Fantasía Segun La Teoría De Melanie Klein

Fantasía (Melanie Klein)

Anteriormente, muchos psicólogos solían tachar a la descripción freudiana de la mente como antropomórfica, en especial al describir el concepto del superyó, consideraban que la estructura mental contenía objetos antropomórficos. Pero Freud describe al superyó como una de nuestras fantasías inconscientes y que parte de la personalidad se debe a una introyección de una figura parental.

Lo mismo ocurrió con la descripción que hizo Melanie Klein de los objetos internos, estos objetos internos no son “objetos” situados en el cuerpo o en la psique, más bien, Klein está describiendo las fantasías inconscientes que la gente tiene. Las fantasías inconscientes están siempre presentes y siempre activas en todo individuo, eso significa que su presencia no es una enfermedad, más bien, determina el estado psíquico del sujeto y su relación con lo externo.

Para Melanie Klein, la fantasía inconsciente es la expresión mental de los instintos, que se dan desde el comienzo de la vida. Los instintos son buscadores de objetos. Por lo tanto, para cada instinto hay una fantasía correspondiente.

Crear fantasías es una función del yo. El que la fantasía sea una expresión mental de los instintos por mediación del yo, supone un mayor grado de organización yoica del que postulaba Freud. Supone pues, que desde el nacimiento el yo es capaz de establecer relaciones objetales primitivas en la fantasía y en la realidad.

Desde su nacimiento, el bebé tiene que enfrentarse a la realidad, se da a través de la experiencia que continua con innumerables experiencias de gratificación y frustración de sus deseos. Estas experiencias influyen directamente en la fantasía inconsciente, que también influye en ellas.

La fantasía inconsciente influye y altera constantemente la percepción o la interpretación de la realidad, pero lo contrario también se da, es decir que la realidad ejerce su impacto sobre la fantasía inconsciente. Este aspecto de reciprocidad se tiene que tener muy en cuenta cuando se quiere evaluar el desarrollo del niño. El ambiente tiene importancia sobre la infancia y la niñez de una persona, aunque aún en un ambiente bueno las fantasías malas (agresivas o persecutorias) siguen apareciendo.

Una mala experiencia real, incrementa la creencia en el individuo de que no solo el mundo es malo, sino que también él lo es y su creencia de la omnipotencia de sus deseos malos. Por el contrario, una experiencia buena tiende a disminuir la ira, a modificar las experiencias persecutorias y a estimular el amor y la gratitud.

Las funciones de la fantasía son múltiples y complicadas, la fantasía también tiene un aspecto defensivo, ya que el objeto de la fantasía es satisfacer impulsos instintivos, se puede considerar que la gratificación es una defensa contra la realidad externa de la privación, pero también es una defensa contra la realidad interna.

Cuando un sujeto hace una fantasía de realización de deseos, no evita solamente la frustración y el reconocimiento de una realidad externa, también esta defendiéndose contra la realidad de su propia hambre y de su propia ira, o sea contra su realidad interna.

Además, una fantasía se puede utilizar como defensa contra otras fantasías. Como por ejemplo, con las fantasías maniacas, cuya finalidad es impedir que aparezcan subyacentes fantasías depresivas.

La diferencia que existe entre la fantasía inconsciente y los mecanismos de defensa es la diferencia entre el proceso real y su representación mental detallada, especifica. Por ejemplo, cuando una persona usa los mecanismos de defensa de proyección e introyección, pero esos mecanismos los experienciará en función de fantasías las cuales expresan lo que ella siente que está incorporando dentro de si o poniendo fuera de sí, la forma en que lo hace y los resultados que les atribuye.

Cuando

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