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Infancia, maduración, crecimiento y desarrollo


Enviado por   •  27 de Mayo de 2023  •  Trabajos  •  1.397 Palabras (6 Páginas)  •  30 Visitas

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                               Infancia, maduración, crecimiento y desarrollo                        

Respuestas:

  1. Se entiende por Primera Infancia el periodo de vida, de crecimiento y desarrollo comprendido desde la gestación hasta los 7 años aprox. Y que se caracteriza por la rapidez de los cambios que ocurren. A la concepción de infancia es necesario darle importancia y reconocer su carácter de conciencia social, porque ella transita entre agente socializadores; la familia, como primer agente socializador y escuela, como segundo agente que en estos tiempos.
  2. No solo crecemos, sino también que también nos desarrollamos. El crecimiento es un aumento en el tamaño; el desarrollo es un cambio en la forma. Normalmente el crecimiento y el desarrollo se dan juntos. No podemos separar ambos procesos, pero si podemos distinguirlos.
  3. Una causa de trastornos es el superdesarrollo físico. Una niña o un niño de 13 años pueden tener el físico de una joven o un joven de 17 y el desarrollo afectivo igual, mientras que su desarrollo intelectual corresponde a los 13 años.

Existe una inmadurez física unida a un superdesarrollo intelectual, también es probable que se produzcan perturbaciones, porque, aunque se coloque a un niño de 13 años con la inteligencia de uno de 16 años en una clase de niños mayores de su mismo nivel intelectual aquel tendrá interés afectivo más inmaduros que sus compañeros.

  1. La maduración es el desenvolvimiento y sazón de las aptitudes, características, rasgos y potencialidades presentes en el momento de nacer.                                                                          La maduración es el desarrollo de las pautas de conducta innatas en una secuencia ordenada.  
  1. Capacidades tales como la de caminar, hablar y muchas otras actividades del niño depende de la maduración, es decir, de aptitudes naturales, innatas, y no del adiestramiento. Gran parte de lo que pase por ser “aprendizaje” no es en realidad más que la práctica de una capacidad ya existente.
  2. Es imposible es enseñar a un niño mediante cualquier tipo de práctica, aquellas tareas para las que no está presente la disposición innata, o que implican una fase de desarrollo que aún no se ha alcanzado.
  3. Cuando comienza un periodo de maduración, los beneficios que puede obtener el niño del adiestramiento serán tanto mayores cuanto más avanzado el periodo en cuestión.                                                                                                                                                      Una fase determinada de la maduración, como la del habla, se ha arruinado el desarrollo de más de un niño al apurarlo hablar cuando naturalmente solo está comenzando a hacerlo.
  4. Hay un óptimo en la maduración, que seria, si pudiéramos descubrirlo, el mejor momento para impartir el adiestramiento e instar a la práctica que estimemos necesarios y que podamos ofrecer.
  5. La falta de práctica de una función natural no impide el desarrollo de una pauta de maduración.                                                                                                                                              Han demostrado que la falta de práctica no impide la maduración de las funciones bilógicas más básicas, y por lo tanto más estables, como las de gatear y hablar.

  1. La herencia y el ambiente están en interacción; debemos distinguir cuales son las características del niño, son debidas a los factores hereditarios y cuales, al aprendizaje, las experiencias tempranas y otros factores ambientales.
  • Es necesaria alguna clase de ambiente para la expresión de las capacidades innatas del niño. El ambiente y el mundo material son el medio en el cual a través del cual se expresan y desarrollan las potencialidades de la naturaleza del niño. Las condiciones que proporcionan los padres determinan en gran medida lo que será un niño.
  • Cuando más adecuado sea el ambiente mejor será el desarrollo. Los niños pueden casi cualquier cosa, pero se crían mejor con alimentos sanos. Los niños tienen el don de la palabra, y cuanto más se le habla antes aprende a hablar.
  • Si bien las capacidades tales como las de gatear y hablar son innatas y se manifestaran inevitablemente. El niño camina por naturaleza y sin aprendizaje, pero nos agrada estimularlo a practicar los primeros pasos. Todo niño normal tiene la capacidad de ser sociable, pero el desarrollo de actitudes sociables depende del ambiente en que se educa y de la práctica que se le ofrece. Lo que se requiere sino la clase de práctica adecuada.
  • El ambiente determina cuales de las potencialidades congénitas del niño son desarrolladas o exageradas. Ej.: un niño que crece en una atmosfera de temor será tímido. Un niño constantemente sometido a irritaciones y frustraciones será, al crecer, agresivo y malhumorado, sino siempre salirse con la suya. En un hogar donde se da respuesta a sus preguntas y estimule su curiosidad, el niño adquirirá un amplio e inteligente interés por la vida.
  • El ambiente determina la dirección de nuestras capacidades. La naturaleza nos provee potencialidades; el ambiente, el aprendizaje y nosotros mismo determinamos el fin al que son dirigidas.                                                                                    

Para demostrar la relación entre los factores innatas y los ambientales podemos apelar a la analogía del árbol, por ejemplo, el roble y el pino, pero ni el roble ni el pino crecerán si no cuentan con un ambiente propicio en lo toca al suelo, la luz y el aire. Del mismo modo el niño hereda muchas pautas de conducta, pero necesita una atmosfera de amor y libertad para que ellos se desarrollen.

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