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Proyecto Taller Para Padres

JCLEO91081410 de Junio de 2013

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Antecedentes

Desde épocas muy antiguas existe el concepto de familia este ha sido concebido desde muchas maneras principalmente como el núcleo básico de la sociedad, en la medida en que ella reproduce biológicamente a la especie humana, y en su espacio, se reproduce la identificación con el grupo social.

Pero también a lo largo de la historia se ha reflejado en cada época de la línea de tiempo este mismo concepto de familia por ejemplo en la época PREHISPÁNICA, los códices o manuscritos que tratan acerca de esta época, permiten conocer algunas características de la vida familiar en tiempos anteriores a la Conquista.Por esos testimonios sabemos que la autoridad recaía exclusivamente en el jefe o padre, a quien, por tener más edad que los demás miembros de la familia, se le atribuía también mayor sabiduría.

Cuentan algunos libros, que las madres enseñaban a sus hijos a referirse al padre como “el señor” o “mi señor”, en señal de respeto y de reconocimiento a su lugar en la familia.

La educación de los hijos era tarea de ambos padres, aunque también existían escuelas donde el temachtiani o maestro enseñaba la antigua palabra o la palabra de los sabios.

En la casa se criaba a los hijos con disciplina estricta. El padre instruía a sus hijos desde edad muy temprana con consejos como los siguientes: “Ama, agradece, respeta, teme, ve con temor, obedece, haz lo que quiere el corazón de la madre, del padre, porque es su don, porque es su merecimiento… porque a ellos les corresponde el servicio, la obediencia, el respeto”, “no te rías, no te burles, no hagas bromas del anciano o de la anciana o del enfermo, del de boca torcida, del ciego…”, “si te burlas de la gente, no saldrás humano…”Por lo contrario la tarea de la madre era enseñar a sus hijas la forma correcta de hablar, de caminar, de mirar y de arreglarse

Pero continuando con la línea de tiempo encontramos que en la época del MÉXICO COLONIAL en la que la conquista española del territorio mexicano significó el enfrentamiento de dos culturas diferentes en muchos aspectos, entre los que también estuvo muchos cambios el concepto de familia.

A raíz de la conquista poco a poco, a través de la enseñanza de la religión católica, los sacerdotes españoles modificaron las costumbres familiares de los indígenas mexicanos, aunque no se conformó un solo tipo de familia. La mezcla de las razas y la clase social de cada grupo también produjeron diversidad en las familias, en su categoría, en sus privilegios y en su organización.

En la familia formada por españoles europeos, el padre era la máxima autoridad, a quien se respetaba siempre, salvo cuando actuara en contra de la ley de Dios. Lo mismo sucedía en la familia formada por españoles nacidos en México, también llamados criollos, y en la de españoles casados con indígenas, cuyos descendientes eran mestizos. El padre educaba a los hijos, les enseñaba el cultivo de la tierra o los oficios artesanales.

Después del padre estaba la madre, quien se encargaba del cuidado del hogar, preparaba los alimentos y realizaba las tareas domésticas. Las responsabilidades de los hijos dependían de su edad y sexo. El hijo mayor, recibía la mayoría de los bienes de la familia, los títulos y la responsabilidad de velar por el sustento de la familia, así como de cuidar el honor de las hermanas. Todos los menores debían respetar y obedecer al hermano mayor.

En cuanto a la educación los hijos recibían está en su propia familia; al casarse una pareja, las familias se unían para trabajar, se organizaban en empresas familiares, en la minería, en el comercio o la agricultura. La familia de la mujer daba la dote, que es el conjunto de los bienes o el dinero con el que contribuía a acrecentar las posesiones de la nueva familia.

También se tiene conocimiento que no solo el concepto familia y su relación con la educación está enmarcada en esas dos épocas sino que en el SIGLO XlX, la familia era concebida como aquella que vivía en comunidades rurales con una población menor de 500 habitantes. Se dedicaban sobre todo a la agricultura, en la que participaban los niños desde muy pequeños. Ellos se encargaban de cuidar las aves de corral y juntar leña. La mujer realizaba todo el trabajo del hogar: hacía la ropa, molía el maíz, preparaba la comida y cuidaba a sus hijos.

