La muerte y el morir

UNIVERSIDAD DE SONORA

Departamento de Psicología y Cs. De la Comunicación

Lic. En Psicología

Blanca Guadalupe Encinas Calderón

“La muerte y el morir”

Aún no existe un significado preciso acerca de lo que es la muerte, por lo que las personas lo conciben de diferentes maneras; esto se debe a las diferencias en las formas de pensar de cada individuo, lo cual es dispuesto por la cultura que lo rodea, y la religión juega un papel fundamental en estas visiones.
La muerte no permite alcanzar la certeza de qué sucederá después: obliga al hombre a buscar significados, explicaciones y a pensar (Blanck-Cereijido & Cereijido, 1988).

El gran temor de las personas es el morir, pues nadie sabe en ciencia cierta qué es y cómo es la muerte, y muchas veces esto nos lleva a paralizarnos en la vida. Según Bravo (2006), “todos vamos a morir, el tema es morir bien. Muere bien el que vive bien”.

La muerte.

Durante nuestra vida, vamos teniendo diferentes tipos de muerte, las cuales no esencialmente tienen que ver con la pérdida de un ser querido, sino de algo que vas perdiendo en la vida y constantemente manejamos un duelo. Por ejemplo, cuando eres pequeño y tu madre te quita el biberón para que ahora uses un vaso; esto es una pérdida y aunque ahora se vea insignificante, en el momento en el que te haya sucedido, fue un trágico momento en tu vida. O como cuando una niña se convierte en una señorita y ahora tiene que dejar de jugar para interesarse por otras cosas. Desprenderse de cosas materiales importantes también significa una pérdida, y si bien no son cosas tan devastadoras como la muerte de un ser querido o cercano, son sucesos que nos dan la oportunidad de vivir y crecer como seres humanos.

La muerte biológica.

Según Blanck-Cereijido & Cereijido (1988), el sistema inmunitario, el aparato circulatorio, el respiratorio, el muscular y todos los órganos de los sentidos van deteriorándose a partir de la madurez en adelante. Un metabolismos acelerado acarrea un mayor número de latidos por minuto; esto hace que el organismo cumpla sus programas mucho más rápido, por lo tanto la duración de vida es menor.
Así pues, podemos decir que la muerte biológica es aquella en donde las funciones orgánicas de cualquier ser vivo se detienen o interrumpen.

La muerte psicológica.

Ahora bien, cuando un el hombre y los animales se dan cuenta de que sus acciones son inútiles que no hay esperanza, se vuelven susceptibles a la muerte. La creencia en el control sobre el ambiente puede prolongar la vida. Cuando la persona crea darse cuenta de que todos sus esfuerzos habían fracasado y seguirán fracasando, mueren (Seligman, 1981). Esto es lo que normalmente sucede con las personas cuando les dan un diagnostico con una enfermedad incurable, como lo es el cáncer; muchas de estas pierden toda esperanza de vida y es cuando empieza su muerte psicológica y por ende, mueren. Sin embargo, estas muertes pudieron prevenirse mostrándole al individuo que era posible seguir viviendo (Seligman, 1981).

También se presenta cuando hay personas que tienen enfermedades como el autismo, en donde la persona pierde sus capacidades cognitivas del contacto con la realidad. Cuando pierde la capacidad de pensar, de imaginar y que no es dueña totalmente de su actuar, hablamos de una muerte psicológica.

La muerte espiritual.

Según Sherr (1992), el término espiritual se refiere “a lo que concierne a las últimas consecuencias y es contemplado como una búsqueda de significado”. Lo espiritual se manifiesta a través de cuestionamientos tales como “¿Por qué me sucedió esto a mí? ¿Por qué ahora? ¿Qué he hecho para merecerme esto?”. La persona manifiesta varios síntomas de angustia espiritual (Sherr, 1992). Este tipo de muerte, va dirigido un poco más a cuando una persona ha “perdido su camino”, es decir, no sabe quién es, ni para qué ha venido al mundo, sé pierde él mismo y pierde su espíritu de seguir viviendo y está aunado a la depresión.

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