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Etapas de la vida. La evolución que sufre el ser humano durante su vida desde su nacimiento hasta su fallecimiento


Enviado por   •  1 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  2.255 Palabras (10 Páginas)  •  240 Visitas

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        La evolución que sufre el ser humano durante su vida desde su nacimiento hasta su fallecimiento lo llamamos desarrollo humano la cual tiene que ver con los cambios psicológicos y físicos, tanto cualitativos como cuantitativos, que acontecen a lo largo de toda la vida del ser humano. Al decir cambios psicológicos podemos referirnos aquellos cambios que experimenta nuestra mente y cambia nuestra manera de pensar,  actuar, entender y analizarse a sí mismo y al mundo que nos rodea.  El cambio físico es la evolución del aspecto, los diferentes cambios que experimenta el cuerpo como estatura, masa muscular, se desarrollan partes del cuerpo y van progresando hacia el estado fisiológico adulto. En cuanto al desarrollo sexual del individuo este se encuentra impulsado por la persona y de su modo de actuar, de la relación con su medio y de las circunstancias que de él proceden. El desarrollo y, en general, la vida del ser humano suele diferenciarse por siete etapas o fases de crecimiento como son:  Etapa prenatal, La Infancia, La Niñez, La Adolescencia, Juventud, la Adultez y la Ancianidad, tomando en cuenta que cada etapa no se puede decir con exactitud cuándo comienza y cuándo termina,  ya que cada persona tiene su propio ritmo de desarrollo. Comenzando las etapas de desarrollo encontramos La etapa prenatal, es la primera de las etapas dentro del desarrollo del ser humano y precede a la infancia. También se le denomina fase de la vida intrauterina o etapa de desarrollo intrauterino. Es la que se desarrolla en el vientre materno en el periodo también llamado embarazo. Transcurre desde la concepción o fecundación del huevo hasta su nacimiento en el parto, esta etapa culmina con el Periodo Fetal, periodo en el que el embrión llega a su culminación, el feto ya tiene definida la forma de un ser humano y seguirá desarrollándose 7 meses más hasta abandonar el útero materno a través del nacimiento. Después de esta primera etapa encontramos La Infancia, es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años. En los primeros años de esta etapa el ser humano se interesa en ejercitar sus órganos sensoriales, movimientos y lenguaje, y manipula de forma repetida los objetos que se encuentran a su alcance. A través de este aprendizaje en los tres primeros años el ser humano adquiere capacidades básicas como manejar sus manos, ponerse de pie, caminar, el hablar, hasta desplazarse por su propio medio. En cuanto a el desarrollo físico se genera un desarrollo muscular que se produce tanto para las habilidades motoras finas (por ejemplo, con las manos y los brazos) y el tamaño muscular y fuerza, se caracteriza también por un aumento general de tamaño y peso dando paso al desarrollo esquelético donde las estructuras esqueléticas que se forman durante el período prenatal al principio son de cartílago suave que se endurece de modo gradual para formar material óseo. Al nacer, la mayor parte de los huesos del bebé son suaves, flexibles y difíciles de romper. Los huesos del cráneo están separados por seis puntos suaves, que gradualmente se llenan con minerales para formar, a los dos años, un solo cráneo con uniones flexibles en los puntos donde se juntan los huesos. Estas uniones, permiten al cráneo expandirse a medida que crece el cerebro. Otras partes del cuerpo, como los tobillos, los pies, las muñecas y las manos, desarrollan más huesos a medida que madura el niño. Entre los dos y los seis años el cuerpo infantil pierde su apariencia anterior y cambia en tamaño, forma y proporción. La cabeza alcanza un octavo del tamaño del cuerpo, las piernas aumentan cinco veces hasta ser la mitad de la longitud corporal. Este alargamiento de la parte baja del cuerpo inicia con firmeza en la niñez temprana, cuando los pequeños comienzan a perder aspecto de bebes. Hay rápidos incrementos de estatura y peso. Durante estos cuatro años los niños saludables ganan un promedio anual de dos kilogramos y crecen unos 7 centímetros. En cuanto al desarrollo sexual, se caracteriza por la exploración del mundo, tanto a nivel físico, como social, con lo que refuerzan los vínculos con su familia y amigos. Por ello, comienzan a descubrir su sexualidad y