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La Dislalia


Enviado por   •  28 de Septiembre de 2012  •  8.352 Palabras (34 Páginas)  •  1.047 Visitas

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UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO

PROGRAMA DE POSTGRADO – SECTOR EDUCACIÓN

NOMBRE: DIPLOMADO PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

CURSO I: DIFICULTADES DE APRENDIZAJE Y ACTIVIDADES DE RECUPERACIÓN

DOCENTE EXPOSITOR:

ADRIANA PATRICIA BARÓN RIVERA

TÍTULO DEL TRABAJO: DISLALIA

(GRUPO N°03)

TRUJILLO, 02 de agosto del 2012

I. Introducción

1.1 Planteamiento del problema

El término dislalia no existió siempre. Por mucho tiempo se agrupaban los trastornos de la pronunciación bajo el nombre de dislabia. El suizo Schulter en los años 30 del siglo XIX comenzó a utilizar el término de dislalia para diferenciarlo de la alalia (sin lenguaje); posteriormente los estudios realizados por diferentes autores como A. Kussmaul (1879), Berkan (1892), H. Gutzman (1927), P. Liebmann (1924), Froschels (1928), y otros hicieron posible el significado que conserva hoy.

En los años 80 del siglo pasado Soep, intentó clasificar el trastorno teniendo en cuenta la existencia de dislalias mecánicas (orgánicas) y funcionales.

A comienzos de este siglo XX, autores soviéticos trataron de explicar el surgimiento de la dislalia sobre bases de trastornos auditivos de carácter periférico por un lado, y con alteraciones en la función de los órganos de la articulación por otro.

Las dislalias son los trastornos que aparecen en los estudiantes de nivel inicial y primario con mayor frecuencia y de forma más variada. Y, es una de las anomalías que tiene un pronóstico más favorable y con adecuados tratamientos pueden ir desapareciendo y por consiguiente ir también mejorando su aprendizaje escolar.

La dislalia es un término que muchos ignoran e incluso muchos no saben cómo actuar frente a esta situación; y no sólo eso sino que no saben cómo reaccionar ante este tipo de problema que en muchos de los casos intervienen en el aprendizaje y desarrollo integral del niño.

Como todos sabemos el lenguaje es la principal herramienta que posee el ser humano para interactuar y formar vínculos con otros. Es por ello que nos hemos preocupado por este problema llamado “Dislalia” que se define como una alteración funcional del habla, caracterizada por omisiones, sustituciones o distorsiones de sonidos dentro de las palabras. Los niños con “dislalia” presentan un retraso en la adquisición y maduración de los esquemas motrices del fonema y en la producción de la palabra.

También enfatizamos las características que trae este tipo de problema entre ellas tenemos: La dislalia evolutiva, que se refiere a las fallas en la pronunciación, es decir se da al momento de articular los sonidos, la dislalia audiógena, es la alteración en el habla como consecuencia de pérdidas auditiva, la dislalia psicógena que se da debido a la lentitud de su aprendizaje. Y por último la dislalia orgánica que se genera como secuela de malformaciones de las estructuras del mecanismo fonológico.

1.2 Justificación

Una de las principales novedades de la reforma educativa en nuestro país – desde el año 2007 - es la consideración de una educación inclusiva, con el objetivo de minimizar y eliminar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes, en especial de aquellos con alguna discapacidad.

La Educación Inclusiva representa una apuesta por la igualdad y la no discriminación al garantizar para todos los niños, niñas y adolescentes el acceso a la educación, a la activa participación e igualdad de oportunidades, disminuyendo las diferencias y contribuyendo a eliminar los prejuicios y estereotipos que se tienen respecto a las personas con discapacidad. Este es un proceso que se desarrolla desafiando las políticas excluyentes, y que en la última década se ha convertido en el enfoque preferido para satisfacer las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos y alumnas en escuelas regulares.

La educación inclusiva ofrece a las niñas (os) y personas adultas con discapacidad, la oportunidad de desafiar los prejuicios, adquirir visibilidad y desarrollar la confianza en sí mismas como para hablar en su propio nombre y construir su propio futuro dentro del quehacer social, conjuntamente con los demás.

Las actitudes discriminatorias frente a las personas con discapacidad persisten en la sociedad debido a la falta de información y a la escasa o inexistente experiencia de convivir estrechamente con ellas. Las niñas y niños de hoy son las madres y padres, docentes, abogadas y abogados, diseñadores y diseñadoras de políticas del futuro, si asisten a la escuela juntos niñas (os) con y sin discapacidad, aprenderán a no discriminar y a valorar las diferencias de las personas.

Una educación no puede ser de calidad si no logra que todos los alumnos, y no sólo parte de ellos, adquieran las competencias necesarias para insertarse activamente en la sociedad y desarrollar su proyecto de vida en relación con los otros.

Por las consideraciones antes mencionadas, creemos de suma importancia el estudio e investigación sobre la Dislalia para:

Primero, empezar una nueva formación pedagógica orientada hacia estudiantes con necesidades educativas especiales, puesto que fuimos formados para enseñar a estudiantes sin dificultades o problemas de aprendizaje.

Segundo, mejorar la calidad de la enseñanza y asegurar la igualdad de oportunidades de los estudiantes, introduciendo cambios sustanciales en la misma.

Tercero, el conocimiento de la dislalia nos permitirá implementar un conjunto de estrategias, recursos de apoyo y actividades de recuperación que ayuden a los estudiantes con necesidades educativas especiales enfrentar con éxito el reto que implica hacer realidad su derecho.

Por consiguiente, el presente trabajo de investigación sobre la dislalia beneficiará, principalmente, a los niños y niñas con este trastorno o discapacidad, a sus familias. Pues, la experiencia ha demostrado que, en un contexto inclusivo, los estudiantes tienden a aceptar las diferencias con mayor facilidad que las personas adultas. Los niños y niñas que asisten juntos a la escuela aprender a no discriminar y a valorar las diferencias entre las personas.

1.3 Método de investigación:

La presente investigación es documental; pues, la hemos realizado a través de la consulta de diversos documentos como libros, revistas, páginas web, etc.

Acorde con el método utilizado es: deductiva – inductiva.

Según el número de investigadores: es colectiva.

1.4 Objetivos

a) Objetivo general

Determinar las características generales de la Dislalia como uno de los principales problemas de aprendizaje que presentan los niños y niñas de las instituciones educativas.

b) Objetivos específicos

 Definir que es la dislalia.

 Determinar los factores que originan la dislalia.

 Describir los tipos de dislalia.

 Proponer actividades de recuperación para estudiantes de educación inicial y primaria.

