SOBRE EL MIEDO A LA MUERTE
Dr_kantor6624 de Mayo de 2015
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Ensayo sobre el libro:
“Sobre la muerte y los moribundos”
ALUMNA: Rodríguez santiago Ivonne Moncerrat
Índice
INTRODUCCIÓN 3
CAPITULO 1 4
SOBRE EL MIEDO A LA MUERTE 4
CAPITULO 2 5
ACTITUDES CON RESPECTO A LA MUERTE Y AL MORIBUNDO 5
Los moribundos como maestros. 6
CAPITULO 3 6
PRIMERA FASE: NEGACIÓN Y AISLAMIENTO 6
CAPITULO 4 7
SEGUNDA FASE: IRA 7
CAPITULO 5 8
TERCERA FASE: PACTO 8
CAPITULO6 9
CUARTA FASE: DEPRESIÓN 9
CAPITULO 7 9
QUINTA FASE: ACEPTACIÓN 9
CAPITULO8 10
ESPERANZA: 10
CAPITULO9 10
LA FAMILIA DEL PACIENTE: 10
Cambios en la caza y efectos sobre la familia. 10
Problemas de comunicación. 10
La familia frente a la enfermedad de la realidad mortal. 11
Solución de dolor y la rabia 11
CAPITULO 10 12
ALGUNAS ENTREVISTAS CON PACIENTES MORIBUNDOS. 12
CAPITULO11 12
REACCIÓN ANTE EL SENTIMIENTOS SOBRE LA MUERTE Y MORIBUNDOS 12
Reacciones del personal. 12
Reacción de los estudiantes 13
CAPITULO 12 13
TERAPIA DEL ENFERMO DE MUERTE 13
El silencio que va mas halla de las palabras 13
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como finalidad exponer las fases del paciente moribundo y la actitud de las enfermeras respecto al paciente. La muerte es algo delicado y complejo, y a la vez absolutamente simple ya que es el final ineludible de nuestras vidas. Depende de la madurez y reflexiones previas de cada persona. En este trabajo voy a hablar del espacio que ocupa la muerte en nuestras sociedades, y de la manipulación ideológica de que es objeto. Además de la forma en que la muerte es vivida en diferentes etapas de la vida y cómo podemos ayudar desde nuestra naturaleza humana a las personas que viven cercenas a la muerte y cómo, a su vez, podemos permitir que ellos nos ayuden a nosotros mismos, enseñándonos cómo el sentido de la muerte puede dirigir nuestras vidas hacia una expresión enriquecedora de la muerte y el dolor.
El miedo que tenemos a enfrentar a la muerte es un miedo a algo desconocido, la muerte es una experiencia que nadie jamás en vida podrá conocer a ciencia cierta, por lo cual nos genera gran ansiedad. Nuestra tendencia es a alejar a la muerte de nuestro espectro de vida, sentenciarla al encierro hospitalario, o a los cementerios cada vez más compactos.
CAPITULO 1
SOBRE EL MIEDO A LA MUERTE
La muerte es difícil de imaginar, el fin de lo que conocemos, la vida que teníamos, es el final de nuestra vida aquí en la tierra, y si esta vida nuestra tiene que acabar, el final siempre se atribuye a una intervención del mal que viene de afuera. Solo quedan los recuerdos, estos datos que tenemos que recordar estos datos fundamentales, ya que son esenciales para entender algunas de las manifestaciones más importantes de nuestros pacientes, que de algún modo seria intangibles.
Si aun paciente se le permite acabar su vida en el ambiente familiar y querido, no necesita tanta adaptación. En este caso considero resulta más fácil de cierta manera aceptar los hechos que esto conlleva.
Se les debe de hacer participes a toda la familia de lo que va a acontecer y por esto quiero que se entienda que va desde los más grandes hasta los más pequeños, porque por increíble que parezca a la edad que tengan pueden asimilar y comprender lo que es la muerte y lo que implica, y si por el contrario les mentimos o les damos excusas tontas sobre la situación que se vive en casa
Otra cosa que me llama la atención es que por más conocimientos que se tengan o preparación con la que se cuente no estamos preparados para lo inevitable, que sería lógico que con todo esto pudriéramos estar preparados o lo aceptáramos y los duelos fueran mejor llevados.
Hace poco tuve la experiencia de perder a mi abuelito; él falleció en el hospital, cosa que le aterraba siquiera pensar el deseaba hacerlo en casa, al momento que lo llevan y nos encontrábamos velándolo una de mis primas llamó mi atención porque le estaba cantando las mañanitas y le preguntaba a su papá que le había pasado, cuanto éste le contesto que pues había fallecido, ella comenzó a pegarle y diciendo que esas eran cosas feas; esto lo tomo porque sería muy fácil a veces tener el pensamiento de un niño, pensar que están dormidos, que en algún momento van a despertar. Otra situación que me agradó fue que pudimos vivir todos ese proceso sus nietos, que van desde los 21 hasta los 3 años y es que a veces cuando ocurren eventos de esta índole no se les permite mucho a los niños el vivirlo; ya sea cuando los moribundos están en el hospital o en casa.
