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Psicología De La Intervención Social

pierotf3 de Julio de 2011

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psicologia de la intervencion social

Introducción

Desarrollo Histórico

Definición

Funciones

Procedimientos, Técnicas e Instrumentos

Ambitos de Actuación

Formación

Consideraciones Finales

Introducción

La elaboración de este documento ha sido durante muchos años una aspiración de todos los profesionales de este ámbito. La necesidad de dar un cuerpo conceptual al conjunto tan heterogéneo de actividades profesionales desarrolladas en la intervención social fue sentida ya hace muchos años. Su urgencia se hacía notar con fuerza debido a la novedad de este sector profesional que sin una formación universitaria previa (hasta hace relativamente poco las especializaciones universitarias seguían el criterio de las tres grandes áreas: clínica, educativa y organizaciones) se veía inmerso en una importante demanda, especialmente generada desde el sistema público de los servicios sociales desarrollado en las dos últimas décadas.

Este documento pretende ser el marco de referencia del Colegio Oficial de Psicólogos de España para todos aquellos profesionales que trabajan en el Área de la Psicología de la Intervención Social (PSIS). A modo de guía, nos permitirá avanzar en la construcción de unos conceptos y una metodología que identifiquen, desde la teoría, a lo que ya se ha configurado como uno de los ámbitos de intervención más importantes de la psicología. Además, nos permitirá afrontar con mayor seguridad las múltiples conversaciones que debemos mantener con la Universidad, la Administración, otros colegios profesionales y, sobre todo, nos facilitará el avance en la creación de las secciones o asociaciones profesionales y las futuras acreditaciones.

Es importante advertir que este documento no contempla uno de los ámbitos más sobresalientes de la intervención social como es el de las drogodependencias. Los psicólogos que intervienen en este ámbito tienen su propio grupo de trabajo y su documento específico, precisamente por esta relevancia antes aludida.

Desarrollo Histórico

A finales de los años setenta se comenzó a gestar el desarrollo de los servicios sociales en España y con él comenzó la ampliación de un campo de trabajo que si bien existía ya anteriormente, era fundamentalmente en torno al papel del psicólogo en lo que hoy conocemos como servicios sociales especializados (psicólogos trabajando en servicios para discapacitados, residencias de menores, etc.). La propia dispersión de estos servicios hacía difícil una identidad común de estos psicólogos que podríamos considerar como los pioneros de la intervención social. Sin embargo, fue la aparición de los servicios sociales de base o comunitarios, junto a la estructuración de los servicios sociales como sistema, lo que propició la convergencia de los nuevos psicólogos comunitarios junto a los más especializados en la creación de un nuevo campo de trabajo profesional, que ya en el I Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos (1984) decide adoptar el término de PSIS.

Así pues, a diferencia de otros ámbitos profesionales de la psicología, la PSIS es una disciplina (en España) que ha surgido al amparo del cambio político y social que culminó con la Constitución de 1978. La definición de un Estado social, democrático y de derecho, obligaba a la construcción de sistemas de servicios que atendieran las necesidades y derechos sociales expresamente reconocidos. Aunque el desarrollo normativo de estos sistemas ha sido muy lento, algunos hitos merecen destacarse. Tal es el caso de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local (1985) que reconoce por vez primera la obligatoriedad de los ayuntamientos de prestar servicios sociales cuando se alcanza una población de 20.000 habitantes, lo que en la práctica ha supuesto el afianzamiento de las ideas comunitarias de la intervención social. Asimismo, han sido esenciales las sucesivas leyes de servicios sociales de las distintas comunidades autónomas, donde se da un paso más allá al definir los tipos de necesidades a las que se dará cobertura y sus correspondientes prestaciones. Merecen destacarse también los desarrollos legislativos en sectores especializados como la Ley de Integración Social de Minusválidos (1982) o la Ley sobre Adopción y Acogimiento Familiar (1987), en las cuáles se deja ver la importancia de las intervenciones interdisciplinares y entre ellas la de la psicología. Igualmente es justo reconocer el papel jugado por algunos planes que encauzaron y facilitaron el desarrollo del sistema público de los servicios sociales. A modo de ejemplo citaremos el Plan Concertado para el Desarrollo de las Prestaciones Básicas en las Administraciones Locales, a finales de los ochenta, o el más reciente y específico Plan Gerontológico.