II. Texto o cuerpo

2.1 Definición:

Etimológicamente significa dificultad en el habla, del griego dis, dificultad, lalein, hablar, pudiendo definirse como los trastornos de la articulación en los sonidos del habla (pronunciación), donde no exista como base una entidad neurológica.

Según Pilar Pascual define a la dislalia como:

Dificultad o defecto para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas (letras o silabas).

Es un trastorno en la articulación o pronunciación de la palabra.

La dislalia es de carácter funcional es decir que no hay compromiso a nivel del sistema nervioso Central, por lo tanto se supera con el tratamiento. (PASCUAL GARCÍA, Pilar (1992) La Dislalia: Naturaleza, diagnóstico y rehabilitación. Madrid: CEPE.).

Según Segre las dislalias son trastornos de la articulación de la palabra, debida a las alteraciones de los órganos periféricos que la producen sin daño neurológico; clasificándolas en orgánicas a consecuencia de lesiones anatómicas en los órganos articulatorios y funcionales, cuya causa está dada por una mala coordinación muscular debido a factores etiológicos diferentes.

2.2 Características

El Trastorno Fonológico o Dislalia consiste en la incapacidad del niño para pronunciar correctamente los sonidos del habla que son esperables según su edad y desarrollo. Este trastorno se va a manifestar en errores en la producción de sonidos como la sustitución de una letra por otra (el niño dice “tasa” en vez de “casa”) o la omisión de consonantes (“lapi” en vez de “lápiz”).

La dislalia corresponde al trastorno en la articulación de los fonemas, o bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma improcedente. Se trata pues de una incapacidad para pronunciar o formar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas.

La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal. Así puede presentarse el defecto referido a un solo fonema o a varios en número indeterminado, o afectar tan sólo a la asociación de consonantes, cuando éstas aparecen unidas en una sola sílaba, omitiendo en este caso una de ellas.

El lenguaje de un niño dislálico, si se encuentra muy afectado al extenderse a muchos fonemas, puede llegar a hacerse ininteligible, por las desfiguraciones verbales que emplea continuamente.

Este trastorno de la articulación de fonemas, puede ser motivado por distintas causas. Teniendo en cuenta de una forma genérica el origen de su producción, se hará la clasificación de las mismas.

Pero en cualquier caso, fuera de la dislalia de evolución que forma parte de un proceso normal del desarrollo del lenguaje, debe ser tratada lo más precozmente posible, para así conseguir su rehabilitación.

Hay que tener en cuenta que, al menos refiriéndose a algunos fonemas, no a todos, lo que en un idioma puede ser considerado como una articulación defectuosa, para otro no lo es. Pero en estos casos no se trata de dificultad, sino del contexto social del idioma de cada país, que puede determinar algunas formas particulares de articulación.

La Dislalia suele provocar problemas de comunicación del niño con su entorno y suele asociarse con retrasos en el desarrollo del lenguaje. En los casos más graves influye negativamente en los aprendizajes escolares que suele verse reflejado en un bajo rendimiento escolar.

2.3 Presentación de la Dislalia:

Por omisión Por sustitución Por distorsión

Es la omisión del fonema que no se sabe realizar. En unas ocasiones esta omisión afecta solo a la consonante, por ejemplo dirá:

“caeta” por carreta

emana por semana

También puede omitir la sílaba completa que contiene el fonema conflictivo, diciendo:

“camelo” por caramelo

Cuando se trata de sílabas de consonante doble, trabadas, es frecuente la omisión de la consonante medial, por la dificultad que supone la emisión continuada de dos consonantes sin vocal intermedia. Sí dirá:

pato por plato

futa por fruta

Otra emisión frecuente es de las consonantes que aparecen en sílaba inversa, especialmente, si van al final de la palabra, aunque en otras posiciones sepan pronunciarlas.

Se denomina sustitución al error de articulación en que un sonido correctamente emitido, es reemplazado por otro, dentro de la palabra, pero no es el que procede. En unos casos, ante la imposibilidad que siente el niño para pronunciar una articulación concreta la sustituye por otra más fácil y asequible.

La /r/ es cambiada por /g/ o /d/ diciendo:

cada por cara

cago por carro

La /k/ suele ser reemplazada por /t/ diciendo:

tama por cama

En otras ocasiones la falta de control de la lengua le lleva a cambiar el punto de articulación o la forma de salida del aire fonador y así obtiene una articulación distinta de la que quiere imitar. Puede sustituir la /d/ por la /l/, al permitir una salida lateral del aire. Por ejemplo:

Tolo por todo Esta alteración es por una imperfecta posición de los órganos de la articulación, y la falta de control de los movimientos que han de realizar o a la forma improcedente de salida del aire fonador, produciendo lateralizaciones o nasalizaciones incorrectas.

Las distorsiones pueden ser personales, cada sujeto que presenta este error manifiesta en ocasiones deformaciones muy particulares, que pueden llegar a ser muy llamativas, al oído de los demás.

Fuente: GAMBOA QUINTANA, Mauricia. Ministerio de Educación.

Por Inserción o adición

En ocasiones, entre un sonido que le resulta difícil de articular, el niño intercala junto a él otro fonema que no corresponde a esa palabra y, sin conseguir con ello salvar la dificultad, se convierte en un vicio de dicción. En lugar:

de “ratón” dirá “aratón”

de “plato” dirá “palato”

Este tipo de error se presenta con menos frecuencia. En cambio, la distorsión y la sustitución, son los dos errores que con mayor frecuencia se presentan en la dislalia.

3. Factores que originan la dislalia funcional

La etiología de la dislalia funcional es muy variada, pudiendo existir una serie de causas que determinan unos mismos efectos de articulación defectuosa. En muchos casos no es una sola la causa determinante, sino que estas anormalidades funcionales se deben, por lo general, a una combinación de factores que están todos ellos incidiendo sobre el niño.

Es importante conocer en el estudio de cada caso cuáles son estas posibles causas, para aplicar el tratamiento adecuado atendiendo a aquel factor que está impidiendo el desarrollo y normal evolución del lenguaje del niño.

En cualquier caso la dislalia funcional nunca es producida por una lesión del sistema nervioso central, la cual ocasionaría otra serie de trastornos, sino que, en general, estará motivada por una inmadurez del sujeto que impide un funcionamiento adecuado de los órganos que intervienen en la articulación del lenguaje.

Vamos a presentar una serie de causas que pueden ser determinantes de la dislalia funcional, siguiendo el orden con que aparecen de mayor a menor frecuencia. Hay que tener en cuenta, como ya queda dicho, que en muchos casos habrá una interrelación de estos factores actuando sobre el sujeto.