El moribundo, puede pedir a gritos descanso y paz y dignidad, pero solo recibirá infusiones, transfusiones, un aparato para el corazón o la traqueotomía si es necesario. Es por esto que se debe de respetar lo que en un inicio él comente tanto con la familia como con el personal de salud.
El personal de salud debe tomar en cuenta a los pacientes ya que estos son personas, jamás de le toma en cuenta; es verdad que uno se preocupa y hace hasta lo imposible por conservarlo vivo, que respire, tenga pulso no sé si es a conciencia que no preguntamos, si el quiere seguir con vida, hay personas que al ver la situación que están enfrentando se dan cuenta de que ya es momento de morir y que por más que les duela a la gente que los rodea no lo entienden y por sobre todas las cosas los siguen conservando con vida, que habría que preguntarse si queremos tener cantidad de vida o calidad.
CAPITULO 2
ACTITUDES CON RESPECTO A LA MUERTE Y AL MORIBUNDO
La actitud ante la muerte de la sociedad son muy diversas el hombre tiene que defenderse psicológicamente contra este mayor miedo a la muerte por la mayor incapacidad de proveerla y protegerse contar ella. Psicológicamente puede negar la realidad de su propia muerte durante un tiempo. Como en nuestro inconsciente no podemos percibir nuestra propia muerte y creemos en nuestra inmortalidad, pero podemos concebir la muerte de la gente que nos rodea, incluso de cierta manera alegrarnos de que les pasó a los demás pero pensar en que a nosotros nos va a pasar es una cuestión que deseamos dejar muy de lado.
En clase tuvimos la oportunidad de hacer una actividad en la que nos cuestionábamos acerca de cómo esperarías morir, a qué edad, morir antes o después de quién, que diría nuestro epitafio; por lo regular no son preguntas que nos entremos día a día y ni pensar en contestarlas o afrontarlas; o por supuesto está de más decir que debe hacerse a nivel personal.
Ahora recuerdo que al inicio del módulo, se nos preguntaba por qué razón se había escogido el mismo, yo respondí que fue por fácil, debido al ámbito en el que nos desarrollamos, que estamos viviendo día a día con ello, y la verdad es que resulto mucho muy difícil.
El qué decir y cómo, en qué momento no es una cuestión sencilla y como ella menciona, a veces el mismo equipo de salud pone muchas trabas o por el Dx del paciente y los Tx resulta complicado el acercarse al paciente moribundo
También hay que hacer evidente que se nos debe de hacer consientes sobre la necesidad de considerar la muerte como posibilidad real y que está nos puede suceder en cualquier momento.
Es gracioso que como se dice en la lectura, el paciente moribundo parece afrontar la muerte con ecuanimidad, mientras que nosotros al experimentar algunas prácticas de sensibilización quedamos trastornados, con miedo y sin querer creer que nos puede pasar, y por el contrario nos sorprendemos del moribundo y nos parece inconcebible que pueda afrontar la situación con tanta tranquilidad.
Los moribundos como maestros.
Aquí nos habla acerca de una mujer que no aceptaba su Dx, y solo pensaba en tener un hijo, aunque ella sabía que no podría; esto por la manera en la que el médico influyó para la aceptación del Dx.
Se nos ha dicho hasta el momento que: “Es de vital importancia que la primera persona en enterarse del Dx sea el propio paciente”; esto para mi implica un dilema tanto moral, ético, como personal; coincido en que se debe de tener al tanto al paciente de la situación, que debe saber el Tx, las posibilidades y la esperanza que se tiene, pero muchas veces cuando los pacientes no saben lo que sucede, llevan su vida como si nada, sin ningún problema, pero en cuanto se enteran va en decadencia la salud, cabe aclarar que no siempre es así, y que se debe de respetar los derechos de los usuarios y uno de ellos es saber la verdad sobre lo que les acontece.
Cuando el paciente sabe su Dx, puede reaccionar de diversas maneras, tanto como aceptarlo, negarse, buscar otras opiniones, apoyarse en la familia, vivir lo mejor que se pueda o esperar a que el momento de su muerte llegue sin hacer más nada.
El dar el Dx al paciente verdaderamente es todo un arte, siempre debe de hacerse lo más claro e interactuar con el mismo para ver si ha quedado entendido, cuan más sencillo se lo hacemos saber le damos y nos damos la oportunidad de ser escuchados, compartir las dudas y los pasos a seguir.
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