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Reporte el colegio tiripetio


Enviado por   •  12 de Marzo de 2021  •  Ensayos  •  2.486 Palabras (10 Páginas)  •  51 Visitas

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En consecuencia de la conquista y la colonización, en México inició un proceso de adaptación e intercambio entre culturas diversas y desconocidas entre sí, la asimilación de este proceso dio lugar a un sincretismo en el que se conservó algo de lo antiguo, en cambio lo nuevo se impuso, pero no siempre en su forma original.

La presencia de la orden franciscana en México data de 1524 y fue el primer instituto religioso canónicamente establecido, inmediatamente ellos se encargaron de predicar y difundir el evangelio por las tierras conquistadas.

Se dice que los franciscanos, así como los dominicos, agustinos y demás órdenes que llegaron después, se ocuparon de manera muy específica de evitar las manifestaciones de las religiones delos pueblos prehispánicos; sin embargo, en el siglo XVll, el clero regular y sus miembros  perdieron parte de su poder ideológico-religioso y se manifestaron con mayor fuerza las "idolatrías de los naturales que siempre estuvieron latentes".

Detrás de este sincretismo religioso se halla la reconstrucción indígena de su propio mundo, después de la conquista, Al efectuarse la conquista y la colonización de América específicamente en nuestro caso, el de la Nueva España, la religión de los pueblos antiguos debía ser destruida y sustituida por la de los conquistadores.

La agricultura y la medicina no fueron destruidas intencionalmente por los europeos como sí lo fue la religión. Detrás de la agricultura y la medicina están las concepciones religiosas y cosmogónicas de los pueblos que las practican.

El ataque directo y cruel de los conquistadores y evangelizadores fue contra las religiones de los pueblos prehispánicos. Buscaban salvar las "almas" de los conquistados de su condena eterna, y para ello había que destruir totalmente su culto y forzarlos a aceptar la religión, considerada como lo único verdadero. Entre la salvación y la condena eternas, Dios y el Diablo, lo verdadero y lo falso, no hay medios ni matices; había que salvar a los pobladores y para conseguirlo sería necesario civilizarlos.

Quetzalcóatl, quien en la cultura prehispánica de algunos pueblos mesoamericanos se sangró a sí mismo para que nacieran los hombres hechos de polvos de maíz de ahí que el hombre prehispánico animaba a la tierra y a los medios de trabajo, a la naturaleza y a todo lo que tenía relación con su existir, que le permitía entender el mundo en el que vivía.

Los pueblos prehlspánicos vivieron dentro de las llamadas religiones agrarias, estructuras religiosas propias de los pueblos que viven de la agricultura con una religión de todos antes de que aparecieran las religiones imperiales, instituciones controladas, monopolizadas y que se impusieron a las demás como la única válida y verdadera.

El cristianismo se convirtió en una religión imperial cuando Constantino lo hizo emerger de las catacumbas a la superficie, y más tarde el emperador Teodosio lo convirtió en la religión del Estado y desató la persecución contra todas las demás religiones. Las religiones monoteístas como el cristianismo son excluyentes. El cristianismo de los conquistadores no pudo convivir con las religiones de los otros.