Etiología

D.F. descripción

Escasa habilidad motora El desenvolvimiento del lenguaje está estrechamente ligado al desenvolvimiento delas funciones del movimiento, es decir de la motricidad fina que entra en juego directamente en la articulación del lenguaje. Existe, por tanto, una relación directa entre el grado de retraso motor y el grado de retraso del lenguaje en los defectos de pronunciación. Por ello estos defectos irán desapareciendo al mismo tiempo que se va desarrollando la motricidad fina, pues el niño irá adquiriendo la agilidad y coordinación de movimientos que precisa para hablar correctamente. De aquí la necesidad de enfocar el tratamiento, no sólo en orden a enseñar a articular, sino a desarrollar todo el aspecto psicomotor del sujeto, educando todos los movimientos, aunque no sean inmediatamente; utilizados en la articulación de la palabra y organizando su esquema corporal. Esta causa es la que se encuentra más frecuente en los casos de dislalias funcionales, pues, aunque se den asociados otros factores que facilitan la generación del trastorno, la mayoría de estos niños tienen torpeza en los movimientos de los órganos del aparato fonador y una falta de coordinación motriz general, aunque ésta sólo se manifieste en los movimientos de destreza final.

D i f i c u l t a d e s e n la

p e r c e p c i ó n d e l e s p a c i o

y e l t i e m p o

En muchos casos el trastorno de la articulación está asociado a trastornos de la percepción y a la organización espacio-temporal, siendo difícil llegar a un desarrollo del lenguaje sin una evolución correcta de la percepción. El lenguaje comienza a surgir en el niño por imitación de movimientos y sonidos. Es muy difícil que puedan darse los primeros si el niño no es capaz de percibirlos tal como son, si no tiene interior-rizadas las nociones del espacio y el tiempo. En ocasiones el niño ve un movimiento, pero no lo percibe tal y como es y no es capaz de diferenciar una articulación de otra, porque él las percibe de forma semejante sin lograr captar los matices que las distinguen por falta de desarrollo dela capacidad perceptiva. El desarrollo de la percepción tiene un interés extraordinario para la necesaria evolución del lenguaje, encontrándose muchos niños dislálicos con dificultades en este aspecto.

FALTA DE COMPRENSIÓN O DISCRIMINACIÓN AUDITIVA Algunos niños tienen dificultades en cuanto a la discriminación acústica de los fonemas por capacidad insuficiente de diferenciación de unos a otros. El niño no podrá imitar los sonidos diferentes, porque no es capaz de discriminarlos como tales. En estos casos falta capacidad para discernir los intervalos entre dos sonidos, las diferencias de intensidad y las duraciones, como igualmente el sentido rítmico es muy imperfecto. Cuando estas causas aparecen pueden generar una dislalia producida, no porque el niño no oiga, sino por una falta de compresión auditiva, creando un fallo en la exacta imitación de los fonemas oídos. El niño oye bien, pero analiza o integra mal los fonemas correctos que oye. La educación auditiva y rítmica será, por tanto, un medio para lograr hablar con perfección.

FACTORES PSICOLOGICOS Los factores psicológicos juegan un papel muy importante como generadores de trastornos de lenguaje, encontrándose, en muchos casos, asociados a cualquiera delas otras causas descritas. Cualquier trastorno de tipo afectivo puede incidir sobre el lenguaje del niño haciendo que quede fijado en etapas anteriores, impidiendo una normal evolución en su desarrollo. Una falta de cariño, una inadaptación familiar, un problema de celos ante la venida de un hermano pequeño, la actitud ansiosa de los padres, la existencia de un rechazo hacia el niño, experiencias traumatizantes por ambiente familiar desunido, por falta de alguno de los padres o por un accidente, pueden provocar un trastorno en el desarrollo de la personalidad del niño que se refleje en la expresión de su lenguaje, ya que existe una interacción continuada entre el lenguaje y el desarrollo de la personalidad. Así, toda perturbación psicoafectiva de la primera infancia retarda y perturba la normal evolución del lenguaje. En estos casos falta la necesidad emocional de comunicarse, que es un elemento básico para el desarrollo del habla en el niño.

FACTORES AMBIENTALES El ambiente es un factor de gran importancia en la evolución del niño, que junto con los elementos o capacidades personales, irán determinando su desarrollo y maduración. Así muchos de los factores psicológicos, anteriormente descritos que retarda no retienen esta evolución de la personalidad; con todo lo que esto conlleva, está ocasionado por factores ambientales poco

favorecedores. En primer lugar se puede citar la carencia de ambiente familiar. Esta es la situación de aquellos niños que viven en instituciones en las cuales, aunque traten de ser estimuladoras de su desarrollo, les falta la cercanía de los padres y el ambiente afectivo normal que precisan para su maduración en todos los órdenes y esto se refleja en muchos casos en su expresión hablada. Otro aspecto importante es el nivel cultural del ambiente en que se desenvuelve el niño. Esto se hace notar de forma muy acusada en el vocabulario empleado y en la fluidez de expresión, pero igualmente en el modo de articulación, ya que ésta, en muchas ocasiones, también es defectuosa en el medio en que se mueve. Un problema que en algunos casos se presenta es el del bilingüismo existente en el ambiente en que se desenvuelve el niño, que puede crear desorientaciones en la etapa de fijación de su lenguaje, aunque no sea éste uno de los aspectos-más influyentes en la determinación de su trastorno. Estos factores son más bien de tipo social, pero pueden darse otros entornos ambientales de carácter más patologógico que influyen negativamente en el desarrollo psicoafectivo del niño, y por tanto en la normal evolución de su lenguaje. Entre otros factores se puede citar la superprotección materna que impide la debida maduración del niño, que queda detenido psicológicamente en etapas que debería haber superado. En otras ocasiones será el rechazo, manifestado de una u otra forma, pero percibido por el niño, o la inadaptación familiar, por causas de desunión o desequilibrio de los miembros de la familia, la que actúa de forma traumatizante sobre el pequeño, que no encuentra el medio psicológico adecuado para su desarrollo armónico.

FACTORES HEREDITARIOS En algunas ocasiones puede darse un factor hereditario que predisponga, al menos, a un trastorno articulatorio, aunque estos casos son menos frecuentes que los anteriormente citados. El factor hereditario, cuando existe, se puede ver reforzado por la imitación de los errores que cometan al hablar los familiares, si es que estas deformaciones articulatorias persisten en ellos.

DEFICIENCIA INTELECTUAL Una manifestación muy frecuente en la deficiencia intelectual es la alteración del lenguaje con dificultades para su articulación. En estos casos no se puede hablar tan sólo de dislalia funcional, sino que son problemas más complejos, donde aparece la dislalia como un síntoma más, y como tal, puede ser igualmente tratada, aunque en estos casos las posibilidades de reeducación estén más limitadas y condicionadas a la capacidad intelectual del sujeto.

