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Resumen. Negativismo Desafiante


Enviado por   •  1 de Julio de 2014  •  1.227 Palabras (5 Páginas)  •  645 Visitas

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NEGATIVISMO DESAFIANTE

Introducción. Al niño que presenta trastorno negativista desafiante se le ha denominado de distintas maneras: niños agresivos, niños actinosos, niños oposicionistas, etc. En los niños que presentan este trastorno existe una conducta oposicionista-agresiva, que es diferente a los rasgos delictivos que se presentan en el trastorno disocial.

Antecedentes. A este trastorno se le consideraba como personalidad pasivo-agresiva, en la actualidad se distinguen dos trastornos dependiendo de la edad del sujeto, los niños al no poder ser diagnosticados con un trastorno de personalidad, se les diferencia de los adultos por un negativismo desafiante, el cual es considerado como un trastorno típico de la niñez y, en el caso de la adultez, se puede manifestar el problema bajo el rubro de un trastorno de la personalidad pasivo-agresiva. El DSM IV lo clasifica dentro de los trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador y se refiere a él como trastorno negativista desafiante.

Oposicionismo normal. El oposicionismo normal comienza a los 10 u 11 meses de edad con lo que se ha llamado “la batalla de la cuchara”, cuando el niño se quiere alimentar solo. Erikson establece que el desarrollo del ser humano pasa por ocho etapas de la vida, las cuales, al vivirse exitosamente, aporta una mayor fuerza al yo. La adolescencia es otra etapa en la que las conductas rebeldes y oposicionistas son normales. Para Erikson esta etapa consiste en lograr la identidad, es la capacidad del yo de mantener la continuidad y la mismidad frente a un destino cambiante.

El control de impulsos y la disciplina. En la teoría psicoanalítica, el conflicto obediencia-desobediencia surge en la etapa de control de esfínteres, que es el periodo del desarrollo en el que el niño tiene la primera experiencia educativa consiste en acatar reglas y límites y se enfrenta a la amenaza de “perder el cariño de los padres si no lo hace”. Otra etapa crucial en el desarrollo de normas y controles internos es la fase edípica, en ésta el niño ya superó el oposicionismo normal de la etapa anterior y consolidará la introyección de las normas paternas a través de la identificación. Si una comprensión fundamental procura el momento y la dosificación adecuados, se evitará que el niño tema sus propios impulsos, pues esto es incompatible con la libertad interior.

La conducta agresiva. La agresividad es una manifestación de la conducta humana que se hace evidente todos los días. Lorenz explica la agresión como un instinto autentico con los correlatos fisiológicos correspondientes y puntualiza además que ésta tiene una función importante para la conservación de la especie. La agresión se puede conceptualizar como una conducta humana universal con valor para la supervivencia, cuya aparición pone en marcha reacciones bioquímicas y hormonales.

Cuando la agresión adquiere dimensiones desadaptativas se manifestará a través a través de una serie de acciones interpersonales físicas o verbales que son destructivas o que provocan daño a los demás, a los objetos o a uno mismo. La conducta agresiva durante la etapa del desarrollo es una característica que tiende a permanecer estable en la adolescencia y en la adultez. Los niños que despliegan conductas agresivas desde una edad temprana están en mayor riesgo de tener un pronóstico muy negativo como llegar a presentar conducta criminal, trastornos de personalidad y abuso de sustancias.

Definición. El DSM IV-TR establece el trastorno negativista desafiante como un patrón recurrente de comportamiento oposicionista, desafiante, desobediente, hostil, dirigido a las figuras de autoridad, que persiste por lo menos durante seis meses.

Epidemiologia. Este trastorno se encuentra más en familias en las que los padres están muy preocupados por el poder, control y anatomía, en donde las prácticas educativas son duras, incoherentes o negligentes, así como en las familias donde los cuidados del niño quedan perturbados por la sucesión de distintos cuidadores.

Etiología. La conducta oposicionista es normal en ciertas etapas del desarrollo, es necesaria para asumir una individualidad y poder establecer normas y controles internos. La sintomatología negativista puede aparecer como reacción a un accidente, enfermedad, después de un evento traumático, etc.

Teoría biológica- fisiológica. Se sabe que la conducta agresiva tiene correlatos bioquímicos y hormonales bien delimitados y que además puede ser modificada al alterar ciertas zonas del cerebro. La testosterona ha sido muy relacionada con la conducta agresiva. Olweus sugiere que la testosterona tiene efectos directos en la tolerancia a la frustración que, a su vez, influye en la conducta agresiva.

Teoría cognitiva. Hay síntomas debidos a deficiencias cognitivas que implican una actividad cognitiva insuficiente, mientras que otros

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