Alejandro VI repartió cierras para ennoblecer y enriquecer a los conquistadores, a la manera de los señores feudales europeos, y al mismo tiempo les repartió siervos para ser evangelizados y bautizados por los primeros frailes, entonces el conquistador y el misionero, el negocio y la salvación, el poder político y el poder religioso estuvieron en constante pugna perotambiénen frecuente acuerdo y unidas a ve ces en la misma persona. La re sistencia de los conquistados vino de la fuerza que les daba su  propia identidad. No hay ser hu mano que gustosamente renuncie a lo que le da sentido de vida y pertenencia, esto solamente se da a través de un proceso violento. Las "almas" de los indios se re sistieron a su conquista, no obs tante que sus cuerpos estaban es clavizados, de ahí el sincretismo cultural. Evangelizadores como fray Bartolomé de las Casas tuvieron seriosconflictos con su propiacon ciencia reiigiosa. De las Casas en De único vocationis modo sostuvo que todos los hombres de la Tie rra eran hijosde Adán, luegoesen cialmenteposeían las mismas cua lidades, por lo tanto el evangelio debía ser predicado de igual ma nera entre todas las naciones, con base en el amor y la persuasión libre y voluntaria, "asíque la con versión debía venir de la prédica pacífica y el buen ejemplo" (Brading, 1997: 24-25). El modo de vivir de los pueblos mesoamericanos, según Delas Casas, había sido el mismo por el que habían pasado los pueblos consi derados entonces como civilizados. La condición en la que vivían los pueblos mesoamericanos era una fase de la evolución humana por la que habían ya pasado los pue bloseuropeosy por los que tenían que avanzar los americanos para formar ciudades y estados. En este estado primario de los pueblos,si guiendo a fray Bartolomé, el hom bre adora y venera a fuerzas natu rales y personajes, para después evolucionary llegaral conocimiento y sometimiento del dios único y verdadero que venían a enseñarlos evangelizadores llegados a América. Si bien De las Casas, lo mismo que otros religiosos como Francisco de Vitoria y los teólogos de la escuela de Salamanca, puso en tela de juicio la legitimidad de la guerra de conquista, no dudó del derecho que tenía España en América para la evangelización de los indios. Fray Bartolomé cuestionó los métodos y los medios de los conquistadores, no los fines de la "necesaria" conquista por su carácter evangelizador. Otro defensor delderecho de los indiosa ser considerados como¡gua les fue Vasco de Quiroga, quien luchó por su conversión pacífica al cris tianismo. Vasco de Quiroga escribió: "Los españoles deben ir a los in dios comovino Cristo a nosotros, haciéndoles bienes y no males, pieda des y no crueldades, predicándoles, sanándolos y curando a los enfer mos" (Hurtado, 1996:104). Vasco de Quiroga les echó en cara a los con quistadores su hipocresía, al comparar el trato que daban a los indios con lo que predicaban como seguidores de la religión cristiana; no había coherencia entre el actuar y el hablar, luego no eran hombres dignos de confianza, pues el evangelio sostenía como base el amor y la igualdad de los seres humanos como hijos del mismo dios. Españoles e indios estaban en las mismas condiciones para recibir el evangelio y la buena nueva. "Tata Vasco" en sus pueblos-hospitales puso en práctica, entre otras cosas, las ideas de Moro escritas en su Utopia, comunidades organiza das con base en el desarrollo de la persona y del grupo conforme a sus propias capacidades, asimismo aconsejó predicar con amor para con vencer a los antiguos hasta que voiuntariamente abandonaran sus ideas y costumbres "idólatras" y formó comunidades basadas en al amor mu tuo y la colaboración, pidió hacer del evangelio cristiano una forma de vida individual y comunal. Estos evangelizadores estaban influidos por los grandes humanistas y renovadores de la Iglesia católica como Tomás Moro, Erasmo de Rotterdam, juan Luis Vives y otrosfilósofos contemporáneos del domini co De lasCasas, deVasco de Quiroga y de Bernardino de Sahagún, quie nes pensaron hacer en Américaia contrarreforma en contra de la reforma luterana que se estaba dando en Europa. Para los humanistas renovadores de la Iglesia católica la historia de la humanidad fue vista como la historia de la salvación de los hombres, unidos todos bajo ia persona de Cristo. El predicador debía regresar los ojos a Cristo y su historia y parecerse a Él. Por eso, debía vivir en pobre za y con austeridad, optar por los más pobres y necesitados, hacer del mensaje cristiano su forma devida. Según los renovadores, elevangelio transformaría a los infieles, nunca la violencia, pero debían utilizarse las facultades superiores del hombre: inteligencia y voluntad para que quienes desconocieran el Nuevo Evangelio se acercaran a élsin miedo y por libre convicción. La conversión, la decisión de cambio de vida, la adopción de la nueva doctrina, tododebíaser voluntario y con baseen la razón, no en la coerción. Erasmo de Rotterdam, a quien Luden Febvre llamó "el primerode los soberanos espirituales del mundo moderno", fue el renovador que quiso purificar al cristianismo y a la iglesia de su época, para lo cual había que regresar a un cristianismo basado en sus propias fuentes, pensar, hablar y actuar conforme a una "filosofía de Cristo". Erasmo criticó duramente a ia Iglesia católica de su tiempo, la consi deró como una institución vacía del espíritu amoroso que en esencia ia fundaba, y lejana del verdadero camino para llegar a [esucristo. La igle sia de su tiempo, según él. era una iglesia lejana de las palabras del dios que le daba vida y cercana a leyes eclesiásticas frías que la estaban matando. En su punto de vista, el evangelio de Cristo requería mucho más de una actitud y una conducta que fueran prueba de una ética eleva da. que de un espíritu dogmático y autoritario. Los cristianos debían vivir conforme a las reglas de vida enseñadas por Cristo y sobre dos ejes fundamentales: ia libertad y la caridad. Se debía regresar a una práctica verdaderamente cristiana lejos de los vicios, abusos y formalismos que estaban ahogando a la Iglesia católica de la época. Erasmo rechazó todo tipo de guerra entre ios hombres y la consideró como el mayor de los crímenes contra la humanidad y las leyes de Cristo. Ningún motivo, ya fuera político o religioso, era válido para justificar la guerra entre los hombres (0?