Fuente tomada: De Pascual García, Pilar. La dislalia: “Naturaleza, diagnóstico y rehabilitación”.(1992)

4. CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS

De acuerdo a su causa, según Pilar Pascual García podemos clasificar las dislalias en:

4.1. DISLALIA EVOLUTIVA.

Se denomina dislalia evolutiva, aquella fase del desarrollo del lenguaje infantil en donde el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha y de formar los estereotipos acústico-articulatorios correctos. A causa de ello, repite las palabras de forma incorrecta desde el punto de vista fonético. Los síntomas que aparecen son, por tanto, los de la dislalia, al darse una articulación defectuosa.

Dentro de una evolución normal en la maduración del niño, estas dificultades se van superando y sólo si persisten más allá de los cuatro o cinco años, se pueden considerar como patológicas.

Aunque la dislalia evolutiva no precisa un tratamiento directo al formar parte de un proceso normal, es necesario mantener con el niño un comportamiento adecuado que ayude a su maduración general para evitar posteriores problemas, y que no permita una fijación del esquema defectuoso, que en ese momento es normal para él. Por ello, es conveniente siempre hablarle de forma clara y adulta, no imitándole en sus defectos, ni tomárselos como una gracia, lo que puede reforzarle la pronunciación defectuosa e impedir su evolución.

4.2 DISLALIA AUDIÓGENA.

Un elemento fundamental en la elaboración del lenguaje es la percepción auditiva, siendo necesaria para conseguir una correcta articulación el poseer una correcta audición. El niño que no oye nada, no hablará nada espontáneamente, y el niño que oye incorrectamente, hablará con defectos.

Estas alteraciones de la articulación producidas por una audición defectuosa, se denominan dislalia audiógena, la "hipoacusia, en mayor o menor grado impide la adquisición y el desarrollo del lenguaje, dificulta el aprendizaje de conocimientos escolares, trastorna la afectividad y altera el comportamiento social” (PERELLO, J. (1973). “Trastornos del habla. Barcelona”: Científico Médica. Pág. 262).

El niño que presenta una dislalia audiógena, motivada por un déficit auditivo, tendrá especial dificultad para reconocer y reproducir sonidos que ofrezcan entre sí una semejanza, al faltarle la capacidad de diferenciación auditiva.

En cualquier caso las alteraciones que presente en el habla el niño hipoacústico, dependerán de la intensidad de la pérdida de oído que tenga y de la capacidad del niño para compensarla.

Generalmente en estos casos, junto a la dislalia, se presentarán alteraciones de la voz y del ritmo, que modificará la cadencia normal del habla. En muchos casos, estos síntomas en la voz y en la dificultad articulatoria, son las señales de alerta de una sordera, que no es muy importante y que hasta ese momento de la vida del niño en que se presentan estas manifestaciones, ha pasado inadvertida.

La causa audiógena de la dislalia se detectará con exactitud con el examen audiométrico que nos indicará la intensidad de la pérdida. Según sus resultados se verá si es necesaria la aplicación de una prótesis auditiva que permita la amplificación del sonido y que en la mayoría de los casos será útil al niño, tanto para el desarrollo de su lenguaje como para su vida de relación.

Junto a la ayuda del amplificador el tratamiento irá dirigido, fundamentalmente, a la discriminación auditiva, al perfeccionamiento de su lenguaje, corrigiendo los defectos articulatorios que presente y enseñando las articulaciones ausentes, desarrollando la lectura labial que le ayude en la compresión del lenguaje y mejorando la voz y el ritmo.

El tratamiento de la dislalia funcional también puede ser válido para la audiógena, en lo que se refiere a la enseñanza y corrección de la articulación.

4.3. DISLALIA ORGÁNICA.

Se denomina dislalia orgánica a aquellos trastornos de la articulación que están motivados por alteraciones orgánicas.

Estas alteraciones orgánicas pueden referirse a lesiones del sistema nervioso que afecten al lenguaje, en cuyo caso se denominan más propiamente disartrias.

Cuando la alteración afecta a los órganos del habla por anomalías anatómicas o malformaciones de los mismos, se tiende a llamarlas disglosias.

Algunos autores engloban dentro de la dislalia orgánica, como un apartado más, a la dislalia audiógena, ya que está motivada por una alteración o déficit sensorial y como tal se puede considerar de origen orgánico.

No obstante la hemos tratado en distinto apartado, por considerar que presenta una mayor semejanza con la dislalia funcional y como ésta, unas mayores posibilidades de rehabilitación con un tratamiento semejante.

A. Disartria.

Las disartrias pueden ser de origen muy variado dentro del trastorno neurológico, dándose igualmente desde el nacimiento o como consecuencia de enfermedad o accidente posterior que desencadena la lesión cerebral.

Generalmente son graves y sus posibilidades de rehabilitación están en relación con la severidad de la lesión producida.

Las alteraciones neurológicas de la fonación, tienen interés logopédico cuando constituyen "situaciones secuela", es decir, una vez que ha desaparecido la acción del morbo etiopatogénico que causó la enfermedad neurológica. Son pues, las "situaciones secuela" de la neuropatología las que constituyen el campo de la acción de la clínica y la terapéutica foniátrica. (PERELLO, J. (1973). “Trastornos del habla. Barcelona”: Científico Médica. Pág. 321).

B. Disglosia.

Las anomalías anatómicas y malformaciones de los órganos del lenguaje son siempre causa de defectos de pronunciación, que se denominan disglosias. Aunque hay autores, como M. Seeman, que las llaman dislalias mecánicas.

Sus causas están en malformaciones congénitas en su mayor parte, pero también pueden ser ocasionadas por parálisis periféricas, traumatismos, trastornos del crecimiento, etc. Estas alteraciones pueden estar localizadas en los labios, lengua, paladar óseo o blando, dientes, maxilares o fosas nasales, pero en cualquier caso impedirán al niño una articulación correcta de algunos fonemas.

Atendiendo al órgano afectado se clasificarán en disglosias labiales,linguales, palatinas, dentales, mandibulares y nasales o rinolalia . "De las malformaciones anatómicas, las más comunes son las del labio leporino, acompañado o no de fisura del paladar. En estos casos corresponde a la cirugía plástica la reparación del defecto en la medida de lo posible y luego la ejercitación foniátrica corregirá funcionalmente los fonemas incorrectos". (BERNALDO DE QUIROS, J. (1969). “Los grandes problemas del lenguaje infantil”. Buenos Aires: Centro Médico de investigaciones Foniátricas y Audiológicas. Pág. 368.)

