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Reflexiones Evaluación Psicométrica


Enviado por   •  15 de Agosto de 2018  •  Ensayos  •  5.502 Palabras (23 Páginas)  •  146 Visitas

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Reflexiones en torno a la evaluación psicométrica aplicada en los problemas de aprendizaje: conceptualización, alcances y limitantes para la intervención.

Por Psic. Hugo Fernando Nieves Torres[1].

El abordaje de los déficits cognitivos ha sido clásicamente dominio de la psicopedagogía y las ciencias de la educación, disciplinas que durante largo tiempo han indagado en los procesos de asimilación del lenguaje y las operaciones lógicas; han estudiado las dificultades que surgen en la enseñanza de la lectoescritura, en los cálculos y en el dominio de los conceptos complejos. Sus investigaciones sobre la asimilación de conocimientos en el niño y el análisis de las etapas del desarrollo de las operaciones mentales han sido muy fructíferas pero han tropezado con dificultades en el análisis de la estructura interna y de la base fisiológica de las funciones psicológicas que intervienen en los procesos de asimilación de conocimientos (Castaño, 2002).

Diversas disciplinas han estudiado los problemas de aprendizaje desde la introducción de este término en 1963 (Acle, 1995). Estos se analizan desde posturas teóricas diversas: cognitiva, fisiopatológica o histórico-cultural (neuropsicología de la actividad), psicología del desarrollo, psicometría (Gearherat, 1987). Los neuropsicólogos cognitivos y la psicología del desarrollo, evalúan en los escolares el estado de las funciones cognitivas, identificando los aspectos inmaduros que influyen negativamente sobre el desempeño escolar. En esta postura se analizan funciones como la expresión oral y escrita, la lectura, las matemáticas, etc. y las causas de los problemas de aprendizaje se plantean, ya sea como un déficit de una o más de las capacidades cognoscitivas básicas o como producto de factores biológicos y genéticos. La postura fisiopatológica plantea la necesidad de considerar el sustrato fisiológico de la actividad normal del aprendizaje, el cual se considera como una modificación del comportamiento de carácter adaptativo. Los problemas de aprendizaje se determinan por fallas en la actividad analítico-sintética en diferentes sistemas de los analizadores que pueden provocar alteraciones de tipo afásico, anártrico o gnosicopráxico, así como sus combinaciones.  Y tomando de base en muchas ocasiones las aportaciones de la psicometría como modo de evaluación, los problemas de aprendizaje se identifican en los déficits, a través de las desviaciones estándar, puntajes z, t, centiles, permitiendo ubicar sus necesidades para lograr una intervención (Matute, 1996).

Es así que esta última se ha convertido en el método mediante el cual se miden las funciones psíquicas. Medir es asignar números a objetos mediante reglas. El concepto de medición, extraído de las ciencias exactas es insuficiente y en ocasiones inapropiado para evaluar la actividad psíquica, actividad que es determinada por múltiples factores y que como se conoce, tiene un origen social, aunque permeado, matizado por factores biogenéticos.

Usualmente los test se definen como medidas objetivas y estandarizadas de muestras de conducta. El término estandarizado se refiere a procedimientos uniformes de administración y cuantificación de los test y por supuesto el término objetivo significa que los procesos de administración, cuantificación e interpretación no son producto de un juicio subjetivo del examinador (Anastasi, 1988).

        En psicometría y de manera general, la validez se refiere a la exactitud de un test y se define como la capacidad de un instrumento psicométrico para medir lo que dice medir (Anastasi, 1988).  Un test será válido si realmente mide lo que teóricamente pretende medir. existen varios tipos de validez a los cuales se puede hacer referencia. La confiabilidad del test es una medida de coherencia entre las ejecuciones de un sujeto en diferentes momentos. Es simplemente si un test o cualquier instrumento de medida utilizado mide algo de manera consistente, es la estabilidad de puntuaciones para una misma población. En términos prácticos es el grado hasta donde la desviación de las puntuaciones individuales permanece relativamente consistente en administraciones repetidas del mismo test o de formas alternativas (Crocker & Algina, 1986).

Merita destacar que la psicometría posee un lugar relevante en la selección, sobre todo de adultos en cuanto a determinadas habilidades y en determinadas condiciones. Es decir, cuando lo más importante es evaluar si una persona es capaz de realizar una tarea bajo condiciones específicas y sin prestar atención a cómo lo logra, entonces la psicometría puede ser el método idóneo.  Digamos que al dueño de una fábrica le interesa contratar empleados rápidos y eficaces completando una tarea manual compleja, no le interesa si un empleado se apoya en la mediación verbal o compensa una salida motora deficiente con un monitoreo visual. Lo que importa es que el empleado haga bien la tarea en el tiempo asignado porque esto es lo que garantiza la productividad. Sin embargo, cuando necesitamos descubrir el proceso o los mecanismos neurofisiológicos que se movilizaron para garantizar el cumplimiento de la tarea, tomando en consideración todos los otros factores que influencian esta ejecución, entonces la psicometría no es el método más apropiado.

Para entender mejor las limitantes psicométricas en la evaluación de los problemas de aprendizaje, es necesario realizar un análisis de la definición no luriana[2], en donde los problemas de aprendizaje se ciñen a posturas en donde es la ciencia quien estudia la relación entre cerebro y conducta. La propia definición es un reflejo de una orientación puramente conductista para abordar el estudio de dos entidades que supuestamente están relacionadas. De aquí se desprende que el estudio conductual no causal de esta relación sea abordado por la psicometría, con todo un aparato que proviene de las ciencias exactas y que se ha estado aplicando mecánicamente y con alarde científico a la conducta humana, ignorando sus múltiples determinantes (Santana, 2010).

Por tanto, desde la perspectiva psicométrica lo que interesa es medir una conducta que supuestamente está relacionada de alguna forma con un sustrato cerebral, siguiendo una serie de principios rígidos, que le llaman estandarizados y que no pueden ser violados. Irónicamente esta rigidez constituye la base de la objetividad del dato obtenido.

Por supuesto que el carácter causal de la relación cerebro-conducta no parecer ser muy importante ni para la definición, ni para el método que se emplea. Estos principios rígidos que son “científicos” porque provienen de las ciencias exactas y tiene una naturaleza inviolable, van a “garantizar” la validez de lo que se mide, nos van a revelar la relación de un cerebro con una conducta específica. Las ejecuciones matematizadas de una gran muestra normativa, serán la base para comparar la ejecución del sujeto que estamos evaluando. Entonces vienen las puntuaciones de referencia normativa (puntuaciones a escala, percentiles, puntuaciones Z, etc.) que nos permiten colocar al sujeto de evaluación en una posición determinada respecto a esa muestra normativa. De esta forma los usuarios de la psicometría descubren la relación entre el cerebro y una conducta específica.

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