-. Rotterdam. 1992:9). Influidos porel humanismo, en algunos de los evangelizadores que vinieron a la Nueva España estuvo presente eldilema de, por un lado, la necesidad imperiosa de salvar las "almas" de los naturales a través de su conversión pero, por el otro, la necesidad de destruir su pasado, especialmente su pasado religio so que fue negado absolutamente comoverdadero, productodel dia blo y que por lo tanto debía ser destruido. Fray Bernardino de Sahagún escribió así en la Historia general de las cosas de la NuevaEspaña al referirse a los dioses de los indios mesoamericanos: "falsosdiosesque son pura mentira e invención del autor y padre de toda mentiraque es el diablo" (Sahagún, 1985:85). Sobre quienes habían ya oído del evangelio y regresaban a sus prác ticas y creencias anteriores, Sahagún escribió: "¡Oh, muchos más malditos y malaventurados aquellos quedespuésde hal«r oído la palabrade Dios y la doctrina cris tiana perseveran en la idolatría; y muchomás dignos de llorarlosque después de bautizados y haberse convertido a Dios toman a hacersu persticiones. o a idolatrar! Todos los que tal hacenson hijos deldiablo y dignos degran castigo eneste mun do. y en el otro de grande infierno" (Sahagún. 1985:86). Si el infundir tal temor no es también una forma de violencia, diferentea la física que ejerció elconquistador pero al finy al caboviolencia, ¿entoncesqué es? Sahagiín juzgó con suma du reza las religiones y los dioses de los pueblos mesoamericanos. su politeísmo, sus ritos y prácticas religiosos, especialmente los sa crificios humanos y otras ofren das a los dioses que se realiza ban en montes y volcanes, entre otros lugares más. como los que se hacían en el cercano volcán Xinantécad, en el cual, todavía en 1569, según escribió Sahagún "yendo acaso unos religiosos a ver las fuentes que están sobre la Sierra de Ibluca, hallaron en una de lasfuentes un sacrifido u ofren da muy redente, de dnco o seis días antes hecho, que según daba a entender el sacrifído fiie envia do de más de quince pueblos; y en todas estas sierras dichas ha llarán cada año ofrendas nuevas, si las visitasen por el mes de mayo" (Sahagún, 1985:94). Éstas y otras expresiones reli giosas más hideron pensar a los españoles, y a cualquiera que >dniera a estas tierras dei mundo moderno europeo, quelospueblos prehispánicos estaban habitados porhombressalvajese incivilizados que >dvían conforme a ias prime ras etapas de desarrollo de la hu manidad. El europeo, lo mismo que lo hacen los hombres conquistado res respecto a los conquistados, interpretaron el mundo america noa partir desu posición y visión del mundo, del hombre, de la di vinidad y de todas las cosas conoddasy, por no coinddir con esa visión, fue descaiiflcado y juzga do como falso y negativo, en con secuencia debía ser destruido y sustituido porloúnico auténtico y verdadero. Para los españoles, la convivencia de las religiones mesoamericanas conla propiafue imposibie, se estaba jugando, es pecialmente para los primeros evangeiizadores quellegaron a la NuevaEspaña, nada más ni nada menos que la salvadón de los hombres encontrados en estas tierras, y con eso nadie juega ni hace experimentos. Lo superioi; el mundoeuropeo, debía ayudar a lo inferior; el mundo novohispano, este último formado por pud>los cuyos hombres para ser reconocidos comohumanos debieron esperar el juido real y papal. Si el "Nuevo Mundo" estaba poblado porhombres de dudosa calidad humana ¿cómo explicar los hallazgos quehicieron los europeos de muchas cosas que los dejaron admirados?, ¿cómo entender los avances que en la denda, en la producdón y en el urbanismo habíanlogrado algunos pueblos mesoamericanos?, ¿cómo atribuir a bárbaros y salvajes las construcdones, los códices, los sistemas de oiganizadón sodal y religiosa y mu chas cosas más que hallaron los europeos en diversos lugares de la Nueva España? Afortunadamente para México y a pesar de lo que sí logró destruir definitivamente el conquistador, especialmente por la labor de los evangeiizadores y su tarea religiosa, ahí está el pueblo mexicano y su gran cultura mestiza, enriquedda no sólo por los aportes de dos cultu ras: la española y la hoy llamada mexicana, sino por todas las que coexistieron en estas dos, sin dejar de lado la influenda de la cultura de pueblos africanos; México ñie uno de los crisoles culturales más ricos quese dieron en América. Lejos de juidos p^orativos y maniqueos para juzgar lo propio y loajeno, reconozcamos la gran riqueza cultural quese logró en este pueblo y que permitió elensanchamiento dela \risión que del mundo, de la vida, de la divinidad y de sí mismos tuvieron los nativos, a cambio de las pérdidas y cuyos efectos nativos, desgradadamente, algunos pueblos indígenas siguen padeciendo todavía.

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