4.4 DISLALIA FUNCIONAL.

La dislalia funcional es un defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje, por una función anómala de los órganos periféricos en la que se dan las anomalías anteriormente descritas al tratar del concepto general de la dislalia, sin que existan trastornos o modificaciones orgánicas en el sujeto, sino tan sólo una incapacidad funcional.

La dislalia funcional puede darse en cualquier fonema, pero lo más frecuente es la sustitución, omisión o deformación de la /r/, /k/, /!/, /s/, /z/ y /ch/.

El niño dislálico, en unos casos, sabe que articula mal y él quisiera corregirse y trata de imitarnos, pero sus órganos no obedecen con la facilidad que él desea, y no encuentran el movimiento concreto que debe ser realizado para pronunciar un sonido correctamente.

El fonema es el resultado final de la acción de la respiración, de la fonación y de la articulación. Pero en estos casos existe una incapacidad o dificultad funcional en cualquiera de estos aspectos que impide la perfecta articulación.

En otras ocasiones, aunque la dificultad sea la misma, el niño no percibe su defecto por la fijación que tiene del mismo, no pudiendo él distinguir las articulaciones que emite bien y las que emite mal.

Para la denominación de los distintos errores que se dan en la dislalia, se utiliza una terminología derivada del nombre griego del fonema afectado, con la terminación "tismo" o "cismo". Así la articulación defectuosa de la /s/ se denomina sigmatismo, la de la /d/ deltacismo, etc. Cuando un fonema es sustituido por otro se antepone "para", como el pararrotacismo.

El resultado de la experiencia, así como los resultados estadísticos existentes, demuestran que se da una mayor incidencia de dislalias en el sexo masculino que en el femenino.

5. ACTIVIDADES DE RECUPERACIÓN:

ÁREA.- ARTICULACIÓN

Objetivo: Propiciar la correcta articulación del fonema /a/.

La progresión de estos ejercicios estará en función de la exploración fonética y de los diferentes sonidos que el niño es capaz de emitir.

Los labios están separados mucho más que en las otras vocales. La lengua extendida en el piso con su punta algo más baja que los incisivos inferiores. Los bordes de ella tocan los molares inferiores. El velo del paladar está levantado. Se pone la mano del niño en el pecho para que note la vibración y se observa a través de la nuez o bocado de Adán que la laringe no se eleva.

Para lograr la apertura adecuada de los labios se le indicará al niño que debe bajar la mandíbula y abrir la boca en forma de óvalo, imaginando que con los labios está sujetando un huevo, para ayudarle así a mantener la postura labial y mandibular propuesta.

También se puede ayudar a la emisión de la /a/ pidiendo al niño que diga con fuerza y abriendo mucho la boca, el sonido “pa”.

Cuando la /a/ es emitida con voz de falsete, se hará que perciba con la mano la vibración que se produce en el pecho cuando es realizada de forma correcta por parte del reeducador, para que luego pueda ser repetida por el niño.

Actividad: El niño respira profundamente, inspira el aire por la nariz y los saca por la boca mientras pronuncia /a/

“ Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”.

- Imitamos a un niño que se queja: ¡aaayyy, aaayyy, aaayyy!.

- Imitamos el rebuzno de un burro: hiiaaaaaa, hiiaaaaaa.

Materiales: Es

Objetivo: Propiciar la correcta articulación del fonema /u/.

La progresión de estos ejercicios estará en función de la exploración fonética y de los diferentes sonidos que el niño es capaz de emitir.

Los labios forman una abertura ovalada muy pequeña. L punta se coloca detrás de los incisivos inferiores y separada de la protuberancia alveolar. El cartílago tiroides baja de la posición de la "o". Se pone el extremo de un lápiz entre los labios y se le hace articular primero la "a", después la "o" y finalmente la " u".

Para conseguir la postura labial adecuada se pide al niño que sujete una paja con los labios y que al retirarla de éstos en la misma posición, logrando así la postura correcta para la emisión de la /u/.

También se le puede pedir que sople y deje la boca del soplo o la boca del beso para, a partir de esa posición, emitir el sonido de la /u/.

Actividad: Vamos a respirar profundamente, inspirando el aire por la nariz y sacándolo por la boca mientras pronunciamos (u).“uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu”

- Imitamos a un fantasma que quiere dar miedo: uuuhhh, uuuhhh.

- Imitamos a un niño que se queja porque le han dado un pisotón: uuuyyy, uuuyyy, uuuyyy.

Materiales: Lápiz, pajita y espejo.

Objetivo: Propiciar la correcta articulación del fonema /o/.

La progresión de estos ejercicios estará en función de la exploración fonética y de los diferentes sonidos que el niño es capaz de emitir.

Los labios se contraen ligeramente, formando un círculo hacia adelante. La punta de la lengua toca la protuberancia alveolar de los incisos inferiores, y el dorso de aquella se eleva hacia el velo del paladar, que se levanta. El cartílago tiroides baja de la posición de la "a". Se coloca un canuto de cartón del tamaño de la " o" entre los labios y se le hace articular primero la "a" y después la "o". Ese canuto se le pondrá y quitará a menudo de la boca para que sienta la sensación de abrir y cerrar los labios.

El terapeuta debe conseguir la postura de la lengua, retirándose hacia la parte posterior de la boca, puede ser facilitada empujándola suavemente con el depresor. La posición de los labios se puede conseguir haciendo que el niño sujete con ellos una bobina pequeña vacía, pidiéndole que pertenezca igual cuando éste se retire, manteniendo así la posición y abertura que deben tener los labios.

Actividad: Vamos a respirar profundamente, inspirando el aire por la nariz y sacándolo por la boca mientras pronunciamos (o):“oooooooooooooooooooooooooo”

- Imitamos a la gallina poniendo un huevo: cooocoocoooo, cooocoocoooo.

- Imitamos a un niño sorprendido: ooohhhh, ooohhhh.

Materiales: Canuto de cartón y espejo.

Objetivo: Propiciar la correcta articulación del fonema /i/.

La progresión de estos ejercicios estará en función de la exploración fonética y de los diferentes sonidos que el niño es capaz de emitir.

La abertura labial es alargada, con las comisuras de los labios un poco retiradas hacia atrás. La lengua se arquea fuertemente y toca con el dorso el paladar óseo. Para pronunciar la "i" se articulará primero la "a", después la "e" y finalmente la "i". El logopeda le ayudará con sus dos dedos índices colocados en ambas mejillas a articularla, poniendo los labios en posición de sonrisa. Se coloca la mano del niño sobre su cabeza para que advierta la vibración más intensa.

Para obtener este sonido podemos pedir al niño que sonría y así situará los labios en la posición adecuada y a partir de la boca de la risa se podrá obtener fácilmente la emisión de la /i/.

