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TEORIAS DEL APRENDIZAJE MOTOR.


Enviado por   •  14 de Mayo de 2014  •  2.098 Palabras (9 Páginas)  •  1.165 Visitas

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“TEORIAS DEL APRENDIZAJE MOTOR.”

DEL ANGEL DE LA CRUZ MARIA TERESA

La intención de este ensayo será mostrar cómo se ha conformado el aprendizaje motor como área de estudio específica y cuáles son las principales teorías y conceptos relevantes y autores influyentes.

Las primeras investigaciones en el campo de la Educación Física comienzan a desplegarse alrededor de los años 1920, cuando Nicolai Bernstein crea el primer laboratorio ruso para el estudio de la motricidad; sin embargo, debido a la situación geopolítica del bloque socialista sus trabajos no se difundirán hasta muchos años después.

Alrededor de 1930 aparecen los primeros laboratorios americanos que comienzan a indagar en torno del aprendizaje motor. Pero no será hasta después de finalizada la Segunda Guerra Mundial que comienzan a proliferar las investigaciones específicas que conformarán más tarde este campo de estudio.

Resulta necesario, entonces, retomar el período de la Segunda Guerra Mundial y la Posguerra como un momento en el que aumenta el interés por investigar el aprendizaje motor; probablemente, la razón principal de este impulso deba buscarse en la necesidad de seleccionar y formar personal especializado en tareas con un fuerte componente perceptivo-motor, como el pilotaje de aviones, el manejo de armamento, la conducción de vehículos y el control de maquinaria (Adams, 1992; Cruz, 1997; Ruiz, 1994; Schimidt y Lee, 1999; Batalla Flores, 2005), al tiempo que los heridos que la guerra dejaba proponían también el desafío de ver cómo se seguía adelante en países donde gran parte de su población estaba formada por individuos amputados, ciegos, sordos o paralíticos.

Para cubrir estas necesidades, los estados invirtieron grandes cantidades de dinero en investigaciones en torno a lo perceptivo y lo motor, hecho que atrajo a numerosos profesionales de la psicología al campo del aprendizaje motor, que así comenzaba a cobrar especificidad. En un principio, la investigación se centró en la selección del personal idóneo para desarrollar las diferentes funciones requeridas por el ejército. Se destaca el “Programa de Evaluación Psicomotriz de las Fuerzas Aéreas de los Estados

Unidos”, dirigido por Arthur Melton y en el que Edwin Fleishman (1982) desarrolló sus estudios sobre diferencias individuales y capacidades.

Será recién a partir de los años 1960, pero más específicamente en los años 1970 y 1980, que logre armarse un campo de estudio cuyo objeto específico será el aprendizaje motor. Lawther fue creador de uno de los primeros laboratorios americanos abocados al estudio del aprendizaje motor, que definió como “el cambio relativamente permanente de la conducta motriz de los alumnos, como consecuencia de la práctica y del entrenamiento”.

Dentro de los precursores de la línea americana también podemos nombrar a Rushall y Siedentop (1972), que pondrán el acento en el rol del profesor como garante del aprendizaje. Aseguran estos autores que “para mantener un medio positivo de aprendizaje se debe reforzar positivamente la participación de los alumnos, dotarlos de experiencias de éxito, reforzar esfuerzos competitivos y reducir las experiencias de fracaso” .

El profesor, entonces, debería considerar cuatro puntos para mantener un medio positivo de aprendizaje: a) reforzar positivamente la participación del alumno; dotarlo de experiencias de éxito; b) reforzar los esfuerzos competitivos; c) procurar refuerzos de tipo social; d) favorecer la participación en equipo y reducir al máximo las experiencias de fracaso.

Tiempo más tarde, los avances en el campo de la Psicología y las Neurociencias harían virar el enfoque conductista y asociacionista que predominó en los laboratorios americanos hacia una posición cognitivista. A esta nueva orientación teórica se la denomina teoría del procesamiento de la información.

El procesamiento de la información se inscribe en el paradigma de la psicología cognitiva, que a su vez es tributario de un enfoque científico más amplio, la ciencia cognitiva, disciplina creada a partir de la convergencia de intereses de la lingüística, la informática, las neurociencias, las matemáticas –entre otras–, y cuyo objetivo es comprender los principios de la conducta cognitiva de los sistemas inteligentes, sean estos reales o abstractos, humanos o mecánicos.

Dentro de esta perspectiva teórica podemos situar, por ejemplo, los trabajos de Jack Adams (1971) y Richard Schmidt (1975). Adams, con su “Teoría del Circuito Cerrado” (closed-loop) o “bucle cerrado”, sostiene que “el papel de la práctica intencional y el conocimiento de los resultados obtenidos son la clave de un aprendizaje motor sin errores”, lo que supone que el aprendiz debe generar un mecanismo detector de errores que favorezca los procesos de comparación entre los gestos realizados y el valor requerido para realizar dichos gestos. Todos los movimientos son realizados gracias a la existencia de un mecanismo de comparación que en forma continua permite al sistema contar con una referencia de exactitud que a su vez permite controlar la práctica mediante un trazo de percepción.

Por su parte, Richard Schmidt (1975), creador de la “Teoría del Esquema” como respuesta a la teoría de Adams, elaboró una nueva explicación en torno al concepto de esquema como estructura cognitiva que controla la realización del movimiento y que, en su perspectiva, toma el significado de una regla o fórmula. Según esta teoría, los alumnos y las alumnas, cuando practican de manera motriz, almacenan información que perfecciona un programa motor general (PMG) y no específico, lo que permite resolver el problema del almacenamiento en la memoria.

El procesamiento de la información sensorial, en el origen de la respuesta motriz, puede localizarse en tres niveles diferentes de organización, lo que permitiría originar tres tipos de respuestas motrices: reflejas, automáticas e intencionales.

En el ser humano, los automatismos vinculados con las funciones de relación deben estar organizados basándose en la experiencia motriz de cada uno. Esto significa que no existe un programa motor establecido en el nacimiento, sino simplemente potencialidades estructurales considerables, teniendo en cuenta la multiplicidad de relaciones sinápticas posibles. Por ello, y a medida que aumenta la maduración de las estructuras, la experiencia de adaptación provee al sujeto de un programa de respuestas automáticas.

Por último, en otra perspectiva se entiende al aprendizaje motor como el proceso según el cual “los seres vivos son sistemas complejos que poseen la capacidad de adaptarse al entorno, y en ocasiones, aprender”.

Este

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