La complejidad de la Diversidad y su relación con el Fracaso Escolar

Tema

“La complejidad de la Diversidad y su relación con el Fracaso Escolar”

Introducción

Como grupo conformado por docentes nos preocupa la deserción escolar(porqué tantos jóvenes dejan de asistir  la escuela) por eso seleccionamos el fracaso escolar como tema para desarrollar la monografía.Nadie es ajeno a esta situación y en menor o mayor medida nos afecta.

El fracaso escolar puede ser analizado desde diversos aspectos:Problemáticas generales; Relaciones posibles entre fracaso y diversidad; Intervenciones psico-educativas y herramientas para el abordaje; y Propuestas alternativas a desarrollar o intervenciones “deseables”.En nuestro trabajo vamos a focalizar en “las relaciones posibles entre fracaso escolar  y diversidad”.

Creemos que una de las causas del fracaso  escolar es que en el sistema educativo se habla de diversidad pero hay dificultades para atender a la misma en la propuesta didáctica.

El discurso sobre la diversidad se basa en buscar  diferentes modos para  poder incluir desde la presencia a “todos” los estudiantes  y que estos permanezcan  y egresen del sistema educativo.

Por eso analizaremos a continuación las políticas educativas actuales, que proponen atender a la diversidad, y cómo la puesta en marcha de las mismas ha afectado a los estudiantes.También plantearemos desde diversos autores distintos conceptos como: fracaso escolar, diversidad, desigualdad, lo “normal”, educabilidad, hospitalidad, modelo de estudiante, entre otros, que nos ayudaran a entender las prácticas actuales de docentes en ejercicio y cómo actuar frente a la diversidad.

Las preguntas que guiaran y articularan nuestro trabajo serán las siguientes: ¿A Qué políticas educativas nos referimos y qué efecto han causado con respecto al fracaso escolar? ¿Será realmente está la solución? ¿O se deberá profundizar e indagar más en el tema para pensar en otras estrategias? ¿Dónde surgirá realmente esta problemática? ¿Por qué el fracaso escolar se ha naturalizado?

Desarrollo

En estos últimos años se ha evidenciado un aumento del fracaso escolar en la escuela secundaria, manifestado en diferentes formas: estudiantes que presentan un alto porcentaje de desaprobación de exámenes, materias previas, bajas calificaciones, ausentismo, entre otros. Los cuales suelen tener como consecuencias la repitencia y/o abandono del sistema educativo. Estas situaciones no son eventos aislados, sino que constituyen una problemática que se ha naturalizado.

¿Vino nuevo en odres viejos? Un breve análisis de algunas políticas educativas

Está claro que la Escuela Secundaria ha atravesado cambios sociales, culturales y tecnológicos en los últimos tiempos, pero las políticas educativas parecen no acompañar esta dinámica. Para combatir la repitencia y el abandono,desde el ámbito legal, se han implementado estrategias en este último tiempo orientadas a la promoción y permanencia de los estudiantes como por ejemplo:

• La Ley de Educación Nacional N° 26.206 que extiende la obligatoriedad escolar en todo el país desde la edad de cinco años hasta la finalización del nivel secundario.
• La Resolución del Consejo Federal de Educación 122/09que indica que "la inasistencia reiterada no podrá ser causal de pérdida de la condición de regularidad del estudiante". Un chico que supera las 25 faltas no quedaría libre.
• La Resolución 3298 del Consejo Provincial de Educación que plantea la "inclusión educativa como derecho individual y social". Sostiene que "la promoción de un año escolar se define por sumatoria de materias aprobadas, cuando debiera ser producto de un análisis fundado sobre las posibilidades de cada estudiante de continuar aprendiendo, si es promovido al tramo inmediato superior". Tiene como objetivo "proponer a los estudiantes otras oportunidades de construcción para la acreditación de los saberes". En concreto los estudiantes, debido a esta resolución, pasan de año con tres materias previas.

Estas normas antes planteadas, y otras más, son consideradas políticas de retención e inclusión, con el objetivo de disminuir el fracaso y la deserción escolar. En el discurso se plantea como “equilibrar las oportunidades”. Pero estas políticas no son suficientes, pues no han logrado un mejor rendimiento académico, sino que  básicamente han promovido la retención de estudiantes.

Analizando un poco más… ¿qué implica  entonces reconocer la diversidad en nuestros estudiantes?

Para realizar este análisis partimos con lo que expone Baquero, Fontagnol, Greco y Marano en el capítulo“Fracaso escolar, educabilidad y diversidad”^[1]; estos autoresplantean que existe un estrecho vínculo entre atención del fracaso escolar y reconocimiento, promoción y producción de la diversidad, en tanto es la posibilidad de hacer lugar a las diferencias lo que permite repensar estrategias de enseñanza, modos de organización institucional y nuevos vínculos entre actores institucionales que desarticulen el fracaso. “Se advierte asimismo que, si el reconocimiento de la diversidad obliga a redefinir el modelo homogeneizador de la escuela, diversificando la oferta educativa, sin tener en cuenta las situaciones de desigualdad y sin ser parte de una política general que contemple la inclusión social, se corre el riesgo de proponer –a través de lo educativo- otro mecanismo de segregación que refuerce la fragmentación social”^[2]

Cuando se propone la diversidad estamos planteando reconocer lo diverso y promover las diferencias. Como por ejemplo: diferencias entre grupos y entre sujetos, entre culturas, entre posibilidades, etc. Para lograr entender y reconocer lo diverso es necesario comprender que existen condiciones sociales y educativas favorables para unos y desfavorables para otros, aquí se presenta la tensión entre diversidad y desigualdad. Podemos pensar la diversidad desde: lo socioeconómico y cultural; las categorías de estudiante “normal” y la cultura escolar homogeneizadora.

El excluir…El esperar que sean todos iguales

En relación al concepto de diverso Nélida Landreanien“La deserción escolar, una manera de nombrar la exclusión social” plantea que “Los niños de las clases subalternas constituyen su subjetividad participando de procesos culturales que niegan su presencia, asisten a su devastación como sujetos de libertad porque son objeto de una cultura depredadora que hegemoniza el campo social. La escuela participa activamente en esta hegemonía proponiendo un modelo de niño que establece (legitima, naturaliza) atributos definitivamente alejados de la vida de los excluidos. Hay una brecha gigantesca entre la vida cotidiana del chico y el ideario pedagógico.”^[3]Se ha instalado en nuestra sociedad un modelo de estudiante, cuando no cuadra con ello es “diferente” y  es excluido, pero la realidad de muchos niños y niñas se aleja totalmente de lo esperado, manifiestan de muy diversa manera la rica y heterogénea producción cultural. En palabras de la autora“El uso del cuerpo, los códigos de interacción, el lenguaje gestual, las competencias lingüísticas, el desarrollo de habilidades específicas, se convierten en expectativas naturalizadas y en cambio, los aprendizajes que han facilitado su tránsito por la vida social a estos pequeños son ignorados (por desconocidos), ocultados, desvalorizados, censurados.”^[4]A estos niños y niñas se los está negando socialmente.

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