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Tema 13. Aparato cardiovascular


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2017  •  Ensayos  •  2.617 Palabras (11 Páginas)  •  186 Visitas

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Tema 13. Aparato cardiovascular.

Anatomía funcional

El aparato cardiovascular está constituido por un órgano central que es el corazón, el cual funciona como bomba para impulsar la sangre por una serie de vasos sanguíneos que llevan suministros a las células —arterias— y recogen los productos del catabolismo celular —venas—. Las arterias y las venas se encuentran conectadas por los capilares, donde ocurre el intercambio de productos entre la sangre y las células.

La sangre circula por el aparato circulatorio a través de dos circuitos conectados en serie que son:

Circulación mayor. Poniendo como punto de partida el corazón, este circuito se inicia en el ventrículo izquierdo, de aquí pasa la sangre a la aorta, que es la arteria más grande del organismo, y se caracteriza por tener una pared elástica gruesa que le permite dilatarse al recibir la sangre, y regresar a su diámetro previo una vez que esta circula hacia las siguientes arterias. De la aorta salen arterias que se dirigen a los diferentes órganos, aparatos y sistemas formando circuitos paralelos. En la siguiente lista se incluye cada uno con la proporción del gasto cardiaco —cantidad de sangre bombeada por el corazón por minuto—  que recibe cada uno de ellos:

Cerebral                      

15 %

Gastrointestinal           

25 %

Coronario                    

5%

Músculo esquelético           

25 %

Renal                          

25 %

Piel     

5 %

Como se puede ver, la circulación mayor, también llamada sistémica, lleva la sangre a todo el cuerpo con excepción de los pulmones. Además, la disposición de sus circuitos en paralelo permite que en un momento dado la sangre pueda ser redistribuida hacia los sitios que requieren un mayor riego sanguíneo. Por ejemplo, durante el ejercicio se disminuye la cantidad de sangre que llega al aparato gastrointestinal y se aumenta la que va hacia el músculo esquelético, o bien, para disipar calor se produce vasodilatación en los vasos sanguíneos de la piel y se reduce en el aparato gastrointestinal, mientras que posterior a la ingesta de alimento la circulación gastrointestinal aumenta y disminuye la del músculo esquelético. Por razones obvias la cantidad de sangre que llega al cerebro nunca disminuye.

Esta redistribución de la circulación es posible gracias a las arteriolas, vasos de mediano calibre con una pared gruesa en la que predomina el músculo liso, de manera que se puede producir, por estímulo nervioso u hormonal, vasoconstricción o vasodilatación.

En todos los circuitos las arterias van dando ramas y disminuyendo de calibre hasta que llegan a los capilares, constituidos por una sola capa de epitelio plano simple. En este sitio se lleva a cambio el intercambio de glucosa, oxígeno, hormonas, iones, etc., y se recogen productos del catabolismo como dióxido de carbono y creatinina. Esto es posible debido a que ninguna célula se encuentra a más de 10 μm de un capilar.

Los capilares se continúan como vénulas y posteriormente venas, que se van uniendo y aumentando su calibre hasta formar las venas cava superior e inferior que llegan a la aurícula derecha, en donde termina la circulación mayor. En este circuito las arterias llevan sangre oxigenada, mientras que las venas llevan sangre desoxigenada.

Circulación menor. De la aurícula derecha la sangre pasa al ventrículo derecho, donde se inicia la circulación menor. Del ventrículo la sangre sigue por la arteria pulmonar. Igual que en la circulación mayor, las arterias van dando ramas y disminuyendo su diámetro hasta que llegan a los capilares, donde sucede el intercambio de gases entre el aire contenido en los alveolos pulmonares y la sangre. El dióxido de carbono pasa de la sangre al alveolo y el oxígeno del alveolo a la sangre. A partir de los capilares se forman las venas pulmonares que llegan a la aurícula izquierda. Nótese que en este circuito las arterias llevan sangre desoxigenada que proviene de los tejidos periféricos hacia los pulmones, mientras que las venas pulmonares conducen sangre oxigenada de los pulmones al corazón, para ser distribuida a los tejidos por la circulación mayor.

Transporte de nutrimentos por sangre y linfa

La arteria mesentérica superior irriga el intestino delgado, sitio en donde se lleva a cabo la absorción, una vez que penetra en su pared, se ramifica hasta terminar en arterias que irrigan las capas musculares, la submucosa y arteriolas que penetran en cada una de las vellosidades intestinales.

Las arteriolas de las vellosidades intestinales se ramifican formando una amplia red capilar, que es en donde se absorben los monosacáridos, dipéptidos, tripéptidos, aminoácidos, iones, vitaminas liposolubles y agua, una vez que salen de las células epiteliales del intestino.

Inmediatamente posterior a la ingesta de alimento, se incrementa el riego sanguíneo intestinal, y ocurre vasodilatación arteriolar debido a la liberación de substancias vasodilatadoras por el epitelio intestinal como la colecistocinina, y el péptido intestinal vaso activo (PIV). Además, el aumento de la actividad metabólica de las células epiteliales produce una disminución del oxígeno disponible para la contracción muscular, lo que provoca vasodilatación. El aumento del riego sanguíneo, favorece el proceso de absorción y la motilidad intestinal necesaria para la mezcla y propulsión del quimo.

La sangre venosa que abandona el intestino delgado lleva todas las substancias absorbidas en él, con excepción de los lípidos, y confluye en la vena porta que desemboca en el hígado. Ahí estas substancias son procesadas por los hepatocitos y una parte de ellas es almacenada. Además, el paso a través de las sinusoides hepáticas, permite la eliminación de bacterias y otras partículas que podrían ser dañinas para el organismo.

Los lípidos siguen una vía diferente a la del resto de los compuestos que se absorben en el intestino. Salen de la célula epitelial como quilomicrones, que son demasiado grandes para entrar a los capilares sanguíneos, pero sí pueden hacerlo a los capilares linfáticos, llamados vasos quilíferos y se encuentran, junto con los capilares, en el centro de todas las vellosidades intestinales. Una vez que ingresan a la circulación linfática, siguen por el conducto torácico que desemboca en la circulación sanguínea a nivel de la vena subclavia izquierda.

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