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Salud mental y criminologia


Enviado por   •  9 de Enero de 2016  •  Ensayos  •  1.391 Palabras (6 Páginas)  •  171 Visitas

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¿Por qué es importante para la Criminología, el estudio, el conocimiento y la comprensión de la salud mental?

Márquez Benítez, Francisco José C.I. V.-21.183.766

El ser humano es una mezcla biológica, psicológica y social. El estudio de esta compleja mezcla, para entender el proceder del delincuente, es uno de los principales objetivos de la Criminología ya que permite obtener conocimientos de su conducta y personalidad mediante una mirada analítica, haciendo posible el desarrollo de un diagnóstico valiéndose de la Psicología, la Psiquiatría, etc. Con los resultados obtenidos se realiza un esquema del tratamiento más adecuado, así se hace evidente que un proceso de evaluación a la Salud Mental del individuo es sin duda, un aspecto esencial a tomar en cuenta, ya que establecería como la capacidad de sus pensamientos, sentimientos, emociones y percepciones o la ausencia de los mismos, lo podrían haber llevado a cometer o no determinado delito, de esta manera se puede entender que la Criminología utiliza varios componentes y engranajes para su correcto funcionamiento y siendo el delito una manifestación del actuar humano, es de gran importancia para ella el estudio, el conocimiento y la comprensión de la Salud Mental.

El estudio de la Salud Mental, como muchos otros términos relacionados al saber humano, se aborda desde diversas variantes, estas perspectivas, generan conocimientos que interactúan entre sí con importancia para la Criminología.

A continuación destaco algunas de las características que recopila Pacheco (s.f) sobre las personas con Salud Mental: no están abrumadas por sus propias emociones, satisfechas consigo mismas, son tolerantes, se sienten bien con los demás, tienen confianza, se sienten parte del grupo, respeta las opiniones diferentes a las propias, auto-respeto, no se aprovechan de los demás, buscan satisfacer las demandas de la vida, enfrentan problemas, aceptan responsabilidades, planifican para el futuro ajustando sus metas a la realidad, son capaces de tomar sus propias decisiones, modifican su ambiente cuando es posible y se ajustan a él cuando es necesario.

Peñaloza (2004), señala que la Criminología Clínica considera que el delito es una conducta patológica y anormal que daña y destruye, es la conducta de un individuo enfermo social que a través de la pena debe ser curado y rehabilitado socialmente. Los estudios sobre el trastorno de personalidad antisocial (Kisker, 1984; Hollin, 1989) coinciden en señalar que estas personas pueden manipular y engañar para obtener lo que quieren de los demás sin considerar los derechos o sentimientos de otros.

De acuerdo a la literatura psicológica (Toch, 1986; Feldman, 1989; Hollin, 1989; Tocaven, 1990) existen características de la personalidad que se asocian al comportamiento delictivo y a la violación de la ley. Estos rasgos de la personalidad, comprende entre los principales: un desajuste general de comportamiento; aspectos afectivos como la impulsividad y la hostilidad y, aspectos cognoscitivos como el aplazamiento de la ley y la anticipación del daño a la víctima.

Es preciso tener en cuenta que no todo criminal o delincuente es un enfermo mental, ni todo enfermo mental comete actos delictivos, pues aunque exista un diagnóstico clínico debe existir una relación de causalidad con el acto (Sánchez, 2000).

Así, ya a inicios del siglo XX Dorado (1989) consideraba que muchos de los tenidos por terribles criminales no han sido más que anormales, deficientes, locos, incapaces, débiles de espíritu y, por lo tanto, más necesitados de tratamiento terapéutico que del rigor penal al que se les sometía. Por lo tanto, es importante conocer el grado de libertad moral con el que se comporta un individuo al transgredir la ley, es decir, si se le puede considerar ‘peligroso o temible’ (Campos, 2004; Huertas, 2004).

La comunicación entre los profesionales de la salud mental resulta clave para adecuar los criterios que serán útiles a la justicia (Taylor, 2008) Así pues, cuando se demuestra que el sujeto es incapaz para valorar la trascendencia del comportamiento realizado o para regular la conducta según las exigencias del derecho debido a inmadurez psicológica o trastorno mental, se habla de inimputabilidad (Agudelo, 1996).

En el artículo 20 del Código Penal español (Gimbernat y Mestre, 2007) se enumeran las causas que restringen o anulan la imputabilidad, algunas de las cuales son las siguientes: 1. Ser menor de 18 años. 2. La persona que al cometer el delito no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar según esta comprensión, a causa de anomalía o alteración psíquica. 3. Estado de intoxicación plena por consumo de drogas durante la comisión, siempre que ese estado no haya sido provocado para cometerlo. 4. Alteración de la conciencia de realidad por alteraciones de la percepción desde el nacimiento o la infancia.

 Así pues, la Salud Mental forma parte de la vida del hombre tanto de manera propia como en comunidad, el acelerado ritmo de la sociedad o eventos como la muerte de un familiar, nos obligan a realizar cambios cada vez mas bruscos y esto puede socavar nuestra capacidad de adaptarnos, resultando en trastornos o disfunciones como adicciones, ansiedad, estrés, fobias, depresión y trastornos de personalidad. Todo esto origina alteraciones de la conducta como la agresividad, angustia, incomunicación, impotencia, falta de concentración y en casos extremos comportamiento delictivo, ya que la enfermedad mental se correlaciona con la delincuencia hasta cierto límite. El cúmulo de estas particularidades nos permite comprender mejor al individuo y cómo se debe actuar sobre el, desde un punto psicológico con terapia, con fármacos por parte de la psiquiatría, o con acciones jurídicas de privación de libertad o reclusión en determinado centro asistencial para anomalías mentales, según sea el caso. Es imperativo puntualizar que es muy poco probable que un enfermo mental cometa un delito pues su condición lo mantiene alejado de la realidad del hombre y sus leyes, pues aunque pudieran presentar violencia, es la falta de afecto y culpa, usando la manipulación y con facultades de conciencia, voluntad, memoria y pensamiento intactas, quien de verdad realiza un daño a otro y merece el castigo pertinente, estando en las manos de quien realiza su evaluación el darse cuenta que no este mintiendo para escapar de la condena. Allí yace la importancia del estudio, conocimiento y compresión de la Salud Mental para la Criminología, pues con la observación, diagnóstico y pronóstico acertados, se busca el mejor tratamiento, rehabilitación e incluso reinserción a la sociedad del individuo.

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