Reaccion Social Frente A La Mujer Delincuente

REACCIÓN SOCIAL FRENTE A LA MUJER DELINCUENTE.

1. Reacción social en la antigüedad.

En las sociedades arcaicas la reacción social frente a conductas o sujetos considerados como peligrosos o dañinos a la sociedad, consistía instintivamente en infligir un sacrificio o sufrimiento al delincuente, encaminado casi siempre a quitarle la vida. La base sobre la que descansaba esta reacción social era la existencia de valores universales, algunos comprensibles a nivel intersubjetivo, otros irracionales, que todos los individuos aceptaban cumplir y respetar, conformando un verdadero dogma o tabú incuestionable y mágico.

Las máximas éticas se encontraban en libros sagrados ponderados en esa época y la violación a una norma implicaba una ofensa a la divinidad. Así la reacción social entre el delincuente tenía un desenlace fatal con la muerte del culpable, nunca desprovista de sadismo y crueldad.

Era una etapa primitiva de venganza, que podía bifurcarse en privada o religiosa. En la primera se le otorgaba al ofendido la facultad de aplicar el castigo, y la segunda daba al sacerdote el derecho de castigar.

Era común en esa época encontrar incongruencia entre el comportamiento considerado criminal y la reacción social que conducía a penas extremadamente crueles y desproporcionadas.

El sujeto debía acatar el papel social que la comunidad tradicionalmente le había otorgado, ya que cualquier cambio generaba un grave disgusto y miedo por parte de la colectividad.

La pena que siempre acompañaba a la reacción social, como decíamos, era la de muerte, con muy diversas modalidades: despeñamiento, lapidamiento, apaleamiento, empalamiento, enterramiento, hoguera, descuartizamiento, crucificación, anegamiento, etc.

Criminalidad femenina.

La pena solía ser irrevocable, ejemplar, intimidatoria y cumplía con una selección artificial que la sociedad realizaba, al eliminar a los individuos inadaptados y antisociales de la comunidad.

A través del estudio de ciertas conductas criminalizadas por diversos pueblos y de sus correspondientes punibilidades podemos analizar el lugar social que ocupaba la mujer,

En los pueblos antiguos como Asiria y Mesopotamia la mujer tenía un significado en tanto estaba ligada a un varón, de otro modo, se veía socialmente desprotegida y le era indiferente al grupo que representaba el control social.

Si la mujer ofendía al varón con la infidelidad, desobediencia, ira, etcétera, se le castigaba con la pena de muerte.

Veamos el contenido de algunas tablas que datan del siglo XII a.C.

Tabla 28. Castigo con pena de muerte para la adúltera, no debe por ningún motivo quedar viva."

Tabla 190. Si un hombre viola a su madrastra, no tiene pena pero si su padre vive es un crimen capital."

Tabla 197. Si un hombre rapta a una mujer en las montañas es un crimen y debe ser muerto, pero si la rapta en casa de ella,..Es crimen de la mujer y deberán matarla. Si el marido los encuentra puede matarlos, y no tendrá pena alguna.'

Tabla 15. Condenan a morir a la mujer que casada yace con otro hombre, igualmente a él le es aplicada la pena de muerte.

Tabla 53. Si una mujer ha tirado de propia voluntad el fruto de su seno una vez hechos contra ella los cargos y pruebas, se le empalará y no se le enterrará. Si ella murió al tirar el fruto de su seno se le empalará y no se le enterrará."

La mujer no existe como persona, es tan sólo parte del marido y será castigada por los delitos del mismo," para reparar simbólicamente el mal causado y agradar con ello a la divinidad.

En casi todas las leyes y costumbres de los pueblos primitivos la mujer casada tenía una extrema protección. Pertenecía al esposo, al igual que si fuese una hija. El código de hammurabi por ejemplo establecía que: "al que besare una mujer casada se le debe cortar el labio inferior".

Por otro lado eran comunes las prohibiciones a las mujeres, algunas de apariencia irracional, basadas en un egoísmo, cuyas violaciones constituían por ley un "delito".

Por ejemplo, en Tahití, no se debían tocar los utensilios de pesca de los hombres, no se podían frecuentar sus reuniones, no era permitido tocar la cabeza del marido, ni del padre, ni los objetos que fueran a estar en contacto con la cabeza, no se le autorizaba comer junto con los hombres.

En Nueva Zelanda las mujeres no podían tocar los alimentos de otros hombres que no fueran sus hermanos, hijos y marido, y no se les permitía entrar a casas ajenas.

En Nueva Caledonia la mujer no podía vivir con el hombre en el mismo techo. En china le estaba prohibido comer con el esposo y con los hijos.

Entre los hebreos la mujer no podía vestirse de hombre ni tocarle a él sus genitales, en roma, no se le permitía tocar el vino, y en áfrica, no era prudente contar los secretos del marido, ya que se le castigaba con el corte de labios, y escuchar detrás de la puerta al marido, con la mutilación de orejas."

La mayoría de los pueblos consideraban la conducta del adulterio como una grave ofensa, ya que representaba una ruptura del poder del varón sobre su mujer.

Esto ponía en serio peligro el estatus que ocupaba el varón y la reacción social era sentencia de muerte para la adúltera.

Los egipcios castigaban a la adúltera mutilándole la nariz y la abandonaban en el campo, entre los babilónicos se le obligaba a aventarse al río como sacrificio, en china se le hacía prisionera y era puesta en venta como esclava, en la india era devorada por los perros.

En roma y Grecia era abandonada a un tribunal familiar, en Atenas quedaba a merced de lo que el marido quisiera. En Australia, Nueva Caledonia, polinesia la pena era el estrangulamiento. En Alemania era desnudada y paseada por las calles donde la latigaban hasta la muerte, los persas la enviaban a la horca, en Paraguay sólo era punida si el adulterio se cometía con un hombre de otra tribu."

Otras de las conductas que eran severamente incriminadas fueron el aborto, prostitución y homosexualidad, y que todas éstas significaban una desviación de los parámetros sociales que a través demitos y valores sociales se habían conformado; conductas que de alguna medida destruían la imagen mistificada de lo femenino.

Como no es el objeto de nuestro trabajo realizar un análisis histórico relativo a las conductas criminalizadas en México, y sus punílbidades, sólo

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