A través de estas normas se ha ido reconociendo y facilitando la incorporación del psicólogo a este nuevo campo, hasta el punto de constituir en la actualidad uno de los ámbitos con mayor presencia laboral. Paralelamente, conviene recordar la importancia que han tenido tanto los congresos del Colegio Oficial de Psicólogos como las Jornadas de Intervención Social que en sus cuatro convocatorias impulsadas por la Delegación de Madrid (conjuntamente con la Coordinadora Estatal en las dos últimas ocasiones) se han convertido en el punto de encuentro y foro de referencia de los profesionales vinculados al sector.

El afianzamiento y expansión de la PSIS está indudablemente ligado a los servicios sociales. Sin embargo, la concepción actual es más amplia, como se tratará de mostrar en este documento.

Definición

La PSIS es una actividad profesional de una de las ramas de la psicología que en su evolución histórica surge como respuesta a la necesidad de analizar y actuar sobre los problemas de las interacciones personales en sus diversos contextos sociales. Su continua acción, reflexión e investigación tiene como principal marco de referencia la Psicología Social, la Antropología, la sociología y otras disciplinas afines. Los problemas que afronta tienen que ver con los múltiples niveles y con los procesos complejos que encierra la relación entre el individuo y su contexto social, especialmente con los procesos que tienen que ver con la forma en que las necesidades individuales y colectivas son satisfechas en ese medio social. Lejos de definir los problemas desde un análisis individual, la PSIS ha ido desarrollando procedimientos e instrumentos para tratar de evaluar e intervenir sobre procesos sociales complejos y dinámicos que aborden no sólo el componente individual y/o grupal sino también las estructuras sociales, políticas, económicas, etc., que lo envuelven y le dan sentido. A lo largo de su desarrollo podríamos afirmar que los modelos de competencia social y ecológico han sido los que mayor repercusión han tenido en la metodología de este ámbito.

Aunque históricamente el desarrollo de la PSIS está estrechamente ligado al de los servicios sociales, en la actualidad el enfoque se dirige hacia nuevos y más amplios conceptos. En este sentido cabe decir que este nuevo ámbito busca mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas, superando el anclaje conceptual que venía sufriendo la PSIS con respecto a términos como marginación, inadaptación, pobreza, etc. Como ha sucedido en otros ámbitos profesionales, donde se han ido superando enfoques centrados en la carencia, el déficit y la patología, para pasar a una intervención proactiva, preventiva y de mejora de la calidad de vida, en el caso de la intervención social los esfuerzos se dirigen hacia enfoques que buscan el desarrollo en personas, grupos y comunidades de las necesarias habilidades y competencias para analizar mejor su realidad social y buscar las soluciones más adecuadas.

En este sentido cabe hablar de los objetivos de la intervención social como aquellos que consisten en reducir o prevenir situaciones de riesgo social y personal, ya sea mediante la intervención en la solución de problemas concretos que afectan a individuos, grupos o comunidades aportando recursos materiales o profesionales, o mediante la promoción de una mayor calidad de vida. Esas situaciones de riesgo están referidas, cuando hablamos de intervención social, a la falta de cobertura de necesidades humanas muy básicas que se encuentran directamente condicionadas por el entorno social: necesidades de subsistencia, convivencia e integración social, participación, acceso a la información y a los recursos sociales, igualdad de oportunidades, no discriminación, no exclusión social, etc.

Por la complejidad de los objetivos de la intervención social se debe destacar que ésta requiere un abordaje interdisciplinar en el que las relaciones del psicólogo con los trabajadores sociales, abogados, sociólogos, economistas, y otros profesionales se convierten en un factor esencial para el alcance de sus objetivos.

Funciones

En el ámbito de la PSIS el psicólogo desarrolla las siguientes funciones:

1. Atención directa

Esta faceta se comparte de modo general con otros muchos ámbitos de la psicología aplicada en los cuáles el psicólogo interviene directamente con la población objetivo de los servicios para evaluación, orientación y/o solución de problemas. Esta atención directa puede realizarse de formas muy diferentes según se trate de atención directa a individuos, grupos o comunidades. A modo de ejemplo en el primer caso podría tratarse de una valoración u orientación de una persona mayor para una medida de alternativa a la convivencia (residencia de tercera edad, vivienda tutelada, etc.). En el segundo caso, atención grupal, podría ejemplificarse con las intervenciones

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