LA IMPORTANCIA DE LA PERCEPCIÓN EN LA DETERMINACIÓN DE LA CONDUCTA

LA IMPORTANCIA DE LA PERCEPCIÓN EN LA DETERMINACIÓN DE LA CONDUCTA

El ser humano no capta la realidad fragmentariamente, como si fuera un mosaico de sensaciones. El objeto directo de nuestra percepción son los objetos y los acontecimientos o sucesos. Así, percibimos directamente un “plátano”, no una suma de olores, colores y formas.

Con esto, podemos decir que gracias a la existencia de mecanismos perceptivos complejos, interpretamos la estimulación del medio y se nos hacen presentes objetos y acontecimientos como hechos dotados de significado. Es por esto, que la percepción influye en nuestra conducta.

La percepción es un proceso que no viene determinado exclusivamente por los mecanismos fisiológicos de los sentidos y el cerebro, solamente; También intervienes elementos culturales y educativos. Es tal esta influencia que lo podemos ver claramente una variación de la conducta entre una cultura u otra, e incluso entre los individuos pertenecientes a un mismo grupo social y que han recibido una educación semejante.

Al principio de su vida, los niños asocian sonidos a objetos concretos, ya que no poseen la capacidad de discriminar, aún. Finalmente, el niño comienza a comprender el lenguaje abstracto y comprende las diferencias entre “malo”, “bueno”, “feo”, “bonito”, etc. y entonces los objetos comienzan a parecerle algo más complejo y toman un significado diferente.

Esto lo podemos ver claramente reflejado en el siguiente ejemplo: Al inicio de su vida, el niño toca todo lo que encuentra, no importando si es fuego, algo venenoso, filoso, etcétera; pero una percepción más profunda le permite tener la capacidad de analizar que “eso” es peligroso y por tanto debe alejarse. Y lo mismo pasa en nuestra vida diaria, nuestra percepción hace que nos acerquemos a lo que nos parece interesante o sin riesgos (comúnmente).

Otro ejemplo podría ser la percepción que tenemos sobre una persona en un coche deportivo, según nuestra cultura y conocimiento, el tener un coche deportivo es sinónimo de una persona con dinero, poder y éxito, y por tanto lo tratamos de una manera diferente a una persona que no tiene coche o tiene uno de un modelo poco popular o muy antiguo, aunque sea discriminatorio.

Podemos hablar también del entorno en el que vivimos, o el hábitat. Por ejemplo, en el caso de los países demasiado religiosos se tiene una percepción definitiva de las consecuencias que traen consigo nuestros actos; para ellos el sólo hecho de desobedecer a los padres, no pagar dinero prestado, ser infiel a tu pareja, etcétera, trae consecuencias muy malas y para países más occidentales estos actos sí representan una mala educación, valores o algo malo pero no tienen consecuencias tan profundas como las de esos otros países. Es por esto, que la conducta es distinta en ciertas partes del mundo.

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