Maltrato A La Mujer

“Maltrato a la mujer”

Introducción

El maltrato de la mujer debe comprenderse como una enfermedad crónica. Si bien hay casos aislados de mujeres que en cuanto son víctimas de maltrato por parte de su pareja logran detenerlo, en la mayoría de los casos la violencia se mantiene en el tiempo y forma parte de la vida diaria en la pareja.

El ciclo de la violencia:

Según la Dra. Adriana Goldman (2012) uno de los factores más importantes que debemos conocer es que la violencia desaparece y vuelve a aparecer en diferentes momentos. Primero se “acumula mucho malestar” y se causan roces permanentes entre los miembros de la pareja; después ocurre el “acto más violento”, en el que estalla todo ese malestar y se produce la mayor agresión, que puede ser física o verbal. Finalmente, se genera una situación llamada “luna de miel”, en la que el agresor se arrepiente, pide disculpas y le promete que nunca más volverá a violentarla. Pasado cierto tiempo, este ciclo vuelve a repetirse.

La acumulación del malestar también se llama “fase de acumulación de tensión”, (Goldman 2012). Se caracteriza por su cronicidad y está dominada por lo que se conoce como “maltrato psicológico”. En esta forma de maltrato el hombre ridiculiza a la mujer, ignora su presencia, no presta atención a lo que ella dice, se ríe de sus opiniones, la corrige en público, la ofende criticándole el cuerpo, le pone sobrenombres, etc. Estas conductas producen un efecto en la víctima, provocando un progresivo debilitamiento de sus defensas psicológicas. De hecho, hay veces que no se llega a tener un episodio agudo de violencia pero se vive en un constante clima de maltrato.

La explosión del malestar da origen al “episodio agudo de violencia” (Goldman 2012). Suele ser físico, pero también puede ser únicamente verbal. El tipo de violencia física es muy voluble y puede ir desde un pellizcó hasta el homicidio. Es común que en pleno episodio de violencia el hombre obligue a la mujer a tener algún tipo de relación sexual. Por lo general, antes de estos episodios el agresor aumenta la intensidad de la agresión, acusaciones, denigración, insultos y amenazas, y va creando un clima de miedo constante en la víctima. Los tiempos entre cada episodio agudo son variables e impredecibles. A veces los episodios de violencia física ocurren a diario, otras veces nunca llegan a la violencia física, inclusive pueden pasar años entre un episodio de violencia física y otro. Lo importante es que si ha habido episodios de violencia física lo más probable es que vuelva a haberlos. Debemos tener en cuenta que el hecho de que los episodios agudos de violencia sean poco frecuentes no significa, forzosamente, que el grado de maltrato sea menor, ya que lo más probable es que exista mayor tiempo de acumulación de tensión en la que prevalece el maltrato psicológico.

El momento del arrepentimiento o “luna de miel” es clásico. El agresor pide perdón, se comporta en forma cariñosa y hace todo lo posible para persuadir a la víctima de que no volverá a tener este tipo de conductas. Entonces en este momento, la mujer recuerda las fachadas que la enamoran de él cuando no es violento, y se reconcilian. Luego, en un clima más amigable, puede incluso ocurrir que ambos hallen excusas para justificar la violencia y que ella se culpe de haberle fallado.

Síndrome de la mujer maltratada

El síndrome de la mujer maltratada puede mostrarse con síntomas corporales o trastornos psicológicos. Los más frecuentes son:

1. Angustia.

2. Malhumor.

3. Depresión.

4. Sensación de impotencia.

5. Intentos de suicidio e insomnio.

6. Abuso de drogas y trastornos de la alimentación.

7. Molestias en el cuerpo.

8. Problemas ginecológicos.

Es común que las mujeres maltratadas pidan cita con el médico y falten y, si tienen lesiones físicas provocadas por la violencia, suelen dilatar en

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