nos encontramos con el periodo de enamoramiento del padre del sexo opuesto o en algunos casos hasta del mismo. Por otro lado se aprenden a relacionarse con otros y a ensayar sus roles sociales así como a identificar su propio sexo. Luego de este periodo se desarrolla el Periodo de la niñez; es la tercera etapa del desarrollo del ser humano. Normalmente esta etapa del crecimiento de la vida humana se sitúa entre los 6 y 12 años. Corresponde al ingreso del niño a la escuela, acontecimiento que significa la convivencia con seres de su misma edad. Se denomina también "periodo de la latencia", donde desarrollan capacidades cognoscitivas como la percepción, memoria y el razonamiento, también se adquieren el sentido del deber, el respeto al derecho ajeno y el amor propio. En cuanto al desarrollo sexual y físico  comienzan el crecimiento físico que va equilibrándose con el desarrollo afectivo, permitiendo que surja el interés de conocer y saber sobre el mundo y sus fenómenos. De la misma manera, es fundamental el reconocimiento de las personas de su entorno hacia ellos, y cómo afecta esto a la concepción de su propia imagen. El interés sexual se centra en el conocimiento del cuerpo y de los órganos sexuales, los juegos sexuales, mixtos o entre miembros del mismo sexo, y son un elemento clave para la formación de la identidad sexual. Los valores de la sociedad y de la familia sobre la sexualidad influyen mucho en esta etapa. La Adolescencia es la cuarta etapa del desarrollo del ser humano. Está comprendida aproximadamente entre los 12 a 20 años aunque varía mucho de un ser humano a otro. En esta edad se deja de ser un niño, aunque todavía no se ha alcanzado la madurez de la etapa de juventud o adultez. En cuanto a los cambios físicos experimentados en esta etapa tenemos: crecimiento en talla y peso, cambio de voz, las glándulas sexuales empiezan a madurar, apareciendo los caracteres secundarios de los sexos y una pronunciada diferenciación en las formas corporales del hombre y la mujer. Esta adolescencia le da paso a la pubertad que es la llegada de la madurez sexual. En las mujeres está señalada por la primera menstruación y en los hombres por la primera emisión seminal. Los cambios de la pubertad están precedidos por un aumento de grasa corporal, algunos preadolescentes se vuelven considerablemente regordetes. Tanto en los hombres como en las mujeres se deposita grasa en la región pectoral, si bien en éstas es permanente y en aquéllos pasajera. Al final de la infancia o comienzos de la adolescencia, se genera un gran aumento de estatura, huesos y músculos aumentan de tamaño, disparados por las mismas hormonas. En el curso de este estirón, los niños suelen perder casi toda la grasa adicional que habían adquirido al principio, por su parte, las niñas tienden a conservarla y a distribuirla en diferentes partes. Otro cambio es el aumento de tamaño y actividad de las glándulas sebáceas de la piel, lo que ocasiona que el rostro de los muchachos se llene de acné. También se desarrolla en la piel una nueva clase de glándulas sudoríparas que incrementan el olor corporal. En los hombres, el primer indicio de la pubertad es el crecimiento acelerado de testículos y escroto. Alrededor de un año después de que ha comenzado, el pene crece de manera similar. Entre ambos sucesos comienza a aparecer el vello púbico. La primera emisión seminal puede suceder tan pronto como a los 11 años y tan tarde como a los 16. La primera eyaculación suele ocurrir en la etapa de rápido crecimiento, durante la masturbación o en un “sueño húmedo”. En general, las primeras emisiones no tienen suficiente semen para ser fértiles. En cuanto al desarrollo psico-sexuales, el adolescente emerge del mundo infantil y emplea todas sus energías en perseguir una identidad y unas características propias. Se crean conflictos e inseguridades, los conflictos con los padres son numerosos, ya que suelen presionarle y empujarle a tomar decisiones según sus definiciones. En este momento los jóvenes comienzan a establecer relaciones de pareja, se crea la necesidad de independizarse emocionalmente de los padres, su mayor preocupación es la diversión, aparece un interés por el atractivo físico del otro, toma cuerpo la función psicológica del impulso sexual. Aparecen conductas tendentes a obtener placer (en relación con el otro, o a través de la autoestimulación); conforme llega al final de la etapa, madura el razonamiento siendo más lógico y racional por lo que nace la provocación hacia la actividad sexual