Nativos E Inmigrantes Digitales
mariblue10 de Diciembre de 2013
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“NATIVOS E INMIGRANTES DIGITALES”
Nombre: Agustina Gómez Fiorucci
Materia: Informática, 1° año.
Profesor: Alan Kollar
Dependencia: UTN Mar del Plata.
Año: 2013
INDICE
Introducción pág. 3
Desarrollo pág. 4
La revolución digital y el homovidens pág. 5
Características del nativo e inmigrante digital pág. 8
Brecha digital pág. 11
Ventajas y desventajas de la tecnología en la vida cotidiana pág. 12
Conclusión pág. 13
Bibliografía pág. 14
INTRODUCCIÓN
En este trabajo se intentará dar cuenta de las nociones de nativo e inmigrante digitales. Estos términos hacen referencia a la relación de las personas con la tecnología digital, considerándose nativos a quienes han nacido y crecido en una sociedad altamente digitalizada, como es la de los últimos 20 años en la mayor parte del mundo, y por ello han naturalizado estas herramientas. No sucede lo mismo con quienes fueron espectadores del cambio tecnológico y debieron aprender a relacionarse y comunicarse con un idioma nuevo, que los nativos por su parte, traen incorporado. Estos últimos son entonces, inmigrantes digitales.
A lo largo del trabajo se caracterizarán aspectos de esta cuestión, y también otras relacionadas, como ser la brecha digital, o la noción de homovidens.
En la conclusión se esbozará una opinión personal sobre la temática planteada.
DESARROLLO
Se denomina nativo digital u homo sapiens digital a todas aquellas personas nacidas durante o con posterioridad a las décadas de los años 1980 y 1990, cuando ya existía una tecnología digital bastante desarrollada y al alcance de muchos. Por otro parte, el término inmigrante digital engloba a todos aquellos nacidos entre los años 1940 y 1980, ya que han sido espectadores y actores generalmente privilegiados del proceso de cambio tecnológico.
Marc Prensky es conocido por ser quien inventó y divulgó los términos nativos digitales e inmigrantes digitales. Estos aparecieron por primera vez en su libro Inmigrantes Digitales dado a difusión en el año 2001. El uso de la palabra nativo surge a partir de que estos podrían ser considerados como habitantes de otro país o de otra civilización, ya que entre otras cosas pareciera que han forjado su propio idioma.
Prensky describe a los nativos digitales como las personas que, rodeadas desde temprana edad por las nuevas tecnologías (por ejemplo: computadoras, videojuegos, cámaras de video, celulares) y los nuevos medios de comunicación que consumen masivamente, desarrollan otra manera de pensar y de entender el mundo. Por oposición, define al inmigrante digital como la persona nacida y educada antes del auge de las nuevas tecnologías.
Los nativos digitales aman la velocidad cuando de lidiar con la información se trata. Les encanta hacer varias cosas al mismo tiempo. Todos ellos son multitarea y en muchos casos multimedia. Prefieren el universo gráfico al textual. Eligen el acceso aleatorio e hipertextual a la información, en vez del lineal propio de la secuencialidad, el libro y la era analógica.
Los inmigrantes digitales no ven mucha TV, no valoran la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo propia de los nativos digitales, detestan los videojuegos, tienen problemas para utilizar las computadoras, o para sacarle el jugo a sus múltiples funcionalidades.
LA REVOLUCIÓN DIGITAL Y EL HOMOVIDENS
Es evidente que el sistema digital, debido a su crecimiento exponencial, ha cambiado fuertemente la cultura. La Revolución Digital ha impactado a la cultura transformándola radicalmente en las tres últimas décadas. De la era digital destacan varias etapas:
• Prehistoria digital: supone todos aquellos acontecimientos científicos vinculados a la teoría de numeración binaria y los artefactos tecnológicos capaces de recopilar información y emitir resultados pero que no necesitan electricidad.
• Era computacional: contempla la construcción de computadoras electrónicas capaces de procesar datos introducidos previamente para obtener un resultado.
