Los sueños en Psicoterapia Gestalt

LOS SUEÑOS EN PSICOTERAPIA GESTALT  

(Ángeles Martín)

        Para comenzar, me parece interesante abordar cómo la Gestalt define los sueños. Habla de ellos como una producción de contenidos y elementos más o menos inconscientes que aportan a los seres humanos la mayor información de nosotros mismos, a menudo de forma encubierta. Es decir, son una fuente inagotable de conocimiento, de los cuales podemos acceder a las partes más inconscientes de nuestra personalidad. Nos proporcionan información, recursos y actitudes que creemos no poseer, y nos indican cómo actuar ante lo que nos está aconteciendo en el presente. En definitiva, nos dicen lo que no podemos ver. Nuestros conflictos, sentimientos, personalidad, nuestra forma de ver el mundo, de vivirlo y enfrentarnos a él, nuestros asuntos pendientes, nuestra forma de relacionarnos con el exterior y con nosotros mismos, nuestra forma de ser… etc.  Esto hace que sean únicos e intransferibles para cada individuo, y que tengan tanta fuerza e impacto pudiendo dejar en nosotros sensaciones de agobio, felicidad, tristeza… al despertar o al recordarlos durante el día.

Como dice el libro, los sueños son grandes informadores de lo que está pasando dentro de nosotros, y descifrarlos y comprenderlos es tarea nuestra. Aunque si no los recordamos o entendemos no hay que frustrarse ni obsesionarse, ya que por si mismos son sanadores.

Una de las funciones más importantes de estos es fijar la información que obtenemos de nuestras experiencias vividas durante el día. Lo que permite que esos aprendizajes no queden en el olvido y se guarden en nuestra memoria para poder acceder a ellos en cualquier momento. También importante, es que durante el sueño las células inmunitarias trabajan de forma incansable para producir anticuerpos para poder estar más protegidos ante enfermedades. Además, intervienen en el desarrollo del soñante, funcionan como equilibradores de la energía del yo (tanto emocional como de nuestra psique), son reguladores de la motivación desechando y eligiendo deseos, necesidades e instintos. Proporcionan estabilidad y reestructuración cerebral, ayudan a la adaptación y supervivencia, estimulan la maduración del sistema nervioso, ayudan a que las células cerebrales segreguen la hormona del crecimiento…etc. Podemos ver que el sueño tiene una multitud de funciones todas beneficiosas para nuestro organismo, pero según estudios, dicen que el cerebro es el órgano que más se beneficia del sueño. Y esto es debido como mencioné anteriormente a que, durante la noche, fijamos, estructuramos y asimilamos todas las experiencias vividas durante el día dando lugar al aprendizaje. Es tal la importancia de estos que se ha comprobado que no solo es una característica de los seres humanos, los mamíferos y las aves también sueñan. Y que la privación de este, a corto- medio plazo produce patologías mentales graves (delirios, paranoias, esquizofrenia…).

Por otro lado, quiero recoger cómo la Gestalt trabaja los sueños. En primer lugar, el terapeuta le pide al paciente que cuente su sueño como si lo estuviese viviendo en ese momento, y que distribuya en la sala las diferentes escenas y elementos más significativos para él. Después, el soñante tiene que representar con todo su cuerpo el elemento más significativo… una moto, una casa, una habitación, etc. Y se le dice que explique cómo es siendo ese elemento, la forma, donde está colocado en cada parte de su cuerpo. Es decir, va a ir describiéndose en función del rol que esté representando.  Siempre va a estar dando información sobre aspectos suyos, ya este en el rol de algún elemento, de otra persona o de él mismo. Y la función del terapeuta va a ser observar si el soñante habla desde su corazón, desde su mente o sus necesidades/ deseos sexuales.

Es un modelo en el que está implicado todo el cuerpo a medida que va cambiando de rol. Esto permite que los cambios no solo sean desde el intelecto, sino que también quede implicado el mundo emocional (sensaciones, sentimientos, movimientos) como resultado de los intercambios y de las acciones/ conversaciones que se van produciendo a través de la silla y el intercambio de roles. A continuación, después de haber representado un elemento significativo del sueño, el soñante cambia de lugar y representa ese elemento con la forma, lenguaje, personalidad de este. Desde aquí, se le hace que hable de alguna polaridad, elemento o personaje con el que hemos visto que hay conflicto en el sueño. En estos diálogos observaremos cómo se proyecta y proyecta sus sentimientos, ideas, creencias y formas que tiene de comunicarse con el entorno y consigo. Una vez representado y expresado el primer elemento, se vuelve a cambiar de lugar y hacemos que represente a esa parte negada, polarizada, con la que tiene el conflicto. Y desde los diferentes lados/ nos va a ir diciendo cómo es, de qué está hecho, para qué sirve, cuál es su función y cómo se siente con lo que dijo la otra polaridad. A partir de aquí, el soñante va creando una escena en la que predominan sentimientos, movimientos y comprensión de los distintos elementos y polaridades. Es frecuente que se produzca una lucha entre los elementos/ polaridades, en estos casos seguimos trabajando hasta conseguir un cierto acercamiento y aceptación del lado desvalorizado o por lo menos que pueda reconocerlo y ponerse en contacto con ambos.

Otras veces, solo se trabaja con el final del sueño, y hacemos que el soñante lo termine porque lo dejó inconcluso al despertar. Ese final suele ser temido y evitado, por lo que, si es capaz de cerrarlo satisfactoriamente liberará mucha energía para poder utilizarla en otras actividades de su vida. Por último, cuando los sueños traen a la consciencia asuntos pendientes de los que no saben o no se atreven a afrontar, ya sea con personas queridas, fallecidas o vivas, se utiliza la silla vacía para que cada personaje pueda expresar lo que no pudo o no se atrevió. Casi siempre los sentimientos suelen ser negativos, de amor-odio, rabia, enfado… que suelen esconder tristeza no reconocida por la persona. Así que, una vez que el soñante ha podido expresar y reconocer todos sus sentimientos, en ese preciso momento es cuando pueden aparecer los sentimientos positivos, de aprecio y necesidad de reconocer y ser reconocido por la otra persona.

En cuanto al simbolismo de los elementos en los sueños, hay elementos en la naturaleza que a lo largo de la historia han tenido un significado en los sueños que se ha transmitido de manera natural. También, hay símbolos universales, reconocidos por muchas culturas. De todas maneras, es fundamental escuchar cómo cada soñante los describe y el significado que tienen para él, tanto emocional como racional.

El primer elemento es el agua, símbolo universal de las emociones, de la sexualidad y de la vida. Cuando se trata de un río se relaciona más con la vida, con una vida que se inicia con el nacimiento. El río se forma por el agua de las lluvias y termina en el mar que representa la muerte. Es interesante observar cómo aparecen las aguas, tranquilas, turbias… ya que nos dará indicios de cómo el soñante está viviendo y afrontando su vida en este momento. En cambio, el agua de lluvia está más relacionada con la tristeza y las lágrimas. Alguna situación que está viviendo el soñante en la que predominan los estados de ánimo depresivos.

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