Actividad: Vamos a respirar profundamente, inspirando el aire por la nariz y sacándolo por la boca, mientras pronunciamos (i):“iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”

-Imitamos el sonido de una campanilla: tilín, tilín, tilín.

- Imitamos el canto del gallo: kikirikiiiii, kikirikiiii, kikirikiiii.

Materiales: Espejo

Objetivo: Propiciar la correcta articulación del fonema /e/.

La progresión de estos ejercicios estará en función de la exploración fonética y de los diferentes sonidos que el niño es capaz de emitir.

Los labios entreabiertos permiten ver los dientes y la lengua. La lengua se coloca detrás de los incisivos inferiores y se apoya en la cara interna de estos, el dorso se eleva, y toca el paladar ampliamente. Se coloca la espátula sobre la lengua y se le indica que articule la "e", impidiendo al mismo tiempo que estreche el canal de paso del aire.

Para conseguir la postura adecuada se pide al niño que se muerda un dedo en sentido longitudinal, manteniéndolo así sujeto con los dientes, para lo cual tendrá que estirar los labios hacia las comisuras. A continuación se le pide que separe el dedo, dejando la boca en la misma postura, como si lo siguiera manteniendo, la posición correcta para la emisión de la /e/.

Actividad: Vamos a respirar profundamente, inspirando el aire por la nariz y sacándolo por la boca, mientras pronunciamos (e).“eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee”

- Imitamos a un niño que grita desde muy lejos: eeehhh, eeehhh.

- Imitamos la bocina de un coche: mmmeeeeeeecc, mmmeeeeec.

Actividad: Adoptando la posición de bostezo reprimido ir colocando la boca como para pronunciar todas las vocales “u”, “o”, “a”, “e”, “i” de forma atona. Antes de iniciar el ejercicio se deberá hacer una inspiración.

Materiales: Depresor y espejo.

EJERCICIOS DE COLOCACIÓN DE LOS FONEMAS EN LA POSICIÓN CORRECTA

 /a/. El niño separa los labios, coloca la lengua en el suelo de la boca y apoya la punta lingual en los inci¬sivos inferiores.

 /e/. El niño coloca los labios entreabiertos separando los dientes, sitúa los incisivos superiores más adelantados que los inferiores y apoya la punta lingual en los incisivos inferiores, evitando elevar excesivamente la lengua.

 /i/. El niño coloca los labios ligeramen¬te abiertos, de manera que los dientes casi se tocan, las comisuras hacia atrás y apoya la punta lingual en los incisivos inferiores.

 /o/. El niño coloca los labios de forma redondeada, proyectándolos hacia fuera, separa ligeramente los dientes, recoge la lengua hacia la parte posterior de la boca y la punta lingual se sitúa detrás de los incisivos inferiores sin tocarlos.

 /u/. El niño proyecta los labios hacia fuera con los dientes separados, sitúa la lengua en la parte posterior de la boca, elevándola, pero sin llegar a tocar el paladar.

 /b/. El niño a partir de la pronunciación continua de /a/, va cerrando poco a poco los labios hasta que pronuncia ba.

 /c/ y /z/. El niño espira el aire bucalmente emitiendo un zumbido, posteriormente, coloca la punta de la lengua mordién¬dola entre los dientes y pronuncia ce y ci.

 /d/. El niño abre ligeramente la boca y coloca la punta lingual en la parte interior de los dientes superiores. A continuación, pronuncia da, de, di, do, du, mientras coloca su mano en el cuello para notar la sonoridad.

 /ch/. El niño coloca los labios y la boca entreabiertos, pronuncia cha, che, chi, cho, chu sobre el dorso de la mano y observa la salida del aire.

 /f/. El niño se muerde el labio inferior con los dientes superiores y a continuación sopla.

 /ge/ y /ja/. El niño eleva el dorso de la lengua hacia el paladar y pronunciar ge.

 /ga/ y /gue/. El niño coloca la lengua detrás de los incisi¬vos inferiores y pronuncia gue. Podemos ayudarle haciéndole que pronuncie con la nariz tapada enke.

 /k/. El niño coloca la lengua cerca del paladar y en el suelo de la boca.

 /l/. El niño apoya la lengua en los incisivos superiores, la empuja con fuerza hacia fuera y pronuncia la, la, la.

EJERCICIOS RESPIRATORIOS QUE FAVORECEN LA ARTICULACIÓN CORRECTA.

 /g/ = Inspiración nasal débil y corta-Pausa-Espiración bucal débil y corta

 /p/, /t/, /k/, /f/, /y/ y /ĉ/ =Inspiración nasal fuerte y corta-Pausa-Espiración bucal fuerte y corta

 /b/, /d/, /x/, /l/, /ll/, /r/ y sinfones = Inspiración nasal débil y larga-Pausa- Espiración bucal débil y larga

 /θ/ = Inspiración nasal débil y corta-Pausa-Espiración bucal entrecortada

 /s/ y /ř/ = Inspiración nasal fuerte y larga-Pausa-Espiración bucal fuerte y larga

 /m/, /n/, /ñ/ = Inspiración nasal débil y larga-Pausa-Espiración bucal débil y larga

ÁREA DE MOTRICIDAD BUCOFACIAL

1. GESTOS FACIALES

Objetivo: Fomentar la movilidad facial.

Actividad: El terapeuta le propondrá al niño que abra y cierre los ojos unas veces más lento y otras veces más rápido.

Actividad: El terapeuta le dirá al niño que guiñe los ojos con el fin de imitar la movilidad facial del niño.

Actividad: El terapeuta le dirá al niño quiñe alternativamente un ojo y después otro.

Actividad: El terapeuta le dirá al niño que frunza la frente, con la sensación por ejemplo de “estar asustado”, “estar enfadado”, o “estar sorprendido”.

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que haga muecas como por ejemplo: boca malhumorada, boca contenta, carrillos hinchados, también que mueva la lengua por las comisuras, que se lama los labios, hinche las mejillas con la lengua, haga sonidos de succión…

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que siga con la vista sin mover la cabeza una vela, un objeto o un dibujo.

Solo para niños que tengan buenas posibilidades de realizar movimientos activos

Materiales: Una vela, un objeto o un dibujo y espejo.

2. PRAXIAS LINGUALES

Objetivo: Reeducar patrones musculares inadecuados. Mejorar el control de los movimientos de la lengua para hacerla mas precisa y eficaz.

Actividad: El niño saca y mete la lengua con los labios cerrados.

Actividad: El niño realiza una serie de cinco movimientos en los que se saca la lengua, abriendo simultáneamente la boca; al meter la lengua, cerrará la boca.

