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LA PSICOLOGIA FEMENINA: UN ENFOQUE RELACIONAL

Skynet201523 de Enero de 2015

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LA PSICOLOGIA FEMENINA: UN ENFOQUE RELACIONAL

La objetividad total no existe, ni siquiera en la ciencia, y la naturaleza femenina parece ser un tema que el público tiende menos a cuestionar –en cuanto a las teorías tradicionales- que cualquier otro. Acerca de la naturaleza del hombre y de la mujer es que son esencialmente diferentes unos de los otros. Como físicamente son diversos y desempeñan diferentes funciones en el proceso reproductivo, automáticamente se supone que las respectivas mentes también funcionan de manera diferente y que las estructuras de personalidad, también difieren. Como hombres y mujeres actúan en la sociedad desempeñando papeles o roles a veces muy diferenciado, se toma esto como una prueba, cuando en realidad son pautas aprendidas socialmente. La gente suele conducirse en cierto modo, adaptándose a las creencias comunes. (Por ejemplo, un varón que se encuentra angustiado, puede decir: "Soy un hombre..... no debo llorar". "Los hombres no lloran...") Casi todo lo que está descrito para la psicología femenina, ha sido hecho por hombres; tradicionalmente, la sociedad occidental ha sido dominada por los mismos. No ha de extrañar, por lo tanto, que la mujer sea considerada en muchos aspectos, como un ser inferior, sobre todo en lo relativo a la:

Fuerza muscular

Inteligencia

Valor moral

Hace algunos siglos atrás, en la Edad Media, no se admitía que la mujer pudiese ser sacerdote, porque tenía mayores posibilidades de ser corrompida por el diablo. Como no tenía tantas capacidades intelectuales como los hombres, no se le permitía el acceso al estudio. La supuesta falta de pensamiento abstracto, le impedía el acceso a niveles terciarios como la física, la química o la propia medicina. La predominancia en las ocupaciones, la confinaba al cuidado de los hijos, de su marido y de sus padres ancianos. Favorecía estas ocupaciones, el hecho de pensar que la mujer estaba dominada por sentimientos más tiernos que los del varón. Como lo más importante para ellas era el amor sobre todo en sus formas poéticas y románticas había una tendencia a emplearlas como objeto sexual, prescindiendo de la carga afectiva que ello implicaba. Desde mediados del siglo XIX, predominó la teoría de que a la mujer le disgustaba el sexo. Que había algunas muy pocas que poseían formas patológicas de acceder al orgasmo; éstas eran las mujeres multiorgásmicas a quienes se les atribuía un estado denominado "fiebre uterina", que las volvía insaciables con una o varias parejas del sexo opuesto. Muy común fue creer que, en tanto la mujer puede en forma natural tener hijos, también debe desearlos, aunque no tenga conciencia de tal deseo. Una consecuencia directa de ello, es hacer depositaria a la mujer del denominado "instinto maternal", con el cual se la hace sentir culpable si no se siente "poseída" e inundada por emociones tiernas al tomar en brazos a un bebé, o si tiene estallidos de rabia y/o resentimiento hacia sus propios hijos. De allí que si un profesional o cualquier persona significativa, supone o dictamina que la mujer no se adecua a esta pauta, padece de una enfermedad, está negando su innata naturaleza o trata de imitar al hombre.

TEORÍA

1. Teoría del Instinto Maternal: ha tenido otras consecuencias: la mujer es "bien vista", si está confinada al hogar, a la crianza y cuidado delos hijos, etc., atribuyéndole a ella, la preferencia para la vida doméstica. Así, numerosos adjetivos calificativos le son atribuidos:

Ella es pasiva

Tierna

Custodia del hogar

Éste es el lugar "natural" para una mujer y, por lo tanto, se espera que una mujer "normal" se ocupe del hogar y no de su empleo; en el caso de que tuviera uno. Se dice habitualmente que una mujer que no le agrada asumir responsabilidades fuera de su "hábitat natural", que es su hogar. Esto tiene consecuencias; (no existieron propuestas de asumir puestos elevados, directivos o gerenciales para ellas). Se espera que acepte bajos salarios como enfermera o maestra, por ejemplo. Cuando las personas cuestionan con estas argumentaciones las suposiciones más tradicionales, probablemente obtengan como respuesta;("pero…. mire a su alrededor"), lo cual ignora las poderosas presiones sociales que obligan a las personas a adecuarse a ciertas pautas de conducta. La reacción más extendida es suponer que se está actuando o pensando espontánea y libremente, por decisión personal. Y estamos analizando que no es así. La estructura mental, el tipo de pensamiento y conducta de los individuos, es el resultado de un largo proceso de condicionamiento que comienza en el nacimiento mismo. No es sorprendente, por lo tanto, que la conducta se explique en términos vagos como la "naturaleza humana". Pero en realidad, aún las funciones humanas más elementales y básicas son:

Comer

Caminar

Hablar

Que son mucho más aprendidas que innatas. Hasta la conducta sexual esa prendida. Un hecho fácilmente comprobable es que, desde el nacimiento, los niños reciben rótulos de acuerdo con su sexo. La llamada identidad, cuando llega a ser autoconsciente a edades más avanzadas, está vinculadas al concepto de "ser varón" o "ser mujer". Es común que una persona comience a describirse con la frase…"Soy un hombre…" o "Soy una mujer…”El niño que hace muecas o "pucheros", cuando amenaza llorar, sabe que es un niño o una niña, aunque aún no sepa nada de las diferencias genitales. Y aún mucho antes del aluvión hormonal de la pubertad-adolescencia, alrededor de los cuatro o cinco años de edad, se adapta a las pautas admitidas al "ser varón" o "ser mujer" .Es por toda conocida la costumbre de vestir aún con colores diferenciados a los niños con ropas diferentes. Incluso estas diferencias llegan hasta las pautas de juego y juguetes, bien diferentes para cada sexo. Los pequeños esperan "ser grandes" para parecerse a papá o al último héroe televisivo. Las pequeñas esperan crecer para parecerse a mamá. Para ello, (practican bañando a sus muñecas, o lavando ollas o sartenes en miniatura. Se estimula a los varoncitos a ser agresivos y "defenderse". Sus regalos preferidos son pistolas o ametralladoras de juguete y guantes de boxeo, alentándolos a arreglárselas solos y a no quejarse ni llorar, que eso no es propio de varones. A las pequeñas se les regaña si prefieren juegos bruscos que puedan ensuciar sus vestiditos. Si llegan a llorar por cualquier circunstancia, la madre o una persona significativa, la tomará en sus brazos, la consolará y mimará. Ya más adultos, se alentará a los varones a salir a jugar a la calle y las niñas deberán ayudar en las tareas del hogar).(Si la madre enferma o muere, se espera que las niñas renuncien a sus ambiciones personales de estudio o carrera, y se ocupen de los hermanitos menores y las tareas de la casa. Si hubiera presupuestos limitados, estos se ocuparán en los varoncitos de la casa para poder estudiar y perfeccionarse, además, se espera que los varones sean competitivos y aprendan a ganarse el sustento. Las niñas no tienen motivación para sobresalir o para perfeccionarse en sus estudios. En si son pocas oportunidades que se consideran que la inteligencia es una carga para las niñas y que a los hombres les disgusta la mujer demasiado "avivada" o rápida. A todas luces, la familia supone que la "carrera" para una niña es el matrimonio. De allí que es bien visto y alentado, una personalidad complaciente, habilidades domésticas y un aspecto atractivo).El estudio, el diploma que lo consagra, es considerado secundario, una especie de "seguro" en caso de fracasar la búsqueda de marido o hijos. Las presiones de orden social, tienden a favorecer la posición de la mujer tradicional como esposa y madre. Existe cierta discriminación en la educación superior y en muchos empleos la falta de facilidades para el cuidado de los hijos. Sin embargo, la imagen de mujer del hogar, esposa y madre tierna, no es de ninguna manera universal. En la sociedad occidental se ha confinado casi exclusivamente en la clase media. La "anormalidad" quedó por cuenta de las clases trabajadoras que para poder sustentar el hogar, debieron dejar a sus hijos al cuidado de otros, o antes que ello, recurrir a abortos clandestinos, ya que el embarazo impedía trabajar. La antropología da cuenta de organizaciones de sociedades bien diferentes donde algunas veces es el hombre el que queda cuidando de los hijos pequeños. En el mundo occidental moderno, en los comienzos del siglo XXI, mucha gente joven rechaza los papeles sexuales tradicionales que estamos exponiendo, y los hombres se interesan tanto como las mujeres en la crianza y cuidado de los hijos, así como en las diversas tareas de la casa.

Diversos tests ponen en evidencia que el condicionamiento social hace que la mayoría de la gente suprima o reprima, amplios sectores de sus potencialidades para adecuarse a su papel e imagen sexual. Aunque parezca mentira, la revolución producida en los finales de la 2a.Guerra Mundial, con el control de natalidad para las mujeres, produjo un cambio radical en los antiguos papeles sexuales. En el pasado, las mujeres aceptaron calladamente el papel reservado para ellas en el seno de la sociedad; en buena parte, tenían pocas posibilidades de elección. Adecuarse a la imagen, ser lo que la sociedad exigía, era una forma de hacer de la mejor manera, lo que esta misma sociedad imponía. Pocas alternativas había:

Ser una paria social

Recibir el rótulo de neurótica

Ahora,

...

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