la enseñanza sin dependencia alguna. Contribuyendo al Desarrollo de la personalidad del alumno en correspondencia a sus necesidades e intereses, fomentando una investigación científica. y participando con los alumnos en la elaboración del currículo y desarrollo del proceso educativo.

Carl Roger nos conduce a que la educación más que un proceso de formación es un universo de creación, que desarrolla en las virtudes y los valores humanos, Proponemos en este espacio, con la mayor honestidad intelectual que nos sea posible, un punto de encuentro entre ambas miradas.

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