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La Conducta De Los Adolescentes


Enviado por   •  22 de Junio de 2014  •  2.382 Palabras (10 Páginas)  •  340 Visitas

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Muchas teorías mostraban que la mayoría de los delincuentes proceden de un medio socialmente desfavorecido, (Rutter y Giller, 1957) la conducta antisocial era consecuencia de “la tensión” causada por el abismo entre los objetivos culturales y los medios disponibles para alcanzarlos, la delincuencia como un medio “normal” de comportarse dentro de una subcultura socialmente desfavorecida. No obstante sigue siendo cierto que la situación social desfavorecida y la pobreza constituyen unas indicaciones razonablemente solidas de un mayor riesgo de delincuencia.

La presión económica tiene un efecto en la conducta antisocial, pero la influencia directa viene mediada por depresión de algún progenitor, conflicto matrimonial y hostilidad de los progenitores, el estudio de Oregón basado en un muestreo arroja resultados notablemente similares, los efectos del estrés familiar estaban mediados por la depresión de los padres y la deficiente disciplina por parte de estos.

El estudio de Faarrington de Londres y los de Loeber de Pittsburgh demostraron también que gran parte del riesgo de conductas antisociales que tenían su origen en la situación social desfavorecida estaba por la deficiente crianza de los hijos, Bolger et al. (1995) en el estudio longitudinal de Charlottesville, la influencia de las dificultades económicas estaba mediada por la conducta de los padres.

Se dedujo que la pertinencia a las clases marginales era el principal factor de riesgo, pero su influencia se ejercía principalmente sobre la delincuencia callejera, las conclusiones de los diversos estudios mostraron que gran parte del riesgo de conducta antisocial asociado a pobreza y situación social desfavorecida es mediado por los efectos adversos provocados por un prolongado estrés económico. Lo que ninguno de estos estudios ha examinado el posible su papel de los factores genéticos de los niños antisociales. Estos niños tienen un CI por debajo de la media, estos constituyen un factor de riesgo de conducta antisocial, además de un alto riesgo de desempleo y de dependencia de los servicios sociales.

Un estudio danés sobre hijos adoptivos ha comprobado la mediación ambiental frente a la genética, parte del bajo NSE viene genéticamente mediado, parte tiene que ser mediado ambientalmente. Testimonios indican que la posición social desfavorecedora y la pobreza participan como factores lejanos en los procesos causales que conducen a la conducta antisocial, es importante apreciar que la mayoría de los efectos de la pobreza son indirectos no se niega su papel en la cadena causal.

En la actualidad se han usado varios modelos de investigación sobre los efectos de televisión o las películas en la conducta antisocial, ha habido estudios experimentales de entorno naturalista en los cuales se ha elevado la conducta de los jóvenes antes y después de ver películas violentas, pro sociales y neutrales, las conclusiones han mostrados efectos pequeños pero significativos de las películas violentas en el en el incremento de la conducta agresiva cabe destacar que los estudios han sido a muy corto plazo. El estudios de los cambios que se producen con l paso del tiempo en zonas con y sin acceso a la televisión (Williams, 1986). De nuevo los hallazgos coinciden con un modesto efecto causal de la televisión en la conducta agresiva, finalmente los estudios de muestreos representativos indican la existencia de un modesto efecto causal. Los hallazgos apuntan a la misma conclusión: un efecto causal que es pequeño pero aun así lo suficiente grande como para establecer una diferencia significativa.

Una preocupación muy distinta que lo que se muestre en la televisión refleje simplemente lo que sucede más generalmente en la sociedad, si hay mucha violencia en la televisión o en las películas es probablemente porque por que las personas tienen interés por la violencia, es improbable que la violencia de la televisión o de las películas produzcan unos efectos que no formen parte de unos rasgos más generales de la sociedad, y que es probable que los efectos sean mayores cuando la familia, la sociedad y las influencias de los medios concuerden entre sí.

Si se acepta que la contemplación de la violencia puede, en ciertas circunstancias, desempeñar un papel potenciador que contribuye a fomentar la conducta agresiva, se plantean tres interrogantes: qué tipo de violencia cinematográfica y televisiva es más probable que tenga estos efectos; qué tipo de niños son los más vulnerables a estos efectos, los testimonios indican que el efecto potenciador sobre la agresividad tiene más probabilidad de aparecer cuando la violencia contemplada es de un tipo cercano a la vida real y resulta premiada, hay algunas incertidumbre acerca de si los efectos son mayores en niños más pequeños.

En este tema hay tres ideas que han llegado a ser consideradas; la primera: contemplar la violencia puede resultar excitante, sirve para liberar o potenciar tendencias agresivas que están presentes en todo el mundo, la segunda: contemplar regularmente violencia sirve para insensibilizar a las personas a la violencia, puede de hecho ser fomentada. En tercer lugar; puede determinar y reforzar códigos cognitivos, o maneras de pensar, en relación con la violencia.

Hagell y Newburn (1994) hallaron que los delincuentes crónicos no difería mucho la cantidad de violencia que contemplaban sin embargo no se analizó la contemplación de violencia a una edad más temprana, es improbable que el ver televisión resulte ser un determinante decisivo de las diferencias individuales en cuanto a la agresividad.

En el caso de los video juegos y la internet hay diferencias mucho mayores en la cantidad de material violento y pornográfico aunque el patrón de hallazgos es en líneas generalmente similares y se puede aceptar que los efectos sean semejantes, los video juegos producen una nueva dimensión en la medida que incluye el elemento del juego, Huff y Collinson (1987) en un estudio a 100 aprendices la quinta parte de los que practicaban los video juegos dijeron que habían cometido un delito para financiar su habito.

El juego persistente puede tener como consecuencia una excitación fisiológica que es después un refuerzo a la futura conducta predisponiendo así a la dependencia (Griffiths, 1997) algunos jugadores desarrollan un abanico más amplio de conductas antisociales.

Es evidente que hay zonas con altos y bajos niveles de delincuencia , el Estudios Británico sobre la Delincuencia (1988).puso de manifiesto que en las zonas agrícolas el índice de robos era d 20 mientras que en los complejos urbanísticos de subvención municipal de alquileres más pobres era de 280: una diferencia de 14 veces más, los hallazgos en EUA son comparables.

La diferencia de zona pudiera no reflejar más que

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