Juicio Errores Comunes

CAPITULO IV:

ERRORES FRECUENTES

1. Convertir la entrevista en un interrogatorio: El objetivo de una entrevista es obtener información, para hacer un plan de actuación. Es preciso que el paciente se sienta involucrado en un intercambio de comunicación útil.

2. Hacer juicios críticos:

La suspensión del juicio es una de las condiciones de posibilidad del proceso psicoterapéutico, trabajando bajo el sistema de valores del paciente y no aceptar que los del terapeuta interfieran durante el proceso de tratamiento, los juicios del terapeuta pueden impregnar inadvertidamente sus intervenciones, las cuales poseen connotaciones críticas como: manipulador, inmaduro, irracional, rígido. Etc.

3. Aceptar toda la responsabilidad en el trabajo terapéutico:

el terapeuta es el que facilita que el paciente sortee algunos obstáculos, pero es en si el paciente quien decide en cuanto a la toma de decisiones que han de guiar su vida. Pero el terapeuta es un ser humano que se puede sentir conmovido por la necesidad de ayudar al paciente, fuera del ámbito de la terapia; si lo hace se puede encontrar asumiendo responsabilidades que no solamente no facilitan, sino que frecuentemente entorpecen o impiden el proceso terapéutico.

a) Dar consejos.

Plantea muchos problemas, colocando al terapeuta en una posición que no esta autorizado para detentar. El terapeuta no tiene que saber que es lo mejor para el paciente a la hora de tomar decisiones cotidianas, ya que dar consejos supone ponerse por encima del paciente, atribuyéndose un mejor conocimiento sobre lo que es conveniente para él, del que el mismo paciente piensa. Lo cual suele ser inútil ya que el paciente puede sentirse recriminado, u ofendido por no le consideramos capa de haber pensado en ello.

b) Proponer objetivos no suscitados por el paciente.

Cuando el paciente tiene dificultades para explicar lo que pretende con la terapia, en muchas ocasiones el terapeuta tiende a proponer objetivos que respondan a sus ideas de normalidad, salud u otro criterio, en lugar de explorar la dificultad que presenta el paciente.

c) Ofrecer falsas seguridad.

El terapeuta puede verse llevado por una actitud paternalista y intentar proteger al paciente de la ansiedad que socita la incertidumbre o el conocimiento de peligros o problemas reales minimizándolos o suavizando el pronóstico u asegurar resultados en un plazo dado.

4. Respuesta desde la persona y no desde la persona en el rol del terapeuta.

El terapeuta es una persona y puede suceder que en la terapia se produzca inevitablemente reacciones emocionales que van desde la curiosidad hasta la vergüenza, piedad o solidaridad, lo cual debe evitar que estos sentimientos muevan acciones que puedan interferir con su papel como psicoterapeuta.

a) Preguntas inapropiadas

Los relatos del paciente pueden suscitar la curiosidad del terapeuta por conocer detalles que no son relevantes para la terapia.

b) Uso inadecuado del humor.

El algunas ocasiones el humor es una modalidad de relación que es particularmente ambigua y puede prestarse a interpretaciones diferentes o malentendidos que pueden comprometer la terapia.

c) Utilización improcedente del pudor o las buenas maneras.

Es una conversación normal en donde se cae en el error de aceptar un acuerdo en la cual hay temas que son demasiado íntimos para ser tratados, que serian de mala educación indagar sobre ellos, pero una de las características diferenciales de la conversación terapéutica es la suspensión de tal acuerdo, ya que indagar sobre estos temas ayudan a obtener una mejor precisión de la problemática.

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