Sindrome de discontinuación

Síndrome de discontinuación

                                                                                     Nicol Sandoval

El síndrome de discontinuación de los antidepresivos, son los síntomas que se producen luego de que el paciente deja de consumir el medicamento. Se pueden presentar problemas tanto físicos como psicológicos, los cuales no se presentaban previo al consumo del fármaco. Afecta a la persona de tal forma, que al dejar por ejemplo el antidepresivo IMAO, puede causar alteraciones cognitivas, insomnio, alucinaciones, agresividad y entre otros síntomas, siendo este antidepresivo el que genera efectos colaterales de mayor peligrosidad posterior a su privación. El ATC presenta síntomas similares al IMAO, pero también el paciente puede sufrir de parkinsonismo, trastornos del sueño y/o manía paradójica. El IRS puede causar problemas del sueño, también tiene un rebote colinérgico, ya que actúa principalmente en el intestino por la presencia de serotonina, y a su vez, puede presentar síntomas extra piramidales, por su función inhibitoria de serotonina sobre sistema doparminérgico, donde es posible que participen los neurotransmisores GABA y noradrenalina en este síndrome.

Los síntomas mencionados anteriormente, son causados por el retiro inmediato del fármaco luego de que este haya sido consumido por un largo periodo, ya que se forma una dependencia de este, y el cuerpo no se acostumbra de inmediato a su ausencia.

Es importante tener en cuenta el por qué una persona comienza un tratamiento con antidepresivos, y también que síntomas presentaba previo a su consumo, ya que luego de ser retirados, comienza una serie de síntomas en donde la persona se siente peor de lo que estaba antes.

“Se cree del antidepresivo que revierte la base de los síntomas depresivos de los estabilizadores del ánimo, que rectifican el proceso que causa las fluctuaciones anormales del ánimo” (Joann, 2008), respecto a esto, según lo leído, no existen pruebas concretas que demuestren que los antidepresivos “mejoren” al sujeto, solo actúan sobre neurotransmisores como la serotonina y noradrenalina, produciendo un bienestar temporal en el paciente, haciéndole creer que él está mejorando, pero luego de retirar su consumo, la persona se siente peor, teniendo consecuencias desagradables para su salud. Por esto, es importante siempre buscar otras soluciones para salir de la “depresión” y no tener que recurrir a los fármacos. Como dice Carlos Pérez “…evitar a toda costa recurrir a soluciones o paliativos de tipo médico cuando se trata de problemas subjetivos” (Pérez), ya que hoy en día el tener ansiedad, dormir de más, estar triste, etc., lo asocian a una estado de depresión, siendo que esto son procesos que pasan las personas por sucesos externos, y no solo es un problema individual, sino que es social. Los antidepresivos, personalmente, no solucionan el problema, sino que pueden hasta empeorar la situación del individuo a largo plazo. Por ello es importante siempre buscar soluciones que no estén relacionadas con fármacos.

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