Historia de Hotel Francia

HOTEL FRANCIA; AYER Y HOY

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Por Lauro Fernando Domínguez Villegas

Construido exactamente en 1899 y denominado originalmente “Hotel Francés”  fue como se nombró en primera instancia al edificio aún ubicado en avenida Presidente Carranza y Calle Ramos Arizpe, fundado por los ciudadanos franceses Pedro Michou y Julio Doucet.

Para 1908, el entonces joven “Hotel Francés” cambia de dueño y fue el Sr. Alfredo León quien se hace cargo del hotel y él decide nombrarlo “Hotel Francia” manteniendo y honrando la esencia original del sitio de hospedaje más importante y lujoso de la época, para ese entonces en el hotel se hablaban los idiomas de inglés y francés.

¿Es entonces correcto el valor histórico que los laguneros le damos a este edificio? Eso lo podremos saber más adelante.

Fue hace unos meses que las palabras “Hotel Francia” volverían a ser escuchadas dentro de la sociedad de Torreón, debido a que lo último que se mantenía de las viejas glorias del “Hotel Francia” fue clausurado, el bar dejaba de dar servicio debido a que el edificio, como la Laguna, estaba sufriendo una evolución y solo tenía dos opciones; adaptarse o desaparecer.

Fue entonces que el bar cerraba las puertas a sus clientes y así un fragmento de historia, aún viva, llegaba a su fin.

Los comerciantes alrededor del edificio, se mostraron a favor del cambio que estaba por emprender el “Hotel Francia” argumentaban que era lo mejor tanto para el lugar que un día en Torreón fuera de lujo, cómo para los comerciantes, tal es el caso de uno de los trabajadores de la “lonchería Mundo”—la verdad me parece lo más apropiado, ya que hoy la fachada luce más bonita, y que haya sido convertida en plaza comercial nos puede beneficiar a todos y hacer que más gente venga al centro—dijo el empleado de la lonchería.

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Actualmente el lugar se llama “Plaza Francia”

Pero ¿Y los ciudadanos de la tercera edad, que vieron al hotel en su apogeo, que opinan?

Don Jesús Nieto De Anda pudo, a través de un breve relato llevarnos por un viaje en el tiempo cuando con emoción en su rostro contó lo esplendoroso que era el “Hotel Francia” en los años 50. Don Jesús fue tan amable de abrirme las puertas de su hogar para la breve charla que sostuvimos a cerca del célebre lugar. La charla fue un su sala, pequeña pero acogedora, los sillones tapizados de un bonito gris oscuro con una pequeña mesita de centro, la iluminación en el lugar era baja, pero hacía lucir a la habitación muy agradable.

Don Jesús que vestía unos pants cafés y una playera blanca se dispuso a sentar en su sillón de descanso y así empezó por contarme que él iba la mayoría de los días al mercado Alianza ya que su mamá lo mandaba por víveres para el consumo—caminaba desde la calle Degollado y Corregidora hasta la Alianza todas las mañanas para ir por despensa y era inevitable pasar por tan bonito edificio, donde la atmosfera era de lujo, el bar, era fabuloso y ya unos años después confirme que también era caro, la fachada del hotel era preciosísima y a través de las puertas se podía ver que el lugar era cómodo, ya cuando tenía alrededor de 25 años entre ya a la “cantinita” ya no era bar, y era armonioso el lugar, cada quien en su mesita y nadie se metía con nadie, incluso en el lugar un compañero de partida me vendió un recibo de la XETB, era un cupón válido por $5.°° para comer el restaurant Guadalajara del año 1942, lo compré por el sello postal que contenía.

Don Ramón Huerta, dueño de una refaccionaria dijo que a pesar de que no era muy asiduo a ese ambiente, debido a que era dueño de un camión de transporte público pasaba por el “Hotel Francia” y que era bonita la fachada y que la gente que se hospedaba era pura gente “fufurufa” pero lo que sí tuvo oportunidad de conocer fue el bar—era un lugar caro en comparación a otros sitios, pero el ambiente agradable, en ocasiones se tocaba música en vivo— para Don Ramón la juventud hoy en día no tiene conocimiento de nada y que en historia están peor, que desgraciadamente hoy en la región nadie piensa en cultura y que el pasado lo ven como algo aburrido, pero que esto los deja vacíos.

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