Saliendo De La Paralisis

SALIENDO DE LA PARÁLISIS

Todos parecen estar de acuerdo en que la educación de nuestro país se encuentra en crisis y que tiene que cambiar. Sin embargo, ¿Quién debe iniciar el cambio? Michael Fullan afirma que: ¨los docentes son ante todo agentes de cambio de la sociedad, y este es un papel que deben desempeñar explícita y agresivamente¨. Nos atrevemos a decir que hoy en nuestro país la mayoría de los docentes no desarrollamos ese papel, y esto se debe a que nos encontramos paralizados.

Salir de esta parálisis implica pensar en una educación de calidad, que no solo se centre en la cantidad de recursos o presupuesto disponible, sino a la generación de conocimiento socialmente relevante, culturalmente pertinente y significativo para la vida. Convertir la "transmisión de conocimiento", a "facilitar el proceso de construcción del conocimiento". Es decir, desarrollar una educación para la vida, que transforme nuestra sociedad al contrario de pasivizarla. Es generar procesos de construcción del conocimiento que permitan al ser humano ver su realidad desde donde se encuentre; familia, ambientes educativos, etc.

Por tanto, el desafío comienza desafiándonos primero a nosotros mismos, a nuestro trabajo como educadores y a nuestros paradigmas. Generar estos cambios comprende aceptar que todo se encuentra en constante cambio y trasformación, que existen consensos sociales de la forma de ver la realidad, y no así las verdades absolutas.

Es importante que nuestra voluntad de mejorar la calidad de la educación en nuestra Bolivia genere la búsqueda de nuevas respuestas, nuevas propuestas y aprendizajes conjuntos, no solo quedándonos en un nivel individualizado y en el aula, o tratando de imponer nuestra forma de pensar a los otros, es preciso reestructurar el cambio en términos sociales y morales más amplios, uniendo lo cognitivo, afectivo, comportamental, espiritual y relacional, puesto que el conocimiento va más allá de la ciencia y tecnología objetiva, tiene que ver con los saberes y sentires de la sociedad, y la ciencia y tecnología forman parte de esta construcción del conocimiento, pero no son la meta máxima del mismo.

Entonces, ¿Quién debe iniciar el cambio educativo? ¿El gobierno? ¿Los docentes? ¿La sociedad? ¿Nadie? Creemos que si no internalizamos con claridad estas preguntas, seguiremos, como decía San Agustín, “descansando apaciblemente en la amargura”.

La pregunta es importante ¿quién debe liderar ese cambio? la respuesta parece sencilla: El gobierno que tiene el poder y el dinero, esto nos tranquiliza por que tenemos a quién hechar la culpa de todos los males.

Un nuevo paradigma implica cambiar basicamente la ecuación conocimiento, docente y alumno pasando de los saberes a las competencias. Esto solo será posible si tomamos conciencia y redefinimos los ejes básicos que subyacen al actual

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