• Era de la información o red global: esta etapa ha permitido la revolución de la información más grande de todos los tiempos, incluso más allá del periodo en que se inventó la imprenta. Ha logrado conectar millones de computadoras a nivel mundial acelerando el proceso de comunicación y permitiendo el acceso a una inmensa base de datos sobre lo que el hombre es y conoce.
El término “homovidens” fue creado por Giovanni Sartori. Él advierte: un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homovidens, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.
El proceso comienza desde la infancia. La televisión es la primera escuela del niño, en donde se educa con base en imágenes que le enseñan que lo que ve es lo único que cuenta. Así, la función simbólica de la palabra queda relegada frente a la representación visual. El niño aprende de la televisión antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee. Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al concepto, que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el lenguaje verbal. De esta manera, los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son casi exclusivamente audiovisuales.
Dejando a un lado la función de entretenimiento que la televisión tiene, Sartori se concentra en su labor formativa. No es el homoludens el que le interesa, sino el homovidens. Si el niño crece junto al televisor, su concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad por medio de sus imágenes y la reduce a éstas. Su capacidad de administrar los acontecimientos que lo rodean está condicionada a lo visible: su capacidad de abstracción (de trascender, por decirlo de algún modo, lo que le dicta el ojo) es sumamente pobre, no sólo en cuanto a palabras, sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado. La imagen no tiene contenido cognoscitivo, es prácticamente ininteligible. El acto de ver anula, en este caso, el de pensar. El concepto queda sumergido entre colores, formas, secuencias y ruidos de fondo. En tanto que la asimilación de una palabra requiere del conocimiento de un lenguaje y de una lengua, la imagen, por su parte, se procesa automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.
Por supuesto, Sartori no ignora las repercusiones políticas que acarrea el surgimiento del homovidens. Si es cierto que la democracia es el gobierno de la opinión, y que los medios (especialmente la televisión) son, en gran medida, formadores y transmisores de la misma, entonces la importancia que adquieren como instrumentos de y del poder es enorme.
En el mundo del homovidens no hay más autoridad que la de la pantalla: el individuo sólo cree en lo que ve (o en lo que cree ver). Sin embargo, la imagen también miente; puede falsear los hechos con la misma facilidad que cualquier otro medio de comunicación, con la diferencia de que, la fuerza de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por tanto, más peligrosa. Además, la propia naturaleza del espacio televisivo tiende, irremediablemente, a descontextualizar las imágenes que transmite, pues mientras se ocupa de las últimas noticias y de las imágenes más escandalosas, margina otros aspectos que aunque pueden ser más importantes que los que se ven, no son, plásticamente, tan atractivos. Lo inquietante es, pues, que el poder de la evidencia visible es contundente, ésta siempre dice lo que tiene que decir: su veredicto es irrefutable.
Asimismo, el hecho de que la televisión lo convierta todo en espectáculo, atropella la posibilidad del diálogo: la pantalla, simplemente, no tiene interlocutores. La imagen no discute, decreta; es, al mismo tiempo, juicio y sentencia. Lo cual es aún más grave si se piensa que la televisión tiene, por lo mismo, cierta preferencia por el ataque y la agresividad, pues pueden ser, en sí, visuales; en tanto que la defensa o la inteligencia requieren, por su parte, de un discurso que para el ojo desnudo es aburrido e indescifrable. Quien es acusado por los medios, es, en la mente del público, culpable inmediatamente.
CARACTERÍSTICAS DEL NATIVO E INMIGRANTE DIGITALES.
Los nativos: quieren recibir la información de forma ágil e inmediata; se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos; prefieren los gráficos a los textos; se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos); funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en Red; tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y recompensa inmediatas; prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional.
Carencias y dificultades: En su capacidad multitarea, buscan pasar el menor tiempo posible en una labor determinada y abrir el mayor número de frentes posibles, provocando pérdidas de productividad, descensos en la capacidad de concentración y períodos de atención muy cortos con una tendencia a cambiar rápidamente de un tema a otro (en lugar de prestar atención de forma continua
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