Evaluación e implementación de la intervención en el ámbito socioafectivo
Sonia UrsueguíaApuntes9 de Febrero de 2017
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Evaluación e implementación de la intervención en el ámbito socioafectivo
La evaluación en Educación Infantil tiene como fin la identificación de los aprendizajes adquiridos por los niños así como la valoración del desarrollo alcanzado. La técnica fundamental para evaluar es la observación, aunque también se hace uso de otras técnicas.
Para elaborar los instrumentos de evaluación tendremos que tener en cuenta:
- Que los resultados de aprendizaje del alumnado de Educación infantil, en el ámbito socio-afectivo, afectan a aspectos de su comportamiento personal que no pueden comprobarse por un hecho puntual ni ante una única situación.
- Que la información a obtener es esencialmente cualitativa, centrada en muchas ocasiones en situaciones de interacción con los compañeros o con los materiales, acerca de conductas personales afectivas y sociales.
Variables personales y contextuales relevantes para la evaluación en el ámbito socioafectivo
¿Cuáles son las cosas que tendremos que tener en cuenta para evaluar el proceso de evolución de los niños en este ámbito?[pic 1]
En el proceso están involucrados los niños y niñas y todo lo que les rodea, por lo que tendremos que analizar las características propias de la infancia (variables personales) y las variables del contexto en que se desarrollan y forman (variables contextuales).
La Educación infantil constituye la etapa educativa con identidad propia que atiende a niñas y niños desde el nacimiento hasta los seis años, ordenándose en dos ciclos: el primero de 0 a 3 años y el segundo, de 3 a 6 años.
La finalidad de la Educación infantil es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños. En ambos ciclos se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características físicas y sociales del medio. Se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.
El método de este proceso de enseñanza-aprendizaje será integral y globalizado.
- Las variables personales que debemos tener en cuenta a la hora de diseñar la evaluación para el desarrollo socio-afectivo son:
- La edad de los niños a evaluar.
- Las necesidades básicas de los niños según su edad.
- El grado de desarrollo madurativo propio de cada edad.
- Las características individuales de cada educando, especialmente si en alguno se dan circunstancias tales como, que presenten algún tipo de discapacidad, o que el ambiente social y cultural de procedencia sea desfavorecido.
- Las variables contextuales más relevantes son:
- Los agentes que participan en el proceso: la familia-la escuela-los iguales.
- La finalidad que se persigue: siguiendo el propio planteamiento curricular, en los objetivos y en los criterios de evaluación.
- Los ámbitos sobre los que se proyecta: los contenidos educativos de la Educación Infantil se organizan en áreas correspondientes a ámbitos propios de la experiencia y del desarrollo infantil que se abordan por medio de actividades globalizadas.
Para especificar con mayor exactitud estas últimas variables tendremos que tener en cuenta la normativa vigente en cada caso, recordando que corresponde a las Comunidades Autónomas determinar los contenidos educativos del primer ciclo y establecer el currículo del segundo ciclo cuyas enseñanzas mínimas vienen determinadas por el Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre.
Elaboración de instrumentos de evaluación
La evaluación se entiende como una actividad básicamente valorativa e investigadora, pero también facilitadora del cambio educativo y desarrollo profesional docente, afectando a los procesos de aprendizaje de los alumnos y a los procesos de enseñanza.
La evaluación educativa atenderá a todos los ámbitos de la persona y habrá de tener en cuenta la singularidad de cada individuo, analizando su propio proceso de aprendizaje, sus características y necesidades específicas.
Todo proceso de evaluación requiere instrumentos y técnicas destinados a obtener la información que se precisa, herramientas al servicio de la propia evaluación, y su elección ha de estar siempre supeditada a la modalidad de evaluación elegida.
Identificación de indicadores
Siguiendo el Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la educación infantil, la evaluación debe tener como fin la identificación de los aprendizajes adquiridos así como la valoración del desarrollo alcanzado teniendo un carácter netamente formativo.
La evaluación en este ciclo debe servir para identificar los aprendizajes adquiridos y el ritmo y características de la evolución de cada niño. Se tomarán como referencia los criterios de evaluación de cada una de las áreas, entendiendo por criterio de evaluación, aquella formulación que ha de recoger el tipo y grado de aprendizaje que ha de lograr un alumno con respecto a unas determinadas capacidades. El criterio equivale a un objetivo didáctico en el que se refleja el grado con el que el alumno manifiesta determinadas capacidades, con relación a ciertos contenidos.
Para determinar los criterios de evaluación deberá tenerse en cuenta la norma jurídica que es de aplicación en cada Comunidad Autónoma. Ejemplo de lo establecido en el Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre:
- Dar muestra de un conocimiento progresivo de su esquema corporal y de un control creciente de su cuerpo, global y sectorialmente, manifestando confianza en sus posibilidades y respeto a los demás.
Con este criterio se observa el desarrollo del tono, postura y equilibrio, control respiratorio o la coordinación motriz y se evalúa la utilización de las posibilidades motrices, sensitivas y expresivas del propio cuerpo.
- Control progresivo de las mismas en distintas situaciones y actividades, juegos, rutinas o tareas de la vida cotidiana.
