LA INDIGENCIA EN LOS NIÑOS COMO UNA CONDICIÓN DE VIDA

En el presente ensayo se pretende abordar la problemática de los niños en condiciones de vulnerabilidad como por ejemplo el trabajo infantil, además se busca resolver el interrogante ¿Será posible erradicar o por lo menos reducir los índices de trabajo infantil con lo mucho o poco que cada persona pueda hacer? Concientizar a las personas de esta problemática que se vive no solo en nuestro país, sino en el mundo entero puede ser una tarea ardua, porque no solo es tomar conciencia sino tomar cartas en el asunto y transformar esta condición.

Para introducirlos un poco en el tema se comenzará por informar acerca del origen del término “indigente”, este proviene del latín (indigentia) que significa estar necesitado, necesitar o carecer.

Por consiguiente la persona indigente es aquella que carece de los recursos indispensables para cubrir las necesidades básicas inmediatas como la alimentación, vivienda y educación; la falta de dichos recursos, lleva a que los niños estén en la obligación de trabajar, convirtiéndose esto en un grito silencioso que siempre está ahí, aunque nunca se escuche.

Y es este trabajo infantil lo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, perjudicando su desarrollo físico y psicológico,en consecuencia no solo los aparta del desarrollo común de un niño, sino que además los priva de su posibilidad de asistir a clases, jugar y divertirse, es por esta problemática y porque se debe ser consecuente con la frase que se pronuncia a diario “los niños son el futuro de nuestro país”, que se debe tomar conciencia que el problema es de todos y que es todo un país el que debe formar parte de la solución.

A pesar de los esfuerzos por evitar este flagelo los índices aumentan; según el DANE (2010):

El número de trabajadores con edades entre los 5 y los 17 años en Colombia pasó de 786.300 en 2007 a 1.465.000 en 2009, más 384.987 niños que hacen labores domésticas más de 15 horas a la semana, “no se entiende por qué lo separan si las labores domésticas también son trabajo, pero bueno”, de estos 1.465.000 niños y niñas, el 23% no van al colegio, el 54,70% no recibe remuneración, el 29% recibe ¼ del salario mínimo ósea $133.900, 984.000 son niños y 476.000 son niñas, las ciudades con mayor índice de trabajo infantil son Bucaramanga con el 14% y Montería con 8,10%, la mayoría de los niños que trabajan lo hacen en hoteles , comercio, restaurantes y agricultura.

Son cifras alarmantes que ilustran con más detalle la situación tan trágica que aqueja a una nación, pero no solo es la cifra lo que alarma sino además las formas de trabajo infantil tan indignantes que se presentan, como por ejemplo la esclavitud, el trabajo que requiere esfuerzo físico, la venta y trata de niños para la prostitución, la producción de pornografía o se ve muy a menudo que las mamás venden a sus hijos para que se dejen tocar y ver sus cuerpos, otra peor forma de trabajo infantil es el reclutamiento de niños para producir y vender estupefacientes, además los utilizan y se los llevan forzosamente para que combatan en guerras, como en las AUC (paramilitares), en el (ELN) guerrilla, o delincuencia común.

Los niños después de vivir todas estas injusticias y por quererse salir de esta vida o de olvidar todo lo que les ha tocado sufrir, terminan en la calle delinquiendo y como el dinero no les alcanza para alimentarse bien o por lo menos para satisfacer su hambre, comienzan a consumir sustancias alucinógenas, las cuales no les cuestan tanto, les quita el hambre y les hace olvidar sus problemas, a continuación se presentaran testimonios para ir más cerca a la realidad.

En el sector de Belén, barrio de Medellín se encontró un testimonio muy valioso para este texto, que sirve de apoyo para la información que se ofrece.

Jairo es un habitante de la calle que lleva más de 10 años en esta vida, afirma que “lo que gano no me alcanza para comer, entonces por lo menos que me alcance para el vicio que me envolata el hambre” Esta persona fue maltratado por sus padres y explotado en su niñez, tiene actualmente 25 años de edad, además dice “Yo no estoy en la calle porque quiera, sino porque

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