Interaccion social

Uno de los últimos temas a hablar es el equilibrio y desequilibrio, podemos decir de éste que es un elemento importante para la percepción interpersonal y para saber a qué se refiere habrá de explicarlo con el siguiente ejemplo. Si “Sandra” considera que “Pablo” se identifica con cosas valiosas para ella y posee otros atributos que ella percibe favorablemente, es más probable que acepte comunicación de Pablo encaminadas a introducir cambios en su conducta  y en sus actitudes.

Cabe mencionar que cuando una persona simpatiza con otra y desea cierto objeto, se produce un estado de equilibrio si aquella procura estar con esta última y alcanzar ese objeto. Asimismo, forma parte del equilibrio suponer que también la otra persona simpatiza con ella. El desequilibrio se produciría si por ejemplo Pablo descubriese que a  Sandra no le gusta el mismo género de música que a él, o que ella o simpatiza con él.

Es muy importante entender esto porque nos ayudara a tener una mejor interacción social a la hora de conocer a alguien o simplemente para congeniar con esta persona en distintos aspectos de la vida; además, intercambiar evaluaciones acerca de un desempeño mutuo en un determinado proceso habrá una tendencia  de responder más en términos de reciprocidad, intercambiando aprobación social a modo de recompensa.

Pasando a otro punto muy importante que es la causalidad es necesario distinguir tres dimensiones que nos ayudan a tener una mejor percepción de las personas.

La primera de estas tres dimensiones es la responsabilidad por el acto social, en el sentido del agente causal, después esta la intencionalidad que esta se basa en lo que él procura obtener en términos motivacionales y por último la justificabilidad de la acción, en el sentido de lo que él piensa sobre la acción de la otra persona.

Como lo mencione anteriormente la causa percibida de la acción parece ser de suma importancia entre los diversos rasgos de la percepción social. En general, se comprueba que las personas de estatus superior son consideradas en mayor medida como agentes causales de sus propias acciones que las de estatus inferior. Además, se consideran de modo más positivo las acciones que parecen motivadas por un dese de individuo, antes  que por una demanda social.

Solemos encontrarnos con que los individuos suponen que existe cierta semejanza entre su propia percepción y la percepción de los otros, en particular cuando estos son valorados de manera positiva. Esto se relación, asimismo, con el problema más amplio de la exactitud de la percepción social. Cabe destacar que la exactitud en la percepción de la otra persona tendrá consecuencias para la interacción social solo en la medida en que sea relevante. Sin embargo, lo fundamental continua siendo que las personas se comportan mayormente de acuerdo con el modo en que perciben los atributos de los otros.

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