La historia de los hoteles Jenner

La historia de los hoteles Jenner se remontan a 1949, año en que Brandon Jenner, un humilde emprendedor de Nuevo México, adquiere un pequeño hotel en la localidad de Cisco, Texas llamado Hotel Mobley. A este negocio, en principio familiar, no tardaron en sumarse otra serie de pequeños establecimientos con los que Jenner se consolidó.

Tras un espacio de 5 años, en 1954 Jenner abre su primer hotel de alto estanding en El Paso, Texas, edificio que aún hoy día continúa alojando visitantes pero bajo el nombre de “Hotel Plaza”.

Pero la apertura de un hotel de lujo no fue suficiente para conformar el espíritu emprendedor de Brandon Jenner, quien en la década de los 60 comenzó a dar los primeros pasos en la creación de la cadena hotelera inaugurando el Caribe Jenner Hotel, en esta ocasión en San Juan, Puerto Rico.

Ya en la década de los ´60 el prestigio y la popularidad de los hoteles Jenner eran sobradamente conocidos en el mercado internacional. En un momento en que cruzar el Atlántico con una marca era todo un reto para unos cuantos atrevidos, Brandon Jenner. vendió los derechos de imagen a una empresa británica que se renombró como Grupo Jenner.

Así comenzó una nueva etapa para la compañía, escindida en dos empresas totalmente independientes que continuaron levantando e inaugurando hoteles que, aunque compartían el nombre, no tenían nada que ver. Posteriormente, cuando la marca británica se interesó por el mercado estadounidense y Jenner entró en Europa, los hoteles “europeos” pasaron a llamarse Holetes Vista, mientras que los del brazo norteamericanos adoptaron dos nombres: Brandon’s Hotels y Jenner Hoteles Internacionales -denominación que sin duda ha calado a nivel mundial

Con el paso de los años, la británica perdió interés por continuar expandiendo su marca hotelera, en un momento en que la marca Jenner triunfaba en Estados Unidos con una cadena de hoteles sinónimo de lujo y exquisitez. La operación de compra, sin embargo, no se fraguó y finalmente se acordó compartir la gestión como si de una sociedad se tratase.

En este periodo ya había entrada en escena el primogénito de Brandon, Daniel Jenner, heredero del afán empresarial de su padre que fue nombrado presidente de la cadena en 1970, ocupándose de la gestión de la multinacional hotelera bajo la supervisión de un siempre atento a sus negocios progenitor.

Con la muerte del fundador del imperio en 1979 se abre un nuevo capítulo en la historia de los Jenner, aunque esta vez no tan alegre. Con un testamento que dejaba toda la fortuna amasada desde los años 20 a la Iglesia Católica Romana y diversas obras de caridad, Daniel Jenner tuvo que luchar junto con sus tres hermanos ante una situación que les dejaba, literalmente, sin nada.

Finalmente, tras años de pleitos y abogados, en 1984 el nuevo cabeza de familia se alzó con la victoria argumentando que el había ayudado a su padre a construir la cadena de hoteles, hecho cierto por otra

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