Teorías de la personalidad debajo de la Máscara

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Teorías de la personalidad debajo de la Máscara.

De acuerdo a las lecturas realizadas, podemos concluir que las teorías planteadas por Freud surgieron debido a los síntomas histéricos dado que los consideraba importantes y creía que tenían cierta lógica subyacente, repercutiendo en las necesidades que este hallaba en cada una de sus terapias, podemos decir que el origen del síntoma histérico era una experiencia intensa y emocionalmente desagradable. Aunque no fuera recordado por el paciente lo conducía encontrar medios simbólicos de expresión del malestar y por último los síntomas podían ser eliminados o al menos de manera temporal. De ahí, podemos evidenciar como primera técnica utilizada para tratar dichos síntomas fue la hipnosis como un complemento de la catarsis; si bien, se facilitaba la expresión de la emoción colapsada que muestra la experiencia traumática previa; a esto se denominó método catártico, donde la relación que tenía el paciente con el terapeuta era casi nula. Dado el caso de la señora Emmy, surgió la técnica de la asociación libre, para Freud esta técnica consistía en que el paciente dijera todo lo que le viniera a la mente sin modificar ni censurar el flujo de sus pensamientos, es decir, inducir al paciente a una conversación fluida donde pudiera expresar todo lo que sentía sin importar si era relevante o no. De esta manera Freud descubrió que la secuencia, contenido y velocidad del flujo de ideas revelaban una lógica subyacente.En ocasiones a los pacientes les resultaba muy difícil seguir esta regla fundamental del psicoanálisis; sin embargo, Freud insistía en la importancia de que la mente tome su propio camino. Por consiguiente, según el de Ilona Weis quien se rehusó a la técnica de la hipnosis llevo a Freud a utilizar la nueva técnica de presión o concentración que en algún momento le indujo Bernheim le había mostrado a Freud que el paciente en realidad tenía una memoria de los sucesos, pero que no sabía lo que recordaba hasta que se hacía una fuerte sugerencia para tal efecto, colocando la mano sobre la frente del sujeto, que estaba despierto, y presionaba con firmeza mientras insistía en el regreso de la memoria de los acontecimientos previos; el nuevo método era en realidad otra forma de usar la susceptibilidad del paciente a la sugestión para alcanzar progreso terapéutico. Por otro lado, Aunque el tratamiento de Freud para las psiconeurosis era solamente psicológico, descubrió en sus intervenciones que los pacientes mostraban mejoría por medio del discurso de sus problemas a lo que denominó “cura por la palabra”, su teoría para explicar las neurosis anclaba la fuerza de las ideas sexuales a una base orgánica en la fisiología sexual, de ahí se empezó a establecer el origen de los problemas psicológicos, Freud afirmaba que:  

“la presencia de impulsos eróticos frustrados o cargados de culpa constituía el común denominador de los problemas psicológicos entre sus pacientes; consideraba que dichos impulsos eran perturbadores porque activaban recuerdos reprimidos de traumas originales en la forma de experiencias sexuales de la niñez temprana”.                                 (Silverstein, 2003, pp. 46-53).

En otras palabras, el problema psicológico nace no solo de la represión de la energía emocional sino de los síntomas neuróticos que da paso a el conflicto, pues bien es un proceso activo y dinámico que proporciona una evidencia dolorosa, aunque silenciosa, del cual surge un deseo de aislar la memoria fuera de la consciencia con un principio ético del poder que es la base fundamental de la defensa. Consideramos que este, es responsable de que la memoria realice un proceso de eliminación de un recuerdo doloroso presente en la consciencia a lo cual se le llamo represión, definiéndolo como un tipo de amnesia motivada por ideas, impulsos o acontecimientos donde el individuo no tiene conciencia de que evita ciertos pensamientos. Por ejemplo: cuando olvidamos el cumpleaños de alguien cercano que ha fallecido.

En contraste, surge la supresión la cual implica la evitación consciente o intencional de ciertas ideas que el individuo tiene plena conciencia y que se niega a recordarlas. Para ilustrar, es una aquella persona que evita pensar en problemas, deseos, sentimientos o experiencias que le producen malestar; No está de más decir:  una persona que no tiene conciencia, no sabe qué contenidos está reprimiendo, pero está consciente de aquello que suprime, es una frase que nos ayudar a distinguirlas fácilmente. Por ejemplo: “Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad, pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza”. (Freud, 1985).

Con respecto a la teoría del desarrollo psicosexual, Freud, 1895 (citado por Sollod, R.,Wilson, J. y Monte, C., 2009, p.45) plantea que el apego inicial del infante a la madre biológica o al cuidador crea un proceso fundamental para el desarrollo del yo y los cimientos de la identidad que da paso al desarrollo psicosexual como un proceso continuo de satisfacción libidinal (de necesidades) en que el niño confiaba en obtener de los cuidadores amor y apoyo emocional y social para aprender, de manera gradual, a dominar los desafíos de la vida.  En otras palabras, se puede decir que Freud creía que la personalidad se desarrollaba a través de una serie de etapas en la infancia en las que las energías o impulsos que buscan el placer de la Identificación se enfocan en ciertas zonas erógenas. La aparición de la Libido, el reconocimiento propio, la construcción del ello, yo y el superyó de acuerdo, a las experiencias vividas dando paso a la formación del adulto. Lo consideraba como un proceso variable, creía que cada uno de nosotros debe pasar por una serie de etapas durante la infancia, las llamadas etapas psicosexuales. En ellas, se propone que en los primeros años de nuestras vidas atravesamos distintas etapas de desarrollo vinculadas a la sexualidad y a distintas fijaciones, como son: la etapa oral, anal, fálica, latencia y genital; la forma de afrontar lo experimentado durante estas etapas influirá en el comportamiento de la persona, en su desarrollo psicosexual y los retos característicos de cada fase.

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