- Reconocer y nombrar las distintas partes del cuerpo y ubicarlas espacialmente, en su propio cuerpo y en el de los demás.
- Se valorará si identifican los sentidos.
Se evalúa también a través de este criterio:
- La formación de una imagen personal ajustada y positiva.
- La capacidad para utilizar los recursos propios, el conocimiento de sus posibilidades y limitaciones, y la confianza para emprender nuevas acciones.
- Han de manifestar respeto y aceptación por las características de los demás, sin discriminaciones de ningún tipo, y mostrar actitudes de ayuda y colaboración.
- Participar en juegos, mostrando destrezas motoras y habilidades manipulativas, y regulando la expresión de sentimientos y emociones.
Con este criterio se trata de:
- Evaluar la participación activa en distintos tipos de juego.
- Se observará el desarrollo de los elementos motrices que se manifiestan en desplazamientos, marcha, carrera o saltos, así como la coordinación y control de las habilidades manipulativas de carácter fino.
- Se valorará su participación y utilización adecuada de las normas que rigen los juegos, y la manifestación y progresiva regulación de sentimientos y emociones que provoca la dinámica de los juegos.
- Se valorará si muestra actitudes de colaboración y ayuda mutua en juegos diversos, evitando adoptar posturas de sumisión o de dominio.
- Realizar autónomamente y con iniciativa actividades habituales para satisfacer necesidades básicas, consolidando progresivamente hábitos de cuidado personal, higiene, salud y bienestar.
Con este criterio se pretende:
- Evaluar las destrezas adquiridas para realizar las actividades habituales relacionadas con la higiene, la alimentación, el descanso, y otras tareas de la vida diaria.
- Estimar el grado de autonomía y la iniciativa para llevar a cabo dichas actividades, utilizando adecuadamente los espacios y materiales apropiados.
- Apreciar el gusto por participar en actividades que favorecen un aspecto personal cuidado, un entorno limpio y estéticamente agradable, y por colaborar en la creación de un ambiente generador de bienestar.
- Identificar y conocer los grupos sociales más significativos de su entorno, algunas características de su organización y los principales servicios comunitarios que ofrece. Poner ejemplos de sus características y manifestaciones culturales, y valorar su importancia.
Con este criterio se evalúa:
- Conocimiento de los grupos sociales más cercanos (familia, escuela…), servicios comunitarios (mercado, atención sanitaria o medios de transporte), y de su papel en la sociedad.
- Toma de conciencia sobre la necesidad de lo social, se estimará verbalizando algunas de las consecuencias que tendría la ausencia de organizaciones sociales, así como la necesidad de dotarse de normas para convivir.
- Su integración y vinculación afectiva a los grupos más cercanos y la acomodación de su conducta a los principios, valores y normas que los rigen. Especial atención merecerá la capacidad que niñas y niños muestren para el análisis de situaciones conflictivas y las competencias generadas para un adecuado tratamiento y resolución de las mismas.
- Utilizar la lengua oral del modo más conveniente para una comunicación positiva con sus iguales y con las personas adultas, según las intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando una actitud de escucha atenta y respetuosa.
Mediante este criterio se evalúa:
- Capacidad para expresarse y comunicarse oralmente, con claridad y corrección, para llevar a cabo diversas intenciones comunicativas (pedir ayuda, dar sencillas instrucciones, participar en conversaciones en grupo).
- Interés y gusto por la utilización pertinente y creativa de la expresión para relatar vivencias, razonar, resolver situaciones conflictivas, comunicar sus estados anímicos y compartirlos.
- Capacidad para escuchar y comprender mensajes, relatos, descripciones, explicaciones, que les permitan participar en la vida del aula.
- Respeto a los demás, que se ha de manifestar en el interés y la atención hacia lo que dicen y en el uso de las convenciones sociales (guardar el turno de palabra, escuchar, mirar al interlocutor,…), así como en la aceptación de las diferencias.
Diseño de instrumentos de evaluación
El objetivo principal de la evaluación es conocer en qué medida los niños que están terminando la Educación Infantil han alcanzado los objetivos propios de la etapa.
La evaluación se realiza mediante los siguientes instrumentos:
- Diario del profesor. Instrumento de reflexión sobre la práctica docente y registro de información sobre conductas, situaciones, comportamientos de los niños del aula,…
- Escalas de observación. La observación no se da de forma aislada, está en la base de los instrumentos y técnicas evaluativas. A veces se puede elaborar un listado de actividades, conductas e incluso contenidos, para verificar su identificación en momentos o situaciones determinadas, por ejemplo, la utilización del peine o del vaso para beber agua, pueden ser aspectos sobre los que interese tener un instrumento previo para su verificación.
- Entrevista. Tener una relación individualizada con las madres y padres permite obtener una información muy importante para la escuela (complementaria de la del maestro), y posibilita la creación de un clima de cooperación, que a su vez se puede traducir en participación activa en el proceso de enseñanza y aprendizaje.[pic 2]
La entrevista ha de planificarse y en esta fase se deberán considerar todos los pasos: Qué se va a comunicar o qué se precisa conocer, cómo se va a hacer esto y cuándo es más adecuado abordarlo.
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