Las enfermedades mentales

Introducción

Las enfermedades mentales han existido desde siempre, lamentablemente antes esto era visto como cosas del demonio, brujería o posesiones, especialmente si eran mujeres, ellas terminaban quemadas en la hoguera.

En 1566 eso empezó a cambiar, cuando el médico y ocultista holandés Johann Weyer escribió un influyente libro en el que abogaba por poner fin a las cazas de brujas y describiendo por primera vez a las ¨mujeres brujas¨ cómo enfermedades mentales. En esas épocas estas personas con esas enfermedades mentales fueron más conocidos como ¨lunáticos¨ ​​no eran consideradas peligrosas y eran cuidadas por sus familias y comunidades.

A partir de 1700, época dónde se da el inicio de la Revolución industrial, todo esto empezó a cambiar y se empezó la disolución de muchas sociedades agrarias. Fue entonces cuando empezaron a multiplicarse los manicomios, donde se encerraba a cualquier persona que era considerada una carga para otros. En estos lugares, los médicos empezaron a realizar brutales ¨tratamientos¨ que incluían la trepanación o más conocida como la perforación del cráneo, hacer que los pacientes vomitaran y sufrieran golpes.

Las enfermedades mentales tienen su origen debido a muchos causas no solo una, son varios los factores que pueden influir: Sus genes y su historia familiar, experiencia de vida, como el estrés o si ha sufrido de abuso, en especial durante la infancia, los factores biológicos como desequilibrios químicos en el cerebro, una lesión cerebral traumática, la exposición de una madre a algún virus o productos químicos durante el embarazo, consumo de alcohol o drogas, tener una enfermedad seria como el cáncer, tener pocos amigos y sentirse solo o aislado (MedlinePlus, 2021).

En la actualidad la situación es totalmente distinta a esas épocas de tortura hacia el ser humano. En pleno siglo 21, en los adolescentes se estima que entre el 10% y el 20% experimentan estos trastornos mentales, pero estos no se diagnostican ni se tratan adecuadamente, conllevando esto a un problema en la vida adulta. Por ello, en el presente ensayo con ayuda de una fuente científica, se hablará a más profundidad sobre la importancia de enfocarnos en la atención sobre los problemas de salud mental que se da en los jóvenes adolescentes y sus programas de alfabetización para la promoción de la salud mental en el ámbito escolar

Planteamiento:

En el siguiente planteamiento acerca de la importancia de enfocarnos en la atención sobre los problemas de salud mental que se da en los adolescentes y que determinará su vida adulta si es que no se logra crear mecanismos de soporte y ayuda en estos temas, es por ello. Mientras que el público tenga conocimiento sobre otros problemas de salud, carece del mismo grado de conocimientos sobre trastornos mentales. Por esto, Jorm propone en 1997 el término ‘Alfabetización en Salud Mental’ (ASM), como “el conocimiento y las creencias sobre desórdenes mentales que ayudan en su reconocimiento, manejo y prevención” (Jorm, Korten, Jacomb, Kristensen, Rodgers & Pollit, 1997, p.1166).

Encontramos que estos problemas se inician en la adolescencia y que se logra experimentar muchos cambios físicos y sobretodo emocionales, lo que conlleva a vivir en una etapa de vulnerabilidad mental y es por ello que se requiere desarrollar en el ámbito educativo competencias socioemocionales poniendo en práctica actividades dirigidas para sobre el autocontrol y resolución de problemas lo que traerá como consecuencia una reducción en la aparición de problemas de salud mental en los adolescentes. Además, los trastornos mentales se originan a una muy temprana edad como a los 13 o 14 años de vida de la persona , siendo la depresión y la ansiedad los trastornos más frecuentes de los afectados.

Nuestra postura es a favor sobre la implementación de programas de alfabetización para la promoción de la salud mental en las instituciones educativas, ya que al enfrentar trastornos mentales a una temprana edad genera complicaciones de desarrollo en la sociedad en el futuro. Asimismo, el artículo nos informa que el 50% de individuos estudiados en el experimento sufrieron trastornos de ansiedad y/o depresión en la adolescencia, lo que conlleva en la edad adulta a sufrir problemas de depresión  y otros problemas mentales  y esto desencadenará no poder llevar una vida normal de la persona con  su entorno y con las demás miembros de la sociedad.

     El mismo autor en el año 2000 amplía su definición e introduce el concepto del estigma asociado a las dolencias mentales como resultado de la escasa ASM de la población. Más adelante, Jorm (2012) propone como componentes (1) la habilidad para reconocer desórdenes, (2) conocimiento sobre búsqueda de información, (3) conocimiento de los riesgos y causas; y de los posibles tratamientos, y (4) conocer actitudes que promueven la búsqueda de apoyo.

La adolescencia es un periodo crucial e importante para el desarrollo de hábitos sociales y emocionales, es por ello, que estableces una serie de componentes para poder identificar trastornos a muy temprana edad. De igual manera, la OMS afirma que la promoción del bienestar psicológico ayudará y protegerá de experiencias adversas y de factores que puedan afectar su potencial físico y mental en la vida adulta. Es por ello que estamos de acuerdo con el proyecto y con la promoción de salud mental de las personas, sobretodo la de los adolescentes y que se busca erradicar los prejuicios  que se abordan sobre la atención de estos temas de salud mental y lo que se busca es la ayuda de estos adolescentes que conforman la población escolar y con edades que están en un rango de los 11 y 18 años.

Por otro lado, este proyecto lo que busca es integrar una intervención que una muchas actividades de manera presencial y que tenga como objetivos la sensibilización, alfabetización y la reducción de los prejuicios que existen en los centro educativos. A su vez, se necesita implementar mecanismos tecnológicos que sean de consulta abierta, libre y también utilizarlos en los centros de educación dónde también se atiendan las consultas de los adolescentes.

En consecuencia, se establece la hipótesis de que se necesita crear programas de educación de salud mental en los adolescentes esto podrá llevarse a cabo mediante la implementación de programas de alfabetización para la promoción de la salud mental en las instituciones educativas como herramienta fundamental que ayudará a los escolares a tener mejor rendimiento en la escuela y donde pueda tener mecanismos para poder enfrentar de una mejor manera los trastornos o problemas mentales que puedan adolecer en su desarrollo personal.

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