Actividad: El niño hace vibrar la lengua entre los labios.

Actividad: El niño realice ejercicios circulares dentro de la boca cerrada, como si tuviera un caramelo grande.

Actividad: El niño eleva la punta de la lengua hacia la nariz y la baja hacia la barbilla.

Actividad: El niño limpia las encías con la lengua, teniendo los labios cerrados.

Actividad: Barrer los labios por fuera con la puntita de la lengua lentamente.

Actividad: Sacar la punta de la lengua alternativamente por las comisuras de los labios.

Actividad: Doblar la lengua contra los incisivos superiores y luego contra los incisivos inferiores.

Actividad: Enroscar la lengua hacia atrás con y sin ruido.

Actividad: Mover la lengua de una comisura de los labios hasta la otra.

Actividad: Dar golpes con la lengua contra el paladar.

Actividad: Barrer el paladar de delante hacia atrás.

Actividad: Barrer con la lengua la zona inferior de la cavidad bucal.

Actividad: Tocar con la punta de la lengua los incisivos superiores e inferiores alternativamente. Procurar no mover la mandíbula.

Actividad: Juntar los bordes de la lengua y formar un canal.

Actividad: Introducir la punta de la lengua en una gomita de ortodoncia y retraerla con la boca abierta sin que toque los dientes ni los labios y sin levantarla. La lengua se ensanchará y la gomita se retraerá sola.

Actividad: Colocar una goma sobre la punta de la lengua para que la sostenga tocando arruguitas mientras realiza otra actividad. Igual con dos y tres gomas.

Actividad: Colocar el depresor en la punta de la lengua procurando que no se caiga. El niño debe, mediante movimientos de la lengua, introducirlo hacia atrás hasta que provoque reflejo de arcada y sin la ayuda de los labios y los dientes. Se puede sustituir el depresor por un grisín en caso de que su contacto resulte especialmente desagradable.

Actividad: Intentar lamer un caramelo de palo. El logopeda lo sitúa a diferentes distancias y diferentes lugares: delante, drcha, izquda, arriba, abajo, respecto a la boca del niño.

Actividad: Lamer jalea, leche condensada, yogur sobre el labio o una cuchara.

Actividad: Mantener un trozo de chocolata sobre la arruga palatina y deshacerlo.

Actividad: Juntar migas de pan en un plato con la punta de la lengua.

Actividad: Sonreír con la lengua en la zona alveolar.

Actividad: Colocar la lengua y desplazar la mandíbula de derecha a izquierda.

Actividad: El niño aplana la lengua, como si estuviesemos viendo sus amígdalas.

Actividad: El niño saca la lengua, la introduce en el interior de la boca, la saca de nuevo y la vuelve a introducir. El niño repite el ejercicio varias veces, descansando en cada una de las series.

Actividad: El niño saca la lengua hacia la derecha, la mueve hacia la izquierda, de nuevo hacia la derecha y finalmente hacia la izquierda. El niño repite el ejercicio varias veces, descansando en cada una de las series.

Actividad: El niño saca la lengua hacia arriba y después hacia abajo (repite el ejercicio varias veces, descansando en cada una de las series). A continuación mueve la lengua dentro de la boca de arriba abajo del paladar (repite el ejercicio varias veces, descansando en cada una de las series). Y por último saca la lengua de la boca e intentar darle una vuelta completa alrededor de los labios, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha (repite el ejercicio varias veces, descansando en cada una de las series).

Actividad: Golpear la lengua contra la cara interna de los incisivos.

3. PRAXIAS LABIALES

Objetivo: Fomentar la movilidad de los labios.

Actividad: El terapeuta le dará al niño una piruleta para que la sujete con los labios durante cierto tiempo. Se aumentará la duración de este ejercicio un poco cada día.

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que lleve los labios cerrados hacia delante y detrás (“tirar besitos”).

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que se muerda el labio inferior con los dientes superiores, y después al revés.

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que haga vibrar los labios a modo de “pedorretas”.

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que haga vibrar la lengua y los labios (le dirá “eres el motor de un coche”).

Actividad: El terapeuta untará con miel o mermelada el labio superior del niño para que eleve la lengua y se chupe los labios.

Actividad: El terapeuta le pedirá al niño que intente limpiarse las encías con la lengua, tendiendo los labios cerrados.

Actividad: El terapeuta presionará con la punta de le lengua del niño las mejillas, haciendo como que tiene un caramelo.

Solo se podrán realizar estas actividades en aquellos niños que tengan movimientos activos con la lengua y los labios.

Actividad: Le damos al niño un juguete y le decimos que lo tire. Cuando lo ha tirado decimos << O, Oh >> y hacemos que el niño lo repita varias veces, tanto si él tira el juguete como si lo tiramos nosotros.

Actividad: El terapeuta le dirá al niño que pronuncie el sonido /a/. Se realizará esta actividad mediante juegos de imitación y melodías.

Actividad: El terapeuta le dirá al niño que pronuncie el sonido /o/, /i/, /u/, /e/. Esta actividad hay que realizarla con niños que puedan emitir sonidos, de manera que favorezca la iniciación fonética que contribuirá a hacer los labios más flexibles.

Actividad: Pasando un sonido vocálico a otro, de forma muy marcada y continuada, en un orden decreciente de mayor a menor abertura bucal: a, o, u, e, i. Esta actividad hay que

4. PRAXIAS VELARES

Objetivo: Favorecer la movilidad velar.

Actividad: Consiste en realizar gárgaras para conseguir estimular y localizar la zona velar. Las gárgaras se pueden llevar a cabo utilizando líquido o bien la propia saliva.

Actividad: Consiste en que el niño bostece con el fin de estimular la zona velar.

Actividad: Consiste en que el niño tosa para estimular la zona velar. También permite que el niño interiorice y perciba dicha zona. Es importante que cuando tosa lo haga sin forzar.

Actividad: Emitir sonidos típicamente velares como la /j/ la /k/ y la /g/ combinándolos con vocales o con otros sonidos.

Actividad: Hacer papada empujando la lengua contra la base desde la cavidad bucal.

Actividad: Pronunciar “cacaca...”, varias veces, exagerando la articulación.

Actividad: Emitir ronquidos.

Actividad: Hacer gargarismos.

Actividad: Dejar a la vista la parte posterior de la apertura de la cavidad bucal al abrir la boca, mediante el aplanamiento de la lengua en su parte posterior, sin retroceso de la misma, y la elevación del velo del paladar. En los casos en que se aprecien dificultades, cabe ayudarse de un depresor o, simplemente, de los dedos. A continuación, se dice a los niños que se observen “la campanilla”, en un espejo y que comprueben como sube y baja al decir “aaaa...”.

