La Complejidad Del Conocimineto

Universidad Nacional de Colombia

Metodología de la investigación I

Cristhian Enrique Córdoba Trillos

Grupo del miércoles

MORIN, Edgar. El Método, el conocimiento del conocimiento. 2º edición. Traducción de Ana Sánchez. Editorial Cátedra.

La complejidad del conocimiento

Originalmente es de vital importancia conocer el enfoque que hace acerca del conocimiento el filósofo, sociólogo y escritor francés Edgar Morín. Para él, el conocimiento es un proceso de construcción que se hace dentro de una complejidad, y que a la vez es biológico, cerebral, espiritual, cultural, lingüístico, histórico y social; es decir, desde un punto de vista antropológico. Para Morín, la existencia o realidad, el pensamiento y el conocimiento son complejos, esto nos dará a conocer es éste libro y dirá de qué modo se puede llegar a comprender el mundo de una manera correcta. Igualmente precisa, entonces cualquier fenómeno que se presente dentro de un contexto, debe analizarse de una o cierta forma para hallar la razón del problema, y no aplicarle una herramienta uni-facética, porque se saldría del mundo complejo, y esto es lo que no se quiere, además, no satisfaciendo la solución del mismo. El conocimiento complejo debe abarcarse desde un todo, y en este aspecto difiere de la epistemología, que asume el conocimiento solo desde el punto de vista cognitivo y centralizado. El sujeto como tal debe tener una eco-organización y asumir que no existe algo más complejo que el cerebro, pero igual debe entender que es un ser único, autónomo y capaz de procesar información y sacar a la luz sus ideas y conocimientos.

La cantidad de compromisos entre las diferentes sensaciones y pulsaciones cognitivas es enorme, por ello es imposible aislarlas, pues dependen unas de otras imprescindiblemente, y sólo juntas pueden darnos una idea de cómo buscar y encontrar la verdad. Morín dice que la verdad es dependiente, pues está impregnada de nuestros estados anímicos, estados anímicos actuales, ya que estos también son dependientes y pueden cambiar y por ende modificar nuestra verdad. Los deseos, temores, impulsos y obsesiones, son peligrosos para nuestras ideas, en efecto, estos cambian por completo nuestras concepciones y nos llevan a un camino equivocado que de hecho estaba predestinado, es así que nuestra verdad es la verdad que queremos que sea y por ello deja de ser verdad, es únicamente una respuesta apaciguadora y de alivio; así pues, se deben dejar a un lado las emociones, impulsos, deseos y todo aquello que pueda sesgarnos de nuestra verdad. Por otro lado la verdad encontrada produce un éxtasis y posesión, si alcanzásemos a volvernos “adictos” a conocer esa verdad, ésta terminaría por llegar a poseernos y en ese caso perderíamos el sentido de verdad pues la encontramos de manera equivocada. También existe en nosotros la verdad pero como un simple “discernir” de ésta, un sentimiento, un sentimiento de verdad, y es éste sentimiento el que igualmente nos puede llevar a desbordar el conocimiento, pues en sí misma no es “verdad”. El sentimiento de verdad corresponde directamente

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