La complejidad del trabajo docente
rosssssyblueInforme23 de Agosto de 2011
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La complejidad del trabajo docente
“Estar en la luna” o estar distraído, es algo que puede sucedernos a cualquiera en un momento determinado. Estar permanentemente distraídos, puede estar representando un trastorno específico.
En la experiencia del trabajo docente, se ha observado que alumnos de educación primaria presenten dificultades para concluir las actividades escolares; en grupos de 40 alumnos, aproximadamente, se pueden detectar de cuatro a cinco niños que les es difícil concentrarse en la clase y que presentan síntomas de déficit de atención sin hiperactividad con hiperactividad.
Lo anterior, podría no ser tan importante si se considera, que generalmente, el déficit de atención, se puede superar con el paso del tiempo. Sin embargo, en nuestra labor docente, tenemos que enfrentar las situaciones de estos alumnos, la ruptura del ritmo de trabajo grupal y la forma en como valorizar el desempeño que tienen dentro del aula.
Tanto desde la perspectiva individual de este tipo de alumnos, como desde la perspectiva del grupo, la labor del docente se torna muy compleja y, generalmente, se debe enfrentar con sus propios recursos ya que en algunos casos, la falta de atención de algunos alumnos se torna en un foco de estrés para el docente y los alumnos.
Si bien la “integración educativa”, pretende lograr la igualdad de los alumnos con necesidades educativas especiales con y sin discapacidad, la “labor conjunta” entre el maestro de educación primaria y el especialista se ha visto limitado. Integrarlos al grupo a aquellos alumnos con déficit atencional de manera que no sean poco a poco excluidos del trabajo en grupo y en equipo.
En general cualquier alumno con alguna necesidad educativa especial con y sin discapacidad debe ser integrado y tomado en cuenta. Esto siempre y cuando exista una labor en conjunto entre un especialista y el maestro. Aunque la labor del maestro de educación primaria se ha visto limitada por las diferentes situaciones que encierra el quehacer docente, que muchas veces no alcanza el tiempo ni se presentan las circunstancias en el aula. Como en ocasiones se centra la labor en dar indicaciones, revisar trabajos, guiar actividades, pasar reportes ya sea de tareas, asistencia cumplimiento de trabajos, atender a los padres de familia, dar avisos y recados, fortalecer hábitos y conductas, recordar las reglas fuera y dentro del aula, supervisar la conducta, reforzar los propósitos de las clases dadas al grupo y un sinfín de actividades.
Cada una de estas actividades son indispensables para realizar evaluaciones, por ello se dificulta el quehacer educativo dirigido especialmente a alumnos con déficit de atención sin hiperactividad. El maestro requiere de mayor atención para no dejar que aquel alumno distraído se pierda en la “inmensidad del ambiente áulico”, además de, estar en constante revisión para checar que el alumno vuelva a realizar actividades si es que no realiza la tarea que le fue encomendada en el tiempo que se le designo dicha tarea.
Eso sin tomar en cuenta que el maestro necesita mucha paciencia para poder alentar y ayudar al alumno con TDA para que concluya sus actividades y dirija su atención hacia aquellas actividades más relevantes para su aprendizaje.
Los especialistas de educación especial se concretan en diagnosticar las dificultades y proposiciones individuales de atención. Ya que mantienen poco tiempo y los encuentros con los alumnos son muy esporádicos, esto es si la escuela cuenta con dicho apoyo alumnos.
Afortunadamente algunas escuelas cuentan con la asistencia especializada que proviene de la misma estructura burocrática que controla la SEP a partir de las USAER y los CAM que ayudan a las escuelas a diagnosticar
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