Fundamentación de la evaluación neuropsicológica y daño cerebral
geybi17Resumen20 de Marzo de 2021
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Unidad 1 / Escenario 1 Lectura fundamental
Fundamentación de la evaluación
neuropsicológica y daño cerebral
Contenido
- Definición de la evaluación neuropsicológica[pic 6]
- Objetivos de la evaluación neuropsicológica
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- El proceso de evaluación neuropsicológica[pic 8]
Definición de la evaluación neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica está descrita como uno de los procedimientos más importantes dentro de las funciones del neuropsicólogo, es por esto que reconocer su definición, objetivos y proceso es parte fundamental de las herramientas de formación del Módulo.
En el quehacer clínico se describen diferentes conductas que son fácilmente observables y nos permiten identificar el estado actual del paciente, sin embargo, esto no es suficiente para realizar diagnósticos, ya que el proceso es mucho más amplio y más profundo que solo un proceso de observación, recordemos que esta va a definir el proceso de tratamiento del paciente, por lo tanto, debe realizarse con un alto nivel de responsabilidad.
Por otro lado, esta evaluación debe cubrir todas las funciones cognitivas y debe estar compuesta por una serie de procedimientos e instrumentos objetivos, los cuales el evaluador debe relacionar con la teoría, es decir, que la evaluación neuropsicológica exige una excelente comprensión del funcionamiento cognitivo para poder realizar inferencias y conclusiones, así como para relacionar los elementos identificados en la obtención de un perfil cognitivo.
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Sin el reconocimiento de esta base teórica, la evaluación se convierte en un proceso de aplicación de distintos test, que pueden llegar a ser aplicados por personas con un nivel de formación técnico y algo de entrenamiento psicométrico.
Sin embargo, la verdadera esencia de un neuropsicólogo es la unión de estos elementos cuantitativos, que en conjunto se articulan con los elementos cualitativos y el entrenamiento clínico e interpretativo que se puede realizar.
Para realizar la evaluación neuropsicológica se debe acudir a un repertorio de pruebas específicas en neuropsicología de tipo clínico y de pruebas estandarizadas, así mismo es imprescindible
el apoyo para el diagnóstico de pruebas de neuroimagen anatómica y funcional, ya que este complemento puede enriquecer los hallazgos obtenidos en los test neuropsicológicos, logrando una confirmación o rechazo de hipótesis al momento del diagnóstico (Portellano, 2005).
Se considera que la evaluación neuropsicológica se debe realizar no solo una vez, sino en varias ocasiones a través del tiempo, ya que no solo funciona como un elemento diagnóstico, sino que también permite ver cómo el paciente ha avanzado a través del tiempo en los procesos
de intervención, los cuales veremos más adelante. En el caso de los tumores cerebrales, por ejemplo, es deseable identificar tres momentos: el primero de ellos el estado cognitivo antes de la remoción del tumor; el segundo posteriormente unos meses después de haber realizado la remoción del tumor y el paciente se haya recuperado del trauma que ocasionó la cirugía; el
tercero antes y durante el proceso de intervención. En efecto, el proceso de evaluación es algo que puede realizarse en varias oportunidades dependiendo del paciente y el objetivo de este (Ardila y Ostrosky, 2012).
Cabe destacar que no todos los test psicométricos han sido creados para una interpretación psicométrica, en países como México y Rusia existe una corriente que sigue los postulados de Luria, en la cual la aplicación del test es entendida de otra forma, realizando sus conclusiones a partir de la observación específica y detallada de la ejecución del paciente. Ahora bien, este tipo de aplicaciones requiere un entrenamiento mucho más específico y riguroso, el cual se establece en escuelas especializadas en este tipo de formación.
Objetivos de la evaluación neuropsicológica
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Dicho proceso de evaluación es variable en relación con sus estrategias, duración e instrumentos, por tanto, esta variabilidad depende de las características del paciente y del profesional en particular, que es quien diseña todo el protocolo de evaluación. Sin importar estos elementos, el objetivo de la evaluación neuropsicológica siempre debe ser el mismo: el análisis del estado actual del individuo a nivel cognoscitivo y los posibles síndromes clínicos, los cuales se reconocen como un conjunto de síntomas que pueden ser tanto cognitivos como comportamentales, y se asocian a distintos déficit, disfunciones o anormalidades neuropsicológicas, como por ejemplo los trastornos en el lenguaje, denominados afasias (Rosselli, Matute y Ardila, 2010).