5. PRAXIAS MANDIBULARES

Objetivo: Favorecer la movilidad mandibular.

Actividad: El niño simula masticar procurando un movimiento vertical. Comienza por 3 movimientos y progresivamente va aumentando.

Actividad: El niño abre la boca tanto como sea posible: la mandíbula descendida y las comisuras de los labios separados. Ejecuta este movimiento de un solo golpe. A continuación cierra la boca instantáneamente y aprieta los dientes.

Actividad: El niño mueve la mandíbula de izquierda a derecha. Percibir si al realizar el movimiento produce algún dolor.

Actividad: El niño mueve la mandíbula hacia delante y hacia atrás como si fuera un cajón que se abre y se cierra.

Actividad: El niño saca el maxilar inferior hacia delante, hacia la derecha y hacia la izquierda.

Actividad: El niño con la boca en posición de bostezo, abre y cierra sin juntar las mandíbulas.

Actividad: El niño mastica un chicle alternando lados. Mientras mastica, los labios deben permanecer cerrados.

Actividad: El niño mastica con mucha fuerza, a continuación con poca fuerza, muy suavemente.

Actividad: El terapeuta sitúa el depresor en molares del niño y le pide que mastique.

Actividad: Abrimos la boca, con apertura media, y la cerramos doce veces. Y en cada ocasión simulamos que tragamos “la uva”.

Actividad: Abrimos la boca exageradamente, como para dar un gran mordisco a una manzana. Luego simulamos que masticamos y tragamos.

Actividad: Mover la mandíbula inferior lateralmente con ayuda de la mano.

Actividad: Mover la mandíbula inferior lateralmente sin ayuda de la mano.

Actividad: Abrir y cerrar la boca a distintos ritmos y con distinto tamaño de abertura, según se le vaya marcando.

Actividad: Imitar el movimiento del bostezo.

Actividad: Ejercicio de mascar o realizar movimientos similares.

Actividad: Apretar y aflojar los dientes sucesivamente, sin llegar a entreabrir la boca ni dejar la mandíbula totalmente relajada.

Actividad: Abrir y cerrar la boca deprisa.

Actividad: Abrir y cerrar la boca despacio.

Actividad: Abrir la boca despacio y cerrarla deprisa.

Actividad: Abrir la boca deprisa y cerrarla despacio.

Actividad: Hacer muecas.

Actividad: Masticar chicles en distintas posiciones (con las muelas lado derecho, muelas lado izquierdo, dientes).

Actividad: Realizar globos con chicles.

Actividad: Papel de fumar o similar pegado en la nariz y cayendo hacia la boca, por medio de soplos los elevaremos.

Actividad: Movimientos pasivos de la mandíbula inferior, que, relajada, se deja mover por el terapeuta con movimientos verticales.

Actividad: el niño debe poner diferentes caras de monstruos, bien repetidas o espontáneas

Materiales: Chicle, papel de fumar y depresor.

ÁREA DE SOPLO

Objetivo: Reeducar el soplo: conseguir una adecuada inspiración, controlar la aspiración, el soplo y la cantidad de aire expulsado al espirar.

Actividad: Hay que trabajarle el soplo nasal, percibido al tacto sobre un dedo y colocando un espejito sobre la nariz para observar como se empaña con el aire espirado. Después se pasará al soplo nasal con fuerza y sonido y así terminar con la acción de sonarse la nariz.

Actividad: Inspiración lenta y profunda, retención del aire y espiración soplante abucinando los labios y percibiendo en el dorso de la mano cómo el aire sale con fuerza y es fresco, prolongando lo más posible la espiración.

Actividad: Inspiración nasal lenta y profunda, retención del aire seguida de espiración lenta y silbante, en la que el aire expulsado, al encontrar un obstáculo en dientes y labios en su salida, produce un sonido o silbato.

Actividad: Inspiración nasal rápida, retención del aire y espiración lenta y prolongada, tanto nasal como de cualquiera de las formas bucales.

Actividad: Inspiración nasal rápida, retención del aire algo más prolongada que en los otros ejercicios y espiración también rápida y explosiva por nariz o boca, de cualquiera de las formas propuestas.

Actividad: La boca de niño, situada junto al borde de la mesa, soplará sobre dicho objeto. Sin soplar, el niño observa que el aire que sale de su boca lo mueve ligeramente, lo que le animará a soplar con alguna fuerza.

Actividad: El logopeda diseñará diferentes caminos por los que deben seguir el objeto que le demos al niño, por ejemplo, “jugar a hacer que vuele una pluma”. Se empezará por los caminos sencillos en línea recta y después por otros de mayor complejidad. El niño debe soplar la pluma para que siga la dirección del camino trazado. Este ejercicio no está especialmente diseñado para niños con Parálisis Cerebral, pero a menudo, produce buen resultado. Es un ejercicio clásico para trabajar las praxias orales.

III. Conclusiones:

a. La dislalia en la articulación de palabras, es la incapacidad para pronunciar o formar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas, esto se debe a causas orgánicas, funcionales o psicosomáticas.

b. La “Dislalia” es una alteración funcional del habla, caracterizada por omisiones, sustituciones o distorsiones de sonidos dentro de las palabras.

c. Los niños con “dislalia” presentan un retraso en la adquisición y maduración de los esquemas motrices del fonema y en la producción de la palabra.

d. Es una de las anomalías que tiene un pronóstico más favorable y con adecuados tratamientos pueden ir desapareciendo y por consiguiente ir también mejorando su aprendizaje escolar.

e. Los factores que originan la dislalia son:

- Escasa habilidad motora.

- Dificultades respiratorias.

- Dificultades en la percepción espacio – temporal.

- Factores psicológicos.

- Factores ambientales.

- Factores hereditarios.

- Factores intelectuales.

f. Los errores más frecuentes en la dislalia se dan por: sustitución, omisión, distorsión, adición, inversión de un fonema o de un grupo de fonemas.

g. De acuerdo a su causa, según Pilar Pascual García podemos clasificar las dislalias en evolutiva, audiógena, orgánica y funcional. Y, cada una con características propias.

IV. Referencias bibliográficas:

BERNALDO DE QUIROS, J. (1969). “Los grandes problemas del lenguaje infantil”. Buenos Aires: Centro Médico de investigaciones Foniátricas y Audiológicas. Pág. 368.

GAMBOA QUINTANA, Mauricia. Ministerio de Educación.

PASCUAL GARCÍA, Pilar (1992) La Dislalia: Naturaleza, diagnóstico y rehabilitación. Madrid: CEPE

PERELLO, J. (1973). “Trastornos del habla. Barcelona”: Científico Médica. Pág. 262.

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