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Las enfermedades mentales han existido desde siempre, solo que han sido invisibilizadas con cortinas de brujería, demonios y demás visiones mágicas


Enviado por   •  5 de Febrero de 2018  •  Ensayos  •  2.001 Palabras (9 Páginas)  •  211 Visitas

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Las enfermedades mentales han existido desde siempre, solo que han sido invisibilizadas con cortinas de brujería, demonios y demás visiones mágicas, que han estado presentes en la jerga de las civilizaciones.

En tiempos pasados una persona que decía que podía ver cosas que los otros no podían ver, era catalogada como privilegiada y se veneraba como santa o bendecida por los dioses o también podía ser satanizada, aludiendo que era visitada por el mismísimo demonio.

Esta dicotomía iba a depender de la época en que se estuviera viviendo, de la población y zona cultural en la que se diera y además de las creencias de la época en que se vivía.

Con el pasar de los años, las personas se volvieron un poco más científicas y empezaron a cuestionarse muchas de las cosas en que creían ciegamente. Es en ese momento cuando el método científico empieza a funcionar y a poner en manifiesto que todas las enfermedades tienen un origen explicable el cual debe ser buscado y analizado para eliminar esos factores que desencadenan la enfermedad.

Primeramente, se dio este proceso con las enfermedades medicas más comunes, pues eran las que atacaban más visiblemente a los pacientes. Mas adelante se vio la necesidad de introducir las enfermedades mentales a este sistema, si bien su inserción no ha sido tan fácil como las enfermedades médicas, las enfermedades psiquiátricas han alcanzado un buen desarrollo actualmente, aunque si bien es cierto todavía guardan un grado de tabú e incredibilidad por parte de algunas poblaciones.

En un inicio todos los especialistas en el tema daban sus conclusiones que bien podían ser parecidas o iguales a los diagnósticos de sus colegas o estos también podían ser totalmente diferentes. Estas distintas formas de pensar aluden a la diferente interpretación que cada especialista daba a la patología estudiada.

No todas las personas tienen la misma manera de pensar, analizar o percibir el medio que los rodea. Muchas patologías se evidenciaban más por las circunstancias que por los mismos síntomas que presentaba el paciente.

Muchos pacientes eran diagnosticados con enfermedades diferentes según el medio en el que se encontraba, ya que las implicaciones sociales, culturales y temporales eran muy evidentes.

Ante esa situación en la cual los especialistas no podían llegar a estar todos de acuerdo, se trató de implementar un nuevo método en el cual se hablara un mismo lenguaje, se tratara de igual manera los síntomas de un paciente de un país a otro. Es por eso por lo que se incluyó en la jerga médico-psiquiátrica un tipo de libro donde se anotaban todos los síntomas que presentaba el individuo afectado, para esto se reunían altas ponencias de la rama para valorar y analizar los casos y de esta manera poder estandarizar la patología expuesta.

La primera clasificación de enfermedades se dio en los años 1840, con la primera clasificación oficial americana, la cual vino a tratar de solucionar el caos que se tenía. Sin embargo, ante la retentiva de la existencia de las enfermedades mentales el nacimiento de la inserción en los manuales de enfermedades se dio hasta en 1948 cuando se incorpora un capitulo en el manual del momento.

Existen dos tipos de manuales en los cuales se pueden encontrar las clasificaciones de las enfermedades mentales: el CIE y el DSM.

El CIE, es la Clasificación Internacional de Enfermedades, proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la que opera para entidades gubernamentales, con este tipo de clasificación se registran los tipos de trastornos mentales.

El otro tipo de clasificación es el DSM, sus siglas significan en español,  Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales , fue elaborado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA). El DSM es el más usado para establecer el diagnostico.

Según Sarason, I y Sarason, B., 1990, cualquier sistema de clasificación debe de tener 3 principios fundamentales que son la comunicación, el control y la comprensión. La comunicación es necesaria para que los científicos se puedan comunicar y que puedan saber de lo que están hablando de una manera universal, el control sirve para poder determinar el curso de una enfermedad, y la comprensión a juicio personal es una de las más importantes, ya que ayuda al investigador a poder comprender las causas y el desarrollo o proceso patológico del trastorno.

Entre las ventajas que tiene utilizar una clasificación para los trastornos mentales están la de la utilización de una nomenclatura en común, la cual facilita el lenguaje y comunicación entre los diferentes países, favorece además la fiabilidad de los diagnósticos, porque al estandarizar unos criterios todos pueden accesar a ellos y ser universales, sirven además como bases de datos para referencias medico psiquiátricas, esto es como un banco al cual el personal de salud tiene acceso para diagnosticar enfermedades mentales y tener referencia para poder diferenciar entre una y otra. Permite, además, hacer predicciones sustentables teóricamente, lo cual también es un camino viable para la investigación y el desarrollo científico.

Actualmente se utilizan el CIE-10 y el DSM IV TR y está en inserción el DSM V, estos manuales tienen la ventaja que están diseñados para describir los síntomas de los posibles diagnósticos de los trastornos mentales observables.

Estos manuales tienen descritos una serie de criterios diagnósticos, de los cuales, si el individuo cumple con al menos cinco de ellos, se puede asociar con la presencia del trastorno en cuestión, de ahí en adelante se valora el grado de aparición del trastorno en el individuo.

Esta nueva manera ayuda a establecer de una manera más ordenada la clasificación de los trastornos mentales, también, es más propicio para atinar a un buen diagnóstico diferencial por parte del profesional tratante. La selección de los criterios diagnósticos se basa en el juicio del profesional tratante, es ahí donde la experticia se hace evidente y hace que el manual no sea usado por personas sin ningún o poco conocimiento de la profesión.

El CIE 10 es un manual de corte más epidemiológico, en cambio el DSM IV es mas de sintomatología diagnostica, es por eso por lo que muchos profesionales en salud prefieren este último para realizar sus diagnósticos diferenciales. Además, los lineamientos utilizados por el DSM IV son más categóricos para algunos terapeutas en comparación con los del DSM V, si bien es cierto tiene más apartados clasificatorios, la idea de la última versión del DSM es tratar de unificar trastornos.

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