De acuerdo con lo anterior, se establece que el gran objetivo de la evaluación neuropsicología es buscar y determinar la presencia de los cambios cognitivos y del comportamiento en individuos de los cuales se sospeche algún tipo de alteración o disfunción cerebral, definiéndose o cuantificándose, por medio de la observación clínica y el uso de instrumentos de medición.
Portellano (2005) plantea la necesidad de:
- Determinar la actividad cognitiva del paciente, pero no necesariamente luego de alguna condición patológica.
- Analizar los síntomas, signos y los síndromes.
- Recoger información adicional con el fin de efectuar un diagnóstico diferencial entre 2 condiciones aparentemente similares.
- Proponer patologías subyacentes a la disfunción cognitiva existente.
- Sugerir procedimientos de intervención y terapéuticos.
- Determinar la eficacia de algún tratamiento particular.
Según la APA, la evaluación neuropsicológica se recomienda en aquellas situaciones en las que se sospeche la existencia de algún déficit cognitivo o de conducta relacionada con el cerebro, especialmente en los siguientes casos:
- Daño cerebral traumático.
- Accidentes vasculares.
- Dificultades de aprendizaje.
- Trastornos por déficit de atención.
- Enfermedades y tratamientos médicos.
- Efectos de sustancias tóxicas y abuso de drogas.
Más adelante se aplicarán estos fundamentos a situaciones como daño cerebral y las distintas alteraciones en las funciones cognitivas como atención, memoria, lenguaje, praxias, gnosias y función ejecutiva.
El proceso de evaluación neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica se debe realizar en diferentes etapas:
Apertura de historia clínica
La exploración neuropsicológica debe ir precedida de una entrevista personal y familiar como medio para conocer la anamnesis del sujeto, estableciendo desde un inicio empatía, es por esto que es importante aplicar los principios de la evaluación psicológica, especialmente en los aspectos éticos, como lo afirma el consentimiento informado.
La historia clínica y el estudio de la anamnesis tanto personal como familiar, concede amplia información que se convierte en un complemento útil para identificar la situación previa al daño, lo cual facilita la construcción y preparación de programas de intervención y evaluación más específicos y funcionales. Los datos de la anamnesis deben ser reunidos de acuerdo con la información aportada por familiares o allegados directos, ya que con frecuencia el estado actual del paciente puede llegar
a dificultar la toma de esta información, pues puede ser difusa y poco fiable, debido a sus propios déficits en procesos como atención, lenguaje o memoria.
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En la mayoría de los casos es necesario que participen los familiares, quienes describen con mayor objetividad los cambios y los posibles déficits, por tanto, es vital establecer un contacto amable
y empático, logrando explicarles el procedimiento a realizar con sus alcances antes de iniciar la entrevista para la apertura de la historia clínica.
La entrevista inicia con una contextualización básica de quién es el paciente, solicitando los datos sociodemográficos como edad, escolaridad, ocupación, etc. Posteriormente se procederá a escuchar el motivo de la consulta, el cual debe ser registrado tal y como se describe, para posteriormente profundizar en cómo afecta su vida diaria, ocupacional, rutinas de sueño y alimentación, aprendizaje, estado de ánimo y comportamiento.
Es importante conocer la mayor cantidad de detalles posibles del inicio de los síntomas, ya que en el caso de una lesión o accidente es necesario conocer la consulta previa del sujeto, así como la cantidad de especialistas que ha consultado, exámenes diagnósticos, tratamientos previos y evaluaciones realizadas, así mismo los antecedentes médicos, en especial aquellos relacionados con la familia y enfermedades neurológicas, consumo de sustancias de orden clínico y recreativo.
Por su parte, en niños las variables mencionadas se deben indagar enfatizando en situaciones relacionadas con el embarazo como: los meses de gestación, problemas durante este, condiciones del parto, posibles complicaciones como falta de oxígeno o nacimiento prematuro; también es importante indagar acerca de los hitos del desarrollo como: reflejo succión, sostén cefálico, gateo, marcha autónoma, primeras palabras y control de esfínteres. Este tipo de información nos orienta un poco más a los diagnósticos relacionados con el neurodesarrollo, descartando síndromes genéticos
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