ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA EDUCACIÓN Y EL PRINCIPIO DE LA REALIDAD


Enviado por   •  13 de Mayo de 2013  •  1.626 Palabras (7 Páginas)  •  2.120 Visitas

Página 1 de 7

LA EDUCACIÓN Y EL PRINCIPIO DE REALIDAD.

La moralidad y valores que se enseña a los niños en casa es diferente a muchas de las veces a los esfuerzos pedagógicos de la escuela, mientras que en épocas anteriores la enseñanza de valores difiere entre lo que enseña la familia, la iglesia, la comunidad y la escuela eran idénticos.

En lo que se refiere a la moralidad se apoya en el miedo, queremos borrar el miedo de la vida del niño. Darwin hiso hincapié en que la moralidad es relativa y surge de las condiciones concretas en que uno se ha criado. También se consideraron que la moral era algo dado por Dios, algo inmutable y absoluto, basada en el miedo.

En lo que respecta a la educación, uno de los aspectos más esenciales de esta moralidad de clase media, es la convicción de que aplazar un placer inmediato con el fin de obtener satisfacciones más duraderas en el futuro constituye la manera más efectiva de alcanzar el objetivo.

Mientras que la conciencia tiene su origen en el miedo, todo aprendizaje que no proporcione un placer inmediato depende de la previa formación de una conciencia. Un exceso de miedo obstaculiza el aprendizaje, no resultara bien a menos que sea motivado también por cierto grado de miedo controlado.

El niño pequeño al que se le enseña a pensar que coger las cosas sin permiso a veces es licito y otras veces no lo es tendrá un súper ego lleno de agujeros, un súper ego que más adelante no le prestara apoyo cuando se esfuerce en pos de algún logro. L a experiencia escasa y sumamente objetiva que forma el mundo del niño no permite tal objetividad.

Los egos de los niños menesterosos no reciben suficiente impulso de la energía psíquica, porque no han experimentado con la frecuencia y claridad precisas que el principio de realidad es superior al de placer. Esta moralidad no se aprende sobre una base racional, si no que nos llega principalmente a través de dos grupos separados de experiencias: la angustia inculcada por los padres y por el ejemplo de su comportamiento.

La mayoría de los que crecieron sin el ejemplo de una moralidad se verá proporcionado por sus padres viven el resto de su vida obedeciendo en gran parte a las exigencias de un ego relativamente primitivo.

Los que viven de acuerdo con el principio de placer pueden aprovechar las experiencias educativas que se les brindan como algo verdaderamente agradable.

Cuanto mas largo es el periodo de tiempo dedicado a la educación, más dominante tendrá que ser el principio de realidad que pese a no ser todavía dominantes, al menos presenta unos rudimentos lo bastante firmes para permitir que se posponga el placer durante algún tiempo. Esto obedece en parte a que se ha incrementado en gran medida el tiempo destinado a la educación, ya no vivimos en una economía de escases.

Gran parte del aprendizaje no constituye una experiencia agradable, si no que obliga a trabajar duro, pero si se ha aprendido a encontrar un significado en ambos, entonces es posible combinarlos. La utilización de las experiencias educativas del niño con el fin de reorganizar su mundo interior y su personalidad, para que ello le permita adquirir las actitudes necesarias para convertirse en una persona bien educada a través de sus experiencias escolares.

La enseñanza realista, incluyendo la enseñanza de la moralidad, exige de nosotros que primero constatemos el grado en que el niño, al ingresar a la escuela, ha hecho suyo el principio de la realidad. Si dicho grado no es suficiente, todos nuestros esfuerzos pedagógicos deben ir encaminados a ayudarle a aceptar que el principio de realidad es más valido que el de placer, a ayudarle a aceptarlo e interiorizarlo.

El temor que revelan estos niños cuando, a través de sus actos, expresan la convicción de que lo que no coja ahora nunca lo obtendré, nace de sus experiencias más tempranas, especialmente las relativas a la alimentación, ya fuese de nutrimento o amor.

Piaget estudio a los niños en edades en que la moralidad, o el superego, se está desarrollando, sacó la conclusión de que, en la infancia hay dos moralidades o al menos eso le pareció en la cultura de donde procedían los sujetos de sus estudio. Desde el punto de vista del desarrollo, la primera de esas moralidades es de coacción.

LA DECISIÓN DE FRACASAR

Desde hace mucho tiempo que la mente no puede funcionar bien si es presa de angustia. A padres y maestros se aconseja acertadamente que sean bondadosos y pacientes con los niños que no aprenden, pero demasiado a menudo los métodos modernos para solucionar las dificultades de aprendizaje dependen exclusivamente del amor. Para eliminar una dificultad en el aprendizaje es necesario averiguar que angustia hay detrás de ella, trata de entenderla y luego procurar que desaparezca.

Cuando un niño padece algún trastorno

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.6 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com