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Masculinidad


Enviado por   •  26 de Julio de 2011  •  1.279 Palabras (6 Páginas)  •  805 Visitas

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EL ESTUDIO DE MASCULINIDAD, GÉNERO Y SALUD

Solo en fechas muy recientes, los estudiantes e investigadores comenzaron

a indagar sobre la influencia de género en la salud y en la enfermedad

de los hombres (Lorber 1997; Sabo y Gordon 1995). Los movimientos

defensores de la salud de las mujeres surgieron durante los años 1960 y

1970, y desde mediados de la década de 1980, el tema de género fue adquiriendo

una importancia creciente en los estudios epidemiológicos, de

sociología médica e interdisciplinarios dedicados a los aspectos psicosociales

de la enfermedad (Verbrugge 1985; Waldron 1983; Stillion 1985). Sin

embargo, una característica común a la mayor parte de estos trabajos sobre

género y salud fue que la investigación y la teoría se centraban casi exclusivamente

en las mujeres. Algunas de las primeras publicaciones sobre

“estudios en hombres” defendían que la conformidad con la masculinidad

tradicional suponía a menudo un incremento de los riesgos para la salud

física y un empobrecimiento de las vidas emocionales de los hombres

(Feigen-Fasteau 1974; Farrell 1975; Brannon 1976). Se utilizó la teoría de

los papeles sexuales para afirmar que los niños aprenden a adoptar comportamientos

masculinos que, a su vez, aumentan su propensión a sufrir

enfermedades o a morir por accidente.

Durante los años 1990 aparecieron análisis feministas críticos del

hombre, la masculinidad y la salud en forma de “estudios de la salud del

hombre” (Sabo y Gordon 1995). Los pensadores feministas críticos, a la

vez que desarrollan una crítica de la estrecha visión con que la teoría de los

papeles sexuales se centra en la identidad de género, la socialización y la

conformidad con las expectativas preestablecidas, subrayan que son las

diferencias de poder las que configuran las relaciones entre hombres y

mujeres, mujeres y mujeres y hombres y hombres. Mantienen asimismo

que la identidad de género y los comportamientos no son simplemente

impuestos a las personas por la socialización, sino que son las propias

personas las que construyen activamente su identidad de género y sus

comportamientos. La identidad de género es un proceso generado activamente,

remodelado y mantenido por los que se encuentran inmersos

en redes de relaciones de poder creadas social e históricamente (Connell

1995, 1987). Dicho de otra forma, las definiciones culturales de “masculinidad”

y “feminidad” se contemplan como construcciones históricamente

emergentes y estructuralmente dinámicas a través de las cuales los

individuos y grupos interpretan activamente, comprometen y generan sus

Comprender la salud de los hombres 3

comportamientos y relaciones cotidianas (Messner 1998; Messner y Sabo

1994; Baca-Zinn, Hondagneu-Sotello y Messner 1997).

Construcciones de la masculinidad y la salud del hombre

Cuando las personas participan activamente en la construcción de su

identidad y comportamiento sexual, se dice que están “haciendo género”

(West y Zimmerman 1987). Para muchos niños y hombres de los Estados

Unidos, el “hacer masculinidad” tradicional se asocia a un riesgo mayor

de morbilidad y mortalidad (Sabo 1996; Harrison, Chin y Ficarrotto 1988).

La revisión de Courtenay (2000) sobre la investigación más reciente demuestra

que las probabilidades de adquirir malos hábitos de salud son

mayores en los hombres estadounidenses que comparten las creencias

tradicionales sobre la hombría, que en sus contemporáneos no tradicionales

(Eisler, Skidmore y Ward 1988) y que los riesgos de sufrir depresión

y fatiga nerviosa son también mayores (Eisler y Blalock 1991; Good y Mintz

1990; Sharpe y Heppner 1991; Oliver y Toner 1990); además, su reactividad

cardiovascular ante las situaciones de estrés es mayor (Lash, Eisler

y Schulman 1990). Helgeson (1995) observó que los hombres diagnosticados

y tratados por cardiopatía isquémica que poseen rasgos masculinos

negativos comentan sus problemas cardíacos con sus familias con menos

frecuencia, tienen mayores probabilidades de llevar a cabo comportamientos

nocivos para la salud y disponen de redes sociales defectuosas.

Se ha establecido un vínculo entre la identificación con la masculinidad

tradicional y las tres primeras causas de muerte, es decir, las lesiones no

intencionales, el homicidio y el suicidio en los hombres de 15 a 34 años de

los Estados Unidos (Morbidity and Mortality Weekley Report 1994). Stillion

(1995) señaló que los esfuerzos de los hombres jóvenes por parecer fuertes

suelen llevarlos a ignorar las normas de seguridad en el trabajo, mientras

que otros conducen de manera arriesgada como demostración de

valentía. La fascinación y el respeto de los hombres por

...

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