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Perfil afectivo y social niños de 3 años.


Enviado por   •  24 de Julio de 2016  •  Resúmenes  •  1.535 Palabras (7 Páginas)  •  134 Visitas

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PERFIL SOCIAL Y AFECTIVO 3 y 4 AÑOS

  • En esta edad normalmente, suele haber terminado la etapa del "no" o del negativismo.
  • Los niños a los 3 años son tremendamente curiosos se miran, tocan y buscan.El niño domina muchas palabras y manifiesta su constante curiosidad por conocer los nombres de los objetos, su funcionamiento, preguntando sin parar el "¿Por qué?" de las cosas. "¿Por qué el cielo es azul?", "¿Por qué sale el sol?"
  • Los niños fantasean y simplemente confunden la “realidad con la “fantasia”. La creatividad se dispara, ya que todo puede "ser como" otra cosa: la silla puede ser un caballo, una niña con un pañuelo en la cabeza puede ser la abuela, un niño con un bastón se transforma en un domador de leones. La actividad fantástica, que el niño realiza a través de la fabulación o escuchando la lectura de un cuento antes de dormirse, contribuye al desarrollo de su pensamiento. Muestra grandes dosis de imaginación en su juego. Al relacionarse con otros niños va estableciendo una comunicación más variada, ya que ha ampliado su vocabulario.
  • Los niños y niñas empiezan a identificar y expresar emociones como miedo, enojo y alegría. Adquiere un saber afectivo, de lo que puede y no puede hacer y también de su valor personal a través de la relación que establece con los demás, en el experimentar la aprobación, la admiración y el castigo.
  • El otro tipo de sentimiento es el de inferioridad, el niño es muy sensible a las reacciones que tienen los adultos, se puede sentir muy orgulloso o muy avergonzado si lo retan, en esta etapa está consciente de que debe hacer muchas cosas que no entiende, que es dependiente de los mayores.
  • Los sentimientos son más duraderos y diferenciados y se centran en las relaciones familiares. Quieren mucho a los padres y les expresan su afecto con exageraciones, tienen celos y envidia de sus hermanos.
  • La necesidad de definir el poder del "yo" hace que, además de expresar sus deseos, el niño marque lo que es su propiedad con el adjetivo posesivo "mío", aún cuando esto no corresponde a la realidad y quizás ese objeto del que quiere apoderarse sea de su hermano. Los niños necesitan saber que su voluntad tiene unos límites. Por ejemplo, cuando aparecen las rabietas es importante que el adulto tenga clara la respuesta que quiere dar a su hijo. Los padres pueden decir que no, con tono seguro y tranquilo, aún cuando el niño se eche al suelo llorando como un desesperado.
  •  El niño es aún muy egocéntrico, es decir, se cree el centro del mundo: de esta forma, la realidad es como él la percibe o como, a veces, se la inventa. Por ejemplo, si alguien adulto usa gafas porque no ve bien, el niño se las quita y dice, "¡Claro que ves bien!" porque no diferencia entre la visión del "otro" y la suya. Si él ve, el otro tiene también que ver. El niño percibe el mundo a través de sus propios ojos. Todavía no es capaz de ponerse desde el punto de vista de los demás. Esta perspectiva se adquiere progresivamente durante el proceso de maduración cognitiva.
  •  El niño imita a los adultos, pero sin conciencia, reproduce los movimientos, las conductas, ideas de otros, pero sin darse cuenta de lo que hace. El niño confunde el "yo" y el "no yo", no distingue entre el otro y la actividad de sí mismo. El niño puede tomar dos actitudes una es "conformista", es decir, reglas impuestas por los adultos actúa como si fuesen voluntad de él mismo, aún cuando sea voluntad de otro. El niño se conforma con lo que le dicen los adultos porque ellos son los que ponen las reglas. Otra actitud es la "inconformista", es decir, resiste a la voluntad del otro.
  • Al final del 3er año, el niño empezará a hablar de sí mismo en primera persona y no en tercera.
  • Deja gradualmente su apego hacia su mamá, ya no siente la necesidad estar siempre tras sus pasos e incluso siente la sensación de que ya no le es suficiente para divertirse.
  • El juego individual ya no le divierte tanto como antes, prefiere aquellas actividades en que participen grupos de dos o tres niños generalmente de su mismo sexo, empieza a respetar su turno, a respetar algunas reglas, a compartir sus juguetes , a imitar determinados comportamientos de los adultos y a pensar qué sienten sus compañeros. Esto le permitirá poco a poco afianzar su identidad, aunque le cueste más de una decepción y más de una pelea con sus amigos por defender sus intereses. Los conflictos entre sus amigos, tan repetitivos y pasajeros, le permitirán ir controlando las frustraciones y la agresividad, y le enseñarán a aceptar los fracasos y pronto toma conciencia del inmenso placer que supone el ser independiente de los mayores.
  • Los dos contextos educativos más importantes para el desarrollo social del niño en torno a los 4 años son la familia y la escuela. La escuela complementa al hogar facilitando la progresiva integración de los niños en la sociedad: se adaptará a un ritmo de vida, actividades, horarios, normas y comportamientos diferentes a los que ha seguido hasta ahora en casa. Los sentimientos de afecto, amistad, compañerismo y ternura que se generan contribuirán a desarrollar en él una mayor sensibilidad hacia los demás.
  • Muestra grandes deseos de agradar y de colaborar, escucha con atención lo que se le dice y realiza pequeños encargos en casa, sintiendo satisfacción por sus éxitos. Sin embargo, puede oponerse en muchos momentos a los deseos de los adultos, pero esto no es más que un intento de ir marcando las diferencias respecto a los demás.

PERFIL SOCIAL Y AFECTIVO 5 a 6 AÑOS

  • Le gusta terminar lo que ha empezado, tanto en el juego como en la conversación. Le molesta dejar algo a medias.
  • el juego de roles, jugar a hacer de o a ser, es el juego Se refleja claramente en su juego lo que llamamos "juego simbólico", que es aquel en el que el niño asigna a cada objeto o juguete de su actividad un papel o rol; a través de este juego, el niño expresará sus conflictos internos, sus deseos y miedos.
  • Les gusta que los elogien cuando hacen las cosas bien y empiezan a darse cuenta que se equivocan y cometen errores.
  •  Le gusta disfrazarse y luego mostrarle a los otros. 
  •  Posee un sentido elemental de vergüenza y la deshonra. 
  • Es decidido, seguro de sí mismo, independiente en sus necesidades personales, más reservado, demuestra intencionalidad en sus realizaciones. Es serio, reposado, realista. Depende del adulto, pero también compite con él, buscando su error. Le agrada su supervisión y la solicita. Es servicial, afectuoso, comprensivo y conversador. Sus estados de ánimo son pasajeros y se repone rápidamente si éstos son malos. Puede controlar más su llanto. Además, es capaz de mantener un diálogo con cualquier persona adulta.

  • Respeta las normas establecidas por el adulto y por el grupo, y se molesta muchísimo ante cualquier injusticia. Es responsable y le gusta cooperar, siendo capaz de cumplir con encargos que demandan tiempo y responsabilidad. Es perseverante, le gusta terminar lo que ha comenzado, en el mismo día, o en jornadas subsiguientes. Reconoce lo propio y lo ajeno, posee mucho amor propio y se esfuerza para superar dificultades; resuelve sin enojos, sus propias situaciones. Es capaz de ceder su lugar y de esperar su turno sin molestar. Sabe que hay limitaciones sociales, tiene noción de las reglas de lo que se puede y no se debe hacer.

  • Se adapta a las obligaciones cotidianas sin dificultad. Es responsable, y se le puede encomendar encargos que exijan más tiempo. Comparte sus pertenencias y espera turno. Juega con grupos más numerosos y coopera por mantenerlos, aparecen líderes y se forman las pandillas.
    Muestra preferencias por compañeros de su mismo sexo, y le desagradan las actividades que considera propias del sexo opuesto.
    Se halla en la etapa del juego socializado, entonces comparte situaciones de juego y materiales. Juega con grupos numerosos, le gusta participar, cooperar y mantener la unidad grupal. Respeta los turnos y exige que los demás hagan lo mismo.
  • Escucha atento los relatos de sus compañeros y hace preguntas para conocer más detalles de lo sucedido. Se comporta correctamente en los espectáculos públicos. Es capaz de cuidar a diario, animales y plantas. Reconoce su símbolo patrio.
  • Siente interés por el sexo y la reproducción. Comienza a salir del Complejo de Edipo, y se identifica con el mismo sexo, el niño hace una imitación del padre y la niña de la madre; hacia el otro sexo siente afecto, ternura.
    Des idealiza a los padres: entiende que él está excluido de la pareja, que es solamente el hijo.
  • Conoce las diferencias de sexos y es más modesto.
  • Están interesados en ser buenos, pero pueden decir mentiras o culpar a otros por actos ilícitos debido a la intensa gana y el deseo de hacer lo correcto.
  • Quiere hacer lo que él / ella cree que es correcto y evitar lo que está mal.

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