que le llevará a tener sus primeras relaciones sexuales. Luego de que el ser humano pasa la etapa de adolescencia entra la quinta etapa llamada Juventud; es la etapa comprendida aproximadamente de los 18 a los 25 años donde el joven es capaz de orientar su vida y de ir llegando a la progresiva integración de todos los aspectos de su personalidad. En el desarrollo psicológico el pensamiento ha logrado frenar cada vez más los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. Asume una conciencia propia de sus actos y les da el valor moral que les corresponde. Es el momento en el que el joven se orienta hacia una profesión, hacia el mundo del trabajo y enfrentan otras decisiones como el matrimonio, la lección de pareja y la posibilidad de convertirse en padres. En cuanto al desarrollo sexual, el amor ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica que el joven es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña oportunamente. En esta etapa la práctica sexual es más frecuente. La adultez es la etapa que procede de la juventud, comprendida entre los 25 a los 60 años aproximadamente, la persona se adapta por completo a la vida social y cultural y ejerce plenamente su actividad profesional, formando uniones sentimentales y la creación de una familia, en esta etapa comienza en el momento en que todos los órganos han completado su desarrollo funcional y anatómico, y el organismo trabaja a pleno rendimiento. En las mujeres al final de esta etapa se genera un cambio interno llamado la menopausia, que da lugar al cese de la menstruación que marca el fin de los años de maternidad. Las habilidades físicas se nivelan y aparecen los primeros signos de envejecimiento. La adultez es un período en el que a menudo aparecen por primera vez enfermedades y desórdenes. Tanto hombres como mujeres tienen una incidencia más elevada de enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria, sin embargo, la sexualidad sigue siendo como la necesidad interpersonal básica en esta etapa ya que gracias a sus consecuencias positivas ayuda a sentirse apreciados, comprendidos, queridos, deseados, y fortalece los vínculos y la autoestima, sin embargo, es muy común que a partir de cierta edad, las personas inhiban su deseo sexual, debido disfunciones o incluso se abstengan de mantener relaciones sexuales. Por ultimo tenemos la etapa de la Vejez, conocida también como tercera edad, que inicia aproximadamente a los 60 años, esta etapa del desarrollo humano se caracteriza por una creciente disminución de la fuerza física, hacen presentes los trastornos biológicos y psicológicos, es decir, se comienza a tener problemas con la vista, la audición, el habla, el equilibrio y la pérdida de memoria. También suele perderse a seres queridos y amigos y la incapacidad para participar en actividades que antes solía realizar a menudo. Estos cambios representan pérdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e independencia, puede provocar en él una baja autoestima y esto derivar en una depresión muy severa. En el caso de las mujeres, los cambios fisiológicos asociados a la menopausia pueden venir acompañados de cambios psicológicos en términos de inestabilidad, como el nerviosismo y dificultades para dormir, estos cambios pueden evidenciarse en conductas como cambios drásticos de humor, de emociones y sentimientos de tristeza y depresión más frecuentes. En los hombres, por su parte, los cambios psicológicos se evidencian en el miedo a no dar la talla en la respuesta sexual de las relaciones. Las relaciones sexuales en la tercera edad se encuentran relacionadas con el encuentro interpersonal en la que se buscan las manifestaciones de afecto (besos, caricias, abrazos), la intimidad corporal. El cuerpo cambia de numerosas formas durante la vejez, en particular en la apariencia, los sentidos, los músculos, los huesos y la movilidad, así como órganos internos, aparecen las canas, calvicie, la piel flácida, un cambio en la postura y algunas arrugas son signos reveladores, la piel se vuelve arrugada, seca y delgada, aumenta la aparición de verrugas, aparecen manchas en la piel, el peso muscular, la fuerza y la resistencia disminuye con la edad, los huesos se vuelven quebradizos y porosos y el funcionamiento muscular se hace lento, la coordinación motora y la velocidad disminuye con lo que podemos decir que la ancianidad es la etapa final de la vida y debe merecer el más grande respeto, consideración y protección.

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