LA PERDIDA AFECTIVA

LA PÉRDIDA AFECTIVA. John Bowby.

TRISTEZA Y DEPRESIÓN

PARTE II

La lectura del duelo en los niños me dio la oportunidad de conectarme con mis sentimientos al recordar esta experiencia en mi infancia, fueron perdidas de familiares con los cuales no tenia mucho contacto, sin embargo mi respuesta a tal evento era de que sentia por primera vez el dolor. Recuerdo haber sacado todo lo que sentia con llanto, mas no puedo dejar a un lado mencionar que también ese sentimiento era consecuencia del ambiente familiar.

Hoy como adulta reconozco en mi una cobardia para pasar por una perdida, he admirado a personas que han sabido sobreponerse a tal hecho, considero que el tener ayuda espiritual, el de la familia y de amistades es muy importante, sin embargo lo mas importante esta en mi interior y mi mayor anhelo seria poder salir de él lo más sanamente posible.

El Profesor Bowlby, autor de este libro analiza la forma en que repercute la muerte de un familiar en las vidas de niños y adultos y aborda con ejemplar profundidad la dinámica del duelo, los problemas de la depresión y los procesos de acomodación que son esenciales para preservar la salud psiquica.

En primer lugar nos habla sobre el cómo tener una asertiva comunicación con el niño que está de duelo y al respecto menciona que Cuando muere uno de los padres de un niño, casi siempre le toca al progenitor sobreviviente informarle. En la mayoría de los casos, la comunicación se hace enseguida, pero cuanto más pequeño es el hijo es más probable que el progenitor sobreviviente demore la explicación, extendiéndose desde semanas hasta meses y suele recurrirse al sufragio (e padre se ha ido de viaje o bien que fue trasladado a otro hospital).

Otra manera, es que desde el comienzo hay una discrepancia entre lo que se le dice a l niño y lo que el padre cree, y esto crea dificultades. A menos que se le den explicaciones precisas, un niño pequeño supondrá naturalmente que e tal cielo no es diferente de otros lugares distantes y que el regreso del padre desaparecido es sólo una cuestión de tiempo. Otra explicación común, es que se ha ido a dormir, haciendo creer al niño que el hecho de dormirse llegue a ser para él un hecho peligroso.

Las dos informaciones decisivas que tarde o temprano el niño necesita conocer son, primero, que el padre muerto no regresara y, segundo, que su cuerpo está sepultado en la tierra o reducido a cenizas de la cremación. La información tocante a lo que se ha hecho con el cadáver generalmente se posterga mucho y lejos de ayudar a los hijos a expresar sus sentimientos, muchos padres hace casi o imposible para que aquellos los expresen. Cuando un padre tema expresar sus sentimientos, los hijos ocultarán los suyos.

La confusión y patología pueden hacer de ocultar o deformar a los niños la muerte del padre y cuando implícita o explícitamente los adultos hacen que los niños refrenen la expresión de sentimientos, siendo importante asesorar al padre sobreviviente a fin de que este ayude a los hijos.

En primer instancia, se debe brindar al padre sobreviviente un apoyo, a fin de que pueda reflexionar con libertad sobre el golpe de que ha sido víctima y sobre la manera y causa del suceso; ayudarlo a que se exprese sus sentimientos e impulsos haciendo así menos duro incluir a sus hijos en este proceso

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