El hombre seguía siendo la autoridad en la familia y el principal sostén de sus integrantes.

Un cambio muy importante en la familia del siglo XIX se produjo por las actividades de las mujeres. En 1844, por primera vez hubo en México un grupo de Hermanas de la Caridad, que manejaba hospitales, consolaba y cuidaba enfermos. Estas mujeres aprendieron a leer y escribir; otras se formaron como maestras, esto origino que se diera la educación en esta época. Continuando con el siguiente siglo XX en el cual se produjeron los últimos cambios de la familia hasta lo que actualmente conocemos lo cual es muy común que una persona pueda elegir a su pareja. La sociedad ya no reconoce a los padres el derecho a disponer del futuro de sus hijos de la manera como lo hacían en el pasado. Las ideas modernas de la educación han convencido a mucha gente de que los niños y los jóvenes tienen derechos que deben respetarse. La educación es obligatoria en las escuelas ha reforzado algunos valores familiares.

Como consecuencia, algunas relaciones entre las personas han variado: en las familias donde la autoridad del padre es menos rígida que en el pasado, se le presenta la oportunidad de relacionarse con sus hijos y con su mujer de otro modo: a través del diálogo, el acuerdo y la tolerancia.

A pesar de los innegables cambios en favor de relaciones familiares más abiertas y con mayor libertad de expresión, también se ha incrementado la separación de las parejas; existe violencia dentro de la familia y abuso del menor, así como un mayor abandono y olvido de los familiares ancianos, que en muchos casos son considerados una carga para la familia. No es raro que los hijos rechacen todo tipo de guía y reglas provenientes de los adultos, y que crezcan, sin orientación suficiente para la vida.

Todo esto nos habla de que la familia, como forma de organización, está vigente, aunque también está en constante cambio. Es así como es concebida la familia en la sociedad del fin del siglo XX y también como va en constate relación con la forma en que se educa.

Una vez que ya conocemos como se concibe a la familia en épocas anteriores ahora como esta se relaciona con la educación esto presenta algunas características peculiares de la relación familia- escuela, el principio de subsidiariedad es el que marca esta relación. Es la familia quien tiene el derecho-deber de la educación, esta características por ejemplo es que son los padres quienes tienen la posibilidad de decidir acerca de las cuestiones esenciales en cuanto a la educación de sus hijos, también son aquellos que eligen el centro educativo, sobre todo en las etapas de Educación Primaria y Secundaria. Ayudan a los hijos también a elegir los amigos al situarles en determinados contextos sociales, don, de se entablan las relaciones de amistad. También se pude decir que al elegir la escuela cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores y objetivos educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos suficientemente definidos o explicitados.

La relación que establece los padres con la escuela es en particular una relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad, en la institución a la que confían sus hijos. Esta situación de confianza es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco que la escuela forma parte de la familia, una prolongación suya, adquiriendo así su pleno sentido, esta misma es la que determina, matiza y da forma al binomio familia - escuela, que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y maestros establezcan una vía abierta de información, de orientación, sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el papel que cada uno de ellos desempeña. Por lo que la familia debe tener una actitud activa y participativa, Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es característica de la escuela, particularmente en los niveles de Primaria y Secundaria.

Esto último nos hace mención de la relación directa entre las escuelas y las familias las cuales son parte elemental y fortificadora de las mismas y por supuesto de la educación de sus pupilos. Pero nos encontramos actualmente con la realidad de que en nuestro estado no es una relación muy fructífera o más bien no es de índole exitoso ya que por la exigencia de la actual situación que se vive, los padres se ven inmerso en solo limitarse a ir por su hijo a la escuela y no tomarse el tiempo para solicitar información acerca del desenvolvimiento de su hijo, llámese esta situación de tipo de padres que ambos trabajan para ser el sustento